Metal Hellsinger VR es la fusión perfecta entre Doom, el ritmo y la realidad virtual. Con estas palabras podríamos analizar perfectamente este videojuego, directo al grano, sin miramientos, sin una historia que necesite una enorme explicación ni nada más. Solamente adrenalina pura y buena música.
¿Quieres una obra que te ayude a desestresarte, a soltarte la melena y sentirte completamente poderoso? Este es tu juego. La historia aquí es lo de menos, básicamente eres una demonio que busca venganza por motivos, y que tiene como único objetivo seguir adelante y destruir a todo y todos los que se interpongan en tu camino.
Ello con una banda sonora metalera brutal, que seas fan o no de este género musical, te va a llenar de pasión y hará que estés totalmente dentro del infierno. Acción desmedida, armas de largo y corto alcance, y ocho niveles en los que sentirte un verdadero demonio asesino. Metal Hellsinger VR está disponible para Meta Quest, Steam VR y PS VR2, versión que analizaremos.
Durante los ocho niveles del juego controlaremos a la Extraña, una demonio que puede saltar, esquivar y, lo más importante, hacer uso de hasta cuatro armas en cada nivel para destruir a sus enemigos. Dos de ellas siempre serán obligatorias de llevar: la espada y la “pistola-calavera”, y mientras que esta calavera no se siente obligatoria, la espada sí lo será para asestar poderosos golpes finales al pulsar cuadrado y recuperar vida.
Durante los niveles, ocho en total y completamente lineales, deberemos acabar con una serie de hordas de enemigos así como un jefe final. Huelga decir que, a pesar de que estos combates pueden sentirse repetitivos por la poca variedad de enemigos, y que los jefes finales son básicamente los mismos pero con distintos patrones, no se siente repetitivo en absoluto.
Nada más seleccionar un nivel, un narrador nos contará qué está sucediendo, pero si lo que queremos es simplemente jugar y ya, podremos saltar la explicación e ir directos al combate. Estos se basarán en el ritmo, por lo que deberemos estar atentos a la música e incluso a los efectos de sonido para saber cuándo atacar.
Pero que esto no os preocupe si lo que os interesa es simplemente un Doom en realidad virtual, ya que existe una opción para que siempre estemos en el ritmo, lo que hará que jugadores casuales puedan (y podamos) divertirnos hasta que lo controlemos. En las primeras misiones yo he tirado con esta opción, pero ya en las últimas la he desactivado para vivir mejor la experiencia.
Porque, en esencia, con la opción de siempre al ritmo activa, el juego se vuelve un shooter en realidad virtual más, pero con el ritmo, y los distintos niveles de dificultad, la cosa cambia. Y, creedme, al principio, si no eres de los que están acostumbrados a este tipo de juegos, empezar con esta opción activada os hará la partida más divertida. Es una vez lo tengas todo controlado que debes quitarla… Y experimentar el ritmo del infierno.
Entre las armas están una espada, una calavera que funcionará como una pistola estándar, una escopeta, pistolas dobles, un lanzagranadas y dos bumeranes. En mi caso, allá donde haya pistolas dobles que se quite todo lo demás. Estas armas además necesitan recargar, y siempre tendrán la misma cantidad de munición.
No hay que conseguir munición durante la partida, solamente debes hacer un gesto con las manos para que se recarguen automáticamente. Pulsando R3 podremos alternar entre las dos últimas armas elegidas. Como hemos dicho, podremos llevar hasta cuatro, pero dos de ellas son obligatorias. La espada es entendible, pero la calavera no es necesaria en ningún momento, por lo que se siente como un pequeño handicap añadido.
Visualmente Metal Hellsinger VR se ve de infarto, pero hay que decir que juega con una “falsa experiencia” de juego. Me explico. Cuando estás en la partida, luchando contra los enemigos, todo se ve genial. No es un juego que tenga un presupuesto muy elevado como puedan ser otras obras, pero entra dentro de lo que se le pide a este tipo de juegos.
No obstante, si nos ponemos tiquismiquis, notaremos que algunas partes del juego no han tenido tanto pulido como otras. ¿Por qué? Porque no importa. Porque aquí lo que queremos es descargar adrenalina, y mientras se vea bien lo importante, ¿es preocupante el resto de gráficos? Pues no, la verdad es que no.
Tened también en cuenta que esto se nota en las capturas, pero no durante la partida. Sea como fuere, todo el potencial del juego lo perdona. Porque, en un juego rítmico, qué es más importante que una banda sonora. Aquí el juego brilla al máximo, y es que, incluso sin ser fan del género, llegas a disfrutar las piezas musicales.
Aquí tenemos un rock metalero puro y duro, que nos mete de lleno en el infierno y nos llena de ganas de jugar. Es más, es casi como un gimnasio, porque he acabado sudando más de una vez. Desde luego aquí sí es necesario jugar con ropa cómoda y de manga corta, o por lo menos con la ventana abierta. Por supuesto no podemos olvidarnos de los efectos de sonido, que nos ayudarán a mantener el ritmo.
Más en concreto el de la escopeta, que podríamos decir tiene como tres compases: el del disparo, el de la recarga y otra vez el del disparo. Todo está perfectamente cuidado para que te ayude a mantener el ritmo en todo momento.
La historia principal nos puede durar unas tres o cuatro horas, al menos jugando en normal. Aparte de estos niveles, hay misiones secundarias del clásico estilo “derrota X enemigos usando estas armas en este límite de tiempo”, lo que le da rejugabilidad al juego. Tened en cuenta que es un título muy arcade.
En definitiva, Metal Hellsinger VR es un título que, si te gusta la acción desmedida, la adrenalina pura, el rock y el metal (o no) y, en general, desestresarte disparando a demonios en el Doom, definitivamente debes jugarlo.