Como cada semana, Masahiro Sakurai, productor de videojuegos y director de la última entrega de Super Smash Bros., ha escrito una columna en la revista Famitsu. Esta semana ha querido hablar sobre la opinión de los jugadores sobre los DLCs del juego.
Para ello, ha puesto como ejemplo Fire Emblem Fates, un juego que, afirma, ofrece horas de contenido en su cartucho, pero que Intelligent Systems ha querido aumentar con más contenido descargable. Esto, según de desarrollador, no afecta en absoluto al videojuego en sí. Y ahora le toca a Super Smash Bros.
Los desarrolladores incluyen todo este compendio de pequeñas características extra simplemente porque quieren ofrecer algo extra a los fans. Incluso si alguien fuera a eliminar el contenido extra del juego, eso no significa que «pudiera encajar». No es así como funciona esto.
Pero ahora viene el tema a tratar: ¿cuáles son las críticas recibidas y por qué? Pues muy sencillo. Yo no sé quién es el que pone los precios a los personajes. No sé si es Sakurai u otra persona, pero el problema reside en ello. Tenemos como DLCs a cuatro personajes, tres veteranos y uno nuevo. Los tres primeros cuestan 4€, mientras que el nuevo cuesta 6€ (incluye su escenario).
Luego tenemos escenarios retro a 2€, y disfraces para nuestros Miis a 79 céntimos. ¿Conclusión? Si llegáramos a comprar todos estos DLCs, la broma nos puede costar 30€, más de la mitad de lo que cuesta el juego.
Esa es la crítica, Sr. Sakurai. El elevado precio. Además de que me sorprende que un hombre como Vd. que afirmó odiar los DLCs se dedique a crearlos… Aunque rectificar es de sabios. Supongo…