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[Columna] La ironía nintendera ataca de nuevo

Hace unos años me negué a seguir llamándome a mi mismo nintendero ya que, para mi, simboliza una serie de estigmas en la comunidad de videojuegos (aparte de otras cosas buenas, claro) con los que no me siento reflejado. Por eso utilizo el término nintendista que Doug Bowser dio a los brasileños cuando la Switch llegó al país.

Esta semana, después de varios memes, he visto un espectáculo bastante lamentable con un compañero de prensa, el cuál ha argumentado perfectamente su análisis de Splatoon 3 así como defendido lo que muchos sabemos: se trata de Splatoon 2 pero más bonito. Yo no lo llamo «El mismo juego 3» porque sí considero que la segunda entrega se diferencia bastante de la original de WiiU.

No obstante, a esta tercera no puedo evitar llamarla «El mismo juego 2 2», pues no veo absolutamente nada que lo diferencie del juego original. Y si estás comentando esta columna un año después cuando Nintendo le meta cosas que lo diferencien, por favor, no te humilles, y no vengas con un «alguien tiene que pedir perdón«.

Por dos motivos: el primero es que no entra en los planes actuales del juego, y segundo que Nintendo no es una ONG o una santidad que hace lo mejor para nosotros, los pobres humanos que habitamos la tierra, sino que es una empresa más, aunque luego esté lo de su magia y otras cosas que ya sabemos los que amamos a la compañía.

El caso es que me sorprende cómo Overwatch 2 fue objeto de burla por ser El mismo juego 2, dejando claro que todos pensábamos lo mismo (porque así era), y con Splatoon 3 esa broma ya es como una ofensa, como un «cómo osa este payaso a menospreciar a la IP de mi Señora, la Gran Nintendo«. Es irónico ver cómo ahora la comunidad nintendera se toma esta broma como una ofensa.

Porque, ¿sabéis? Ningún adulto o chaval con dos dedos de frente te va a insultar o acosar por comprarte este juego. Cómpralo, disfrútalo y haz lo que quieras con él. Sin embargo, comprende que si tú estás haciendo una broma con algo y quieres que se respete (e incluso que se imponga), luego no llores si pasa lo mismo con el trozo de polígonos y programación del que, parece ser, depende tu vida.


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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Escribo en VidaoPantalla y opino en YouTube. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com

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