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Tragaperras en el bolsillo: el peligroso auge de la ludopatía en móviles

Vivimos tiempos oscuros en la industria, donde el groso de facturación proviene de móviles, a priori no parece algo negativo, hay juegos buenos en smartphones no me malinterpretéis, el problema es cuando los que más dinero reportan son juegos con mecánicas de tragaperras.

Cuando nos referimos a estas mecánicas ni siquiera nos referimos a los juegos gachas donde te pueden tocar personajes o armas jugables, si no a los que no tienen absolutamente nada a nivel jugable y solo te dan un botón y azar como vehículo jugable. 

Tragaperras en el bolsillo: el peligroso auge de la ludopatía en móviles

Es difícil identificar estos juegos porque utilizan sistemas para atraer al gran público, pero te daré algunos consejos para detectarlos. El primero ya lo he comentado, no tienen ninguna base jugable. El segundo es que te va a llamar la atención estéticamente porque utiliza personajes atractivos, incluso puede utilizar ciertas franquicias como Monopoly. Tercero, son empresas con mucho dinero detrás, vas a ver mucha publicidad incluso pueden hacer anuncios con actores de alto nivel. El cuarto es que ni siquiera se esconden, dentro del juego hay algún momento en el que pulsas un botón o palanca y habrá casillas girando y te tienen que tocar tres iguales, sí, lo has adivinado, como en las máquinas tragaperras.

Tragaperras en el bolsillo: el peligroso auge de la ludopatía en móviles

Con estas cosas nombradas puede ser que ya te haya venido alguno a la mente, si no es el caso te pongo algunos ejemplos. Actualmente en la Play Store (que no PlayStation) tres de los juegos más jugados son Monopoly Go, Capybara Go (hasta el nombre se copian) y Coin Master. 

Los tres juegos cumplen todas las condiciones que comentaba. Únicamente consiste en pulsar un botón y que te toque una cifra numérica y tu personaje avanza solo por casillas de un tablero o por una pantalla ganando dinero para mejorar estadísticas. Más allá de eso te tocará esperar a recargar tus tiradas o pagar dinero real para tenerlas inmediatamente. 

Podríamos criticar todos los juegos que tienen mecánicas de azar y microtransacciones, pero dentro de la industria, donde ya se han normalizado, dentro de lo que cabe mientras aquello por lo que pagas tenga una utilidad jugable, aunque criticable, es entendible. 

Entonces, ¿por qué estos juegos generan tanto dinero? Hasta el punto en que Monopoly Go es uno de los juegos que más dinero ha facturado, ya no en móviles, en toda la industria del videojuego, nada más y nada menos que 2.000 millones en un año, a 200 millones por mes. Pues el principal motivo son sus mecánicas de azar y sus estímulos activos constantes, con esto lo último a lo que me refiero es a que estos juegos no paran de lanzarte sonidos extremadamente atractivos que se incrustan en nuestra psique, también tiene por supuesto muchos estímulos visuales y hápticos, constantes vibraciones del teléfono, todo en el juego nos incita a seguir pulsando ese unico boton. 

La mayoría de los juegos gratuitos tienen compras in-game como es lógico, de alguna manera tendrán que facturar, pero cuando acudes a la tienda del juego tienen una moneda propia del mundo del juego. Pero estos juegos no se esconden y constantemente te están arrojando distintas cosas por las que poder pagar con banners que te saltan en mitad de pantalla o distintos pases con muchas cosas a desbloquear, por poneros el ejemplo de Capybara Go nos encontramos que tiene cuatro pases de batalla con diferentes recompensas, un pago para quitarnos los anuncios, una tarjeta mensual, en el momento de la redacción de este artículo tres eventos con sus respectivas compras, una tienda de cofres, pagar por recargar el tiempo, una ruleta, dos caminos desbloqueables (a veces más) en el que te regalan las dos primeras secciones y la tercera de pago contiene abundantes recompensas, posterior a esa sección tienes algunas más gratuitas hasta la siguiente de pago y así sucesivamente y seguramente nos estemos dejando alguna compra in-game más. Con un rápido vistazo nos hemos encontrado con catorce momentos en los que el juego nos ha alentado a pagar.

Tragaperras en el bolsillo: el peligroso auge de la ludopatía en móviles

Otro recurso que utilizan estos juegos son los falsos anuncios, donde el juego parece superatractivo porque parece que podamos hacer muchas cosas en el juego que luego no existen, como construir bases, manejar a nuestro personaje directamente, etc.

Con los nuevos tiempos los casinos se adaptaron y se lanzaron al mundo online, pero con la misma identidad que un casino físico, es una máquina tragaperras online donde el premio al que optas es económico y hay una ruleta girando. El caso de estos juegos es si cabe más perverso, tras una máscara de videojuego y una estética cautivadora atrae a niños y adultos por igual con la misma finalidad que estos casinos. 

La diferencia de estos dos casos es que la aparición de casinos online vino acompañada de su respectiva regulación al igual que los casinos físicos. La Unión Europea y las respectivas entidades reguladoras se están quedando atrás a la hora de ver estas amenazas digitales. No pretendo crear una tesis ni un ensayo sobre esto ni soy un experto en mecánicas de azar, pero es un hecho que tanto los casinos como los juegos han utilizado estas técnicas y estímulos para enganchar a los usuarios.  

El problema es que los adolescentes y niños cada vez tienen más pronto acceso a un smartphone con disponibilidad de estos juegos, las compras en estos no parecen un problema porque suelen ser pagos pequeños, micro gastos que con el tiempo suponen un gasto mayor y ahí es cuando se transforma en un problema mayor, la ludopatía en jóvenes se encuentra en auge y se está agravando. Una parte del problema, además de la no regulación, son las tiendas digitales como Play o Apple Store que tienen muy pocas normativas a la hora de poder publicar aplicaciones en sus tiendas.

Esta situación no parece que se vaya a revertir pronto pues todas estas prácticas se están acrecentando, como de costumbre cuando surgen estos inconvenientes, cuando se quiera hacer algo será demasiado tarde para muchas personas que padecerán ya una adicción patológica.


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