Cada X tiempo suele haber debates en torno a los videojuegos. Que si la piratería, que si el modo fácil, que si cualquier cosa que ocurra en la industria es una prueba de que Crash será un DLC en Super Smash Bros. Ultimate (literalmente su comunidad dio por hecho que Nintendo le permitiría al presentador de los The Game Awards filtrar al personaje horas antes del estreno), y ahora lo ha tocado a la duración de las obras.
Este no es un debate que acabe de llegar, sino que lleva muchos años entre nosotros. El último caso popular fue el del remake de Resident Evil 3, al que dediqué una exhaustiva crítica en su momento, asegurando la gente que duraba 5 horas por un juego con un P.V.P. de 60€ (lo siento mucho, usuarios de consolas only digital). Aunque es cierto que para PC puedes encontrarlo por 30 y pocos euros en su momento en webs fiables de venta de claves, no podemos negar que se trata de un precio un tanto excesivo.
No obstante, y sin dedicarle más tiempo, el remake ofrece muchísima rejugabilidad, con una tienda llena de extras por desbloquear, y además, lo más importante, Resident Evil nunca se ha caracterizado por ser una saga con juegos largos. ¿El problema? Si vienen nuevos clientes, que tienen todo el derecho del mundo, se van a quejar porque no les renta pagar tanto por un videojuego que no van a disfrutar o que quieren que les dure más tiempo. ¿Mi solución? Cómpralo más adelante, cuando tú quieras y te sientas mejor con la inversión, no hay prisas, las prisas las tenemos nosotros, los fans.
Pero claro, es innegable que en la época actual llena de redes sociales y muchísima libertad para opinar, la gente obviamente va a hacerlo. ¿Y sabéis por qué? Porque el contenido negativo es lo que vende en las redes. Lo he vivido con mis propias carnes, ver como hablo bien de Octopath Traveler o The Legend of Zelda: Breath of the Wild y escuchar un silencio abismal, y toserles solamente un poquito y que todo el mundo venga. ¿Dónde estáis cuando hablo bien de las cosas, por qué solo aparecéis cuando hablo mal?
Esto es un problema, porque se está educando a los jugadores a generar únicamente contenido negativo. Nadie habla de lo largo que es Code: Veronica o Resident Evil 6, porque es mejor ignorar a uno por creer que es un spin off (Dios, como me revienta) y el otro porque es la piñata del odio. Pero, para que no os sintáis tan mal, que igual me he pasado, otro problema reside en los desarrolladores del videojuego, y es alargarlo sin ninguna necesidad.
A mi por ejemplo me sobra una gran parte del final de Tales of Vesperia, y lo mismo con Code Vein, Yakuza 4 y Yakuza 5, The Wind Waker (al menos en GameCube), o cualquier JRPG que te meta una mazmorra con 9000 mini jefes antes del jefe final. Ese es otro gran problema de los videojuegos. Títulos como Hotel Dusk ofrecen todo lo que tienen que ofrecer, todo está interconectado, no hay nada que se deje porque «no, es solo por rellenar», aunque habrá quién me lo quiera discutir con un par de personajes.
Los videojuegos tienen que durar lo que tienen que durar. Y entiendo que te duela gastar 60€ en un juego que dura 10 horas. Pero como seguramente dirás cuando tu empresa favorita compra un estudio, «deja que la gente haga con su dinero lo que quiera«.