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En este texto hay spoilers sobre el anime ambientado en la época Edo: Samurai Champloo.

Imagínate no tener un hogar, no tener a nadie que te espere de vuelta, nada que te ate a un lugar en concreto. ¿Qué harías? Alguna que otra vez he pensado qué haría yo en esta situación, pero tras mucho cavilar siempre acabo llegando a la misma conclusión: ¿Qué hago si no tengo nada? Sin familia, sin amigos, sin posesiones… sin objetivo. Esto mismo es lo que le ocurre a una de las protagonistas de Samurai Champloo: Fuu. Fuu es una chica de 15 años que, huérfana, vive y trabaja en una tienda de té. Tras un día en el que dos hábiles samurais llegan a la tienda, esta acaba siendo quemada, y los samurais sentenciados a muerte. A cambio de salvar a estos dos samurais Fuu les pide que la ayuden a encontrar al samurai que huele a girasoles y así es como empieza esta historia.

Tres perros callejeros.

Nuestro trío protagonista está conformado por Fuu, Jin y Mugen, tres desconocidos unidos por el destino. Cada uno de estos personajes cuenta con un pasado y una historia propia. Cuentan con unas personalidades muy diferentes las unas de las otras, pero tienen algo en común: son personas que, desde hace ya mucho tiempo, se dedican a vivir la vidad sin rumbo alguno, pero que, gracias a su casual encuentro, se marcan una meta común.

Fuu, como ya dije antes, es una joven de 15 años de edad que tras la muerte de su madre y el abandono de su padre quedó huérfana. Desde ese momento vive y trabaja en una tienda de té cuyos dueños eran amigos de su madre.

Jin es un ex-estudiante de artes marciales del dojo de Enshiro Mariya. Se vio obligado a abandonar el dojo y vagar por el mundo tras asesinar a su maestro.

Mugen es también un usuario de las artes marciales, aunque de estilo muy diferente al de Jin. Su lugar natal es una isla en la que se retenían a algunos criminales japoneses.

Sabiendo esto podemos ver que estos tres personajes simplemente se dedican a vivir el día a día, trabajando jornadas eternas, robando para comer o desaciéndose de sicarios. Estas son situaciones que este grupo de tres personajes viven durante toda la serie.

La historia de un pueblo.

En su viaje, nuestros protagonistas se verán envueltos en la más grande miseria del pueblo japonés del siglo XVII. No son pocas las veces en las que Fuu es secuestrada (principalmente para que ejerza de prostituta), o que desmantelan tramas criminales, relacionadas también con la trata de mujeres y la venta ilegal de armas. De este modo el grupo principal suele actuar como el pez que nada contra la corriente que simplemente busca alcanzar su objetivo deshaciéndose de los obstáculos que se les interpongan.

En la serie se representa a un pueblo japonés subyugado por la indefensión, la incertidumbre y la desgracia. Un pueblo que en la mayoría de las ocasiones tiene lo justo para vivir día a día y cuya ‘estabilidad’ se puede ir a piques de un día a otro por el simple capricho de un cargo del gobierno. Está claro que la obra se centra en la clase obrera del pueblo japonés. En muchos capítulos contamos con una especie de narrador omnisciente que relata hechos históricos de Japón. Al final de estos episodios veremos como las acciones en las que los personajes se vieron involucrados desencadenaron en la resolución de un hecho histórico. Esto es lo que se conoce como intrahistoria: las pequeñas historias que surgen a raíz de sucesos cotidianos y que están detrás de los grandes hechos históricos, en este caso, la historia del pueblo japonés.

El hermetismo de Japón.

Un punto muy importante a tratar de Samurai Champloo es la actitud que presenta Japón a la hora de contactar con otras culturas. Podemos ver en varias ocasiones el rechazo de Japón frente a las novedades en cualquier ámbito. La oposición a la incorporación de nuevas culturas es el tema principal de dos episodios, en concreto el 6 y el 23. En el episodio 6 el trío protagonista protege a un holandés homosexual de la policía japonesa. Este personaje ve en Japón un paraíso en el que se respete su orientación sexual tras experimentar el rechazo que esta provoca en su país de origen. Por otra parte, en el episodio 23 un barco estadounidense con intención de establecer una red de comercio atraca en un puerto japonés del que es expulsado, tras una derrota en un partido de béisbol, debido a una orden del gobierno que prohíbe el desembarco de extranjeros.

Cristianismo.

Este tema no es tratado en demasiados de los episodios de la serie (alrededor de3 de los 26 episodios), pero de todos modos sigue siendo el causante de toda esta historia. Más que el cristianismo en sí, se trata de la persecución de los japoneses cristianos por parte del gobierno. La persecución del cristianismo en Japón es el motivo de que el padre de Fuu la abandonara a ella y a su madre para evitar que ellas dos fueran también perseguidas. La simple presencia de motivos  religiosos le dan  un aire místico y etéreo a la serie en su recta final. Se observa principalmente la miseria y la desolación que sufre estos cristianos debido al acoso del gobierno. Una vez Fuu llega a la isla en la que su padre se encuentra solo se pueden ver ruinas de lo que algún día fue una aldea marina y una iglesia a nada de ceder ante su propio peso.

Una mezcla perfecta entre la actualidad y los samurais.

Además de ver representados en este anime algunos elementos propios de la época contemporánea, donde más reluce este aspecto es en la banda sonora. Destaca el uso de canciones que se encuentran entre el jazz y el hip-hop. Estas están acompañadas por el propio comportamiento de los personajes y la forma en la que los movimientos son animados durante las batallas. Cambiando entre desplazamientos suaves, tajos rápidos y directos y batallas que en muchas ocasiones recuerdan a composiciones de breakdance, sobre todo cuando los protagonistas se enfrentan a grupos que los superan en número.

Samurai Champloo se trata, en resumen, de un anime que recomiendo a todo el mundo ver. Todos estos temas del pueblo japonés mencionados en el texto son acompañados de escenas muy divertidas. En cada episodio se nos presenta una historia nueva e interesante que de alguna manera acerca a los protagonistas a su objetivo final: encontrar al samurai que huele a girasoles. Además de lo dicho en este texto quedan muchos más temas sin tratar ya que, como acabo de decir, muchos de los episodios cuentan con historias propias, y en muchas ocasiones autoconclusivas, dignas de ser tratadas una por una. Por último no puedo no mencionar aunque sea al final el maravilloso trabajo de Shing02, Force of Nature, Michiko Evwana, Nujabes, Tsutchie y Fat Jon en cuanto a la banda sonora.


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Por pepis

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