Las amiibo han sido uno de los mayores aciertos de Nintendo. Con casi 15 millones de unidades vendidas en todo el mundo, se han convertido en todo un fenómeno de juguetes electrónicos. Un fenómeno que ha sido criticado por la mísera función que presentan en los juegos, siendo Super Smash Bros. 4 y Splatoon los más destacados de todos.
Pues bien, hoy, en el informe de Responsabilidad Social Empresarial de la Gran N tenemos un apartado muy interesante sobre estas figuritas que nos explica el desafío que supone desarrollar una de estas. Estas han sido las palabras de Masaki Amano:
Nintendo ha desarrollado una variedad de sistemas de juego tales como Wii U y Nintendo 3DS. Sin embargo, el desarrollo de amiibo fue extremadamente desafiante porque no pudimos usar nuestro conocimiento previo y tuvimos que proceder basándonos en el ensayo-error.
Por ejemplo, cuando hacemos una consola normalmente moldeamos cada parte mediante el corte de los metales directamente desde datos 3D usando las herramientas necesarias. Para una figura, sin embargo, no utilizas prácticamente máquinas para hacer los moldes, sino que hay que hacerlo a mano. Para amiibo, comenzamos creando un patrón; entonces tomamos ese patrón para desmontarlo y considerar cómo de fácil sería crear cada molde y colorearlo. Link, por ejemplo, tiene 24 piezas.
Usamos un enseyado para el primer molde, presionando la arcilla en cada parte del patrón y entonces lo unimos con silicona. Finalmente, tras repetir este proceso, usamos hierro para crear el molde de metal. Aunque no pudimos aplicar nuestro conocimiento y experiencia previa en ello, aprendimos mucho en el camino al tiempo que perseguimos la máxima calidad.
Sin duda, un procedimiento bastante complicado que tiene como resultado las preciosas figuras de los personajes de Nintendo. ¿Y tú, cuántas amiibos tienes?