Pocos videojuegos han logrado alcanzar la fama de la saga Metal Gear, y aunque nació en MSX en el año 1987, no fue hasta el lanzamiento de Metal Gear Solid en el año 1998 que se convirtió en lo que conocemos hoy en día. Desarrollado por el genio Hideo Kojima cuando todavía trabajaba en Konami, este juego no solo marcó un antes y un después en el género de sigilo, sino que también dejó una huella en la industria del videojuego. El próximo día 24 de octubre tendremos el lanzamiento de Metal Gear Solid: Master Collection Vol.1 en todas las plataformas y que incluirá Metal Gear Solid, Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty y Metal Gear Solid 3: Snake Eater.
Por ese motivo he visto necesario hacer un mes especial y tendréis cada semana hasta el lanzamiento de la colección un análisis sobre cada uno de los juegos y así revisar porque esta saga ha cautivado a tantos jugadores a lo largo de los años.
Metal Gear Solid es, en esencia, la continuación de los dos Metal Gear anteriores para MSX, que también estarán incluidos en la colección, y una de las razones detrás de «Solid» en el título es su innovación como el primer juego de la saga con gráficos en 3D. En el juego controlamos a Solid Snake, un agente especial enviado a la isla de Shadow Moses para detener los planes de un grupo terrorista liderado por Liquid Snake que tiene el control de un tanque bípedo con capacidad nuclear llamado Metal Gear REX, y amenaza al Gobierno de los Estados Unidos con un ataque nuclear si no reciben en menos de 24 horas los restos del soldado legendario Big Boss. La trama con todos sus giros inesperados lleva a los jugadores a través de conspiraciones militares, clonación genética y dilemas éticos, creando una experiencia narrativa única que iba más allá de lo visto en otros juegos de la época.
Metal Gear Solid fue una revolución en el mundo de los videojuegos al introducir mecánicas de sigilo profundas, pudiéndonos esconder en cajas de cartón, distraer a los guardias con golpes en las paredes y resolver ciertos rompecabezas para poder avanzar. Además, el juego cuenta con cinemáticas de alta calidad que se entrelazan sin problemas con la jugabilidad, dando una experiencia cinematográfica inmersiva nunca antes vista en juegos anteriores.
La influencia que ha tenido Metal Gear Solid en la cultura popular es innegable. Solid Snake se ha convertido en un ícono cultural y una representación muy reconocible del mundo de los videojuegos apareciendo en otras franquicias como Super Smash Bros de Nintendo. La música del juego, y sobre todo el famoso sonido de alerta, está en la memoria de todos los jugadores incluso si nunca han jugado a la saga o la conocen, convirtiéndose en un sonido instantáneamente reconocible.
Hideo Kojima implementó técnicas innovadoras, como el uso de la vibración del mando para simular los latidos del corazón de Snake en momentos de tensión. Además, Metal Gear Solid es el único juego de la saga con doblaje en español, con una interpretación vocal llena de matices y emoción, siendo uno de los mejores doblajes en español que se han hecho para un videojuego.
A pesar de las limitaciones técnicas de la PlayStation original, Metal Gear Solid contaba con gráficos bastante buenos para su época. Los modelos de personajes estaban detallados y los entornos realistas creaban un mundo inmersivo que, aunque actualmente lo veamos pixelado, era asombroso en su momento. La banda sonora, compuesta por TAPPY, añadía capas de emoción y drama a la experiencia del juego, complementando perfectamente las situaciones de sigilo y acción.
El impacto de Metal Gear Solid sigue siendo relevante en la industria del videojuego hoy en día. La colección que tendremos próximamente, que incluye los primeros tres juegos, es prueba de la relevancia de esta saga. La influencia de Metal Gear Solid se puede ver en numerosos títulos que han adoptado mecánicas de sigilo junto a narrativas envolventes, como la saga Splinter Cell, Hitman, Dishonored, y Assassin’s Creed, demostrando que el legado de Solid Snake continúa vivo en la forma en que jugamos y experimentamos historias en los videojuegos.
En mi opinión, Metal Gear Solid no solo es un hito en la historia de los videojuegos, sino también una obra maestra que ha resistido la prueba del tiempo. Su capacidad para contar una historia convincente mientras ofrece una jugabilidad desafiante lo convierte en un juego que sigue siendo muy disfrutable hoy en día y que espero que con la llegada a plataformas modernas más personas le den una oportunidad a esta magnífica saga. La semana que viene hablaré sobre el engaño de Kojima a todos los jugadores con Metal Gear Solid 2 y cómo logró superar a su antecesor.