Demon’s Souls lleva ya unos días entre nosotros, y aunque aquí no podemos disfrutarlo aún debido a que PlayStation 5 sale más tarde en España, en otros países como América o Japón ya llevan unos días la consola. Se trata del único título exclusivo de la nueva generación, con lo cual su desempeño técnico resulta de interés para muchos, ya que puede marcar qué podemos esperar técnicamente de los títulos de los próximos años.
Por suerte, Digital Foundry ha publicado un detallado análisis técnico del remake de Bluepoint Games, gracias al cual hemos podido saber el desempeño del juego y las mejoras gráficas respecto a la versión original de PS3.
Para empezar, ya sabíamos que Demon’s Souls contaría con dos modos: resolución y rendimiento. El director creativo del juego, Gavin Moore, declaró en una entrevista a Polygon que el modo resolución correría a 4K nativos y 30 fotogramas por segundo, mientras que el modo rendimiento usaría resolución dinámica a 4K para alcanzar los 60fps.
Sin embargo, según Digital Foundry esto no es del todo así, ya que dicen que el juego corre a 1440p fijos en su modo rendimiento. Esto queda lejos del prometido 4K dinámico, que consiste en una resolución variable que puede alcanzar, como máximo, 4K. Por ejemplo, Spider-Man: Miles Morales corre a 4K dinámico 60fps en su modo rendimiento, y tiene una resolución media de 1728p, sin bajar nunca de 1520p. Aunque comentan que el juego luce genial en ambos modos, y que en el modo rendimiento lo que perdemos es algo de nitidez en los detalles de los escenarios.
Por suerte, apenas hay bajadas de frames en ninguno de los dos modos, al contrario de la versión de PS3. Es decir, los jugadores de Demon’s Souls que opten por los 4K nativos tendrán un framerate rígido a 30fps, y los que sacrifiquen la resolución por más fps tendrán 60fps constantes. La única excepción es que, a veces, en el modo a 60fps baja ligeramente tras un viaje rápido; pero no es nada que pase constantemente, ni mucho menos.
Este remake hace uso de tecnologías modernas para mejorar lo máximo posible respecto a la entrega original. En PS3 la niebla era producto de simples texturas transparentes, mientras que la versión de PS5 hace uso de niebla e iluminación volumétricas, mejorando considerablemente la atmósfera del título. Hay más plantas en los escenarios, el agua reacciona con más realismo al movimiento del jugador, el cielo está mucho mejor logrado, las texturas 2D de las piedras de algunas paredes se han sustituido por modelados 3D que lucen mucho mejor, el clima está mejor representado, nuevo sistema de iluminación y sombras que hacen que el juego luzca mucho más realista… todo esto da como resultado unos escenarios que gozan de un nivel de detalle altísimo.
Como cabe esperar gracias a la altísima velocidad del SSD de PS5, los tiempos de carga se han visto extremadamente reducidos. En la versión original un viaje rápido tomaba alrededor de 24 segundos, mientras que en PS5 apenas supera los 3 segundos. Esta cifra es tan pequeña que las pantallas de carga del original se han sustituido por niebla, que hace más bien de transición. Gracias a esto la jugabilidad es considerablemente mejor, ya que ahora perderemos mucho menos tiempo por cada muerte, lo que nos ahorrará una agradecida cantidad de tiempo en nuestras partidas.
Parece que Bluepoint Games ha puesto todo su empeño en hacer, una vez más, un remake a la altura de las expectativas, y que han logrado explotar las capacidades del hardware de PS5. A partir de aquí, como en todas las generaciones, los juegos irán mejorando técnicamente, gracias a que los desarrolladores explotarán mejor las capacidades de la consolas con el paso de los años. El futuro parece prometedor.
También puedes ver el último gameplay de Demon’s Souls.