Es inevitable, llegan estas fechas y nos ponemos un poco ñoños con todo, es normal, a todos nos pasa, aunque quizás a mí un poco más que al resto, qué le vamos a hacer.
A lo largo de estos años he vivido muchas emociones creando contenidos en webs sobre videojuegos, he tenido un montón de compañeros -algunos difíciles de olvidar- que han estado aguantándome y enseñándome día a día. Todos empezamos alguna vez, eso está claro, y cada persona tiene sus ambiciones pero cuando se colabora en una web, revista online, en la que la obtención de ingresos es prácticamente nula, llegamos la mayoría a tener el mismo sueño: que un día el proyecto sea algo grande.
No me malinterpretéis, con esta opinión ni voy a echar por tierra a los redactores profesionales ni a obviar que la importancia en esto es ganar dinero, es algo más complejo e intenso. Cuando redactas para una web por el amor al arte es por algo; es una chispa que se enciende día si y día también que nos dice: ¡venga arriba ese ánimo, tenemos a un montón de gente a la que informar!, descubrir toda la información que nos llega de las compañías y alegrarnos nosotros mismos por saber de primeras novedades de nuestros videojuegos favoritos y sentir unas tremendas ganas de contárselo a todo el mundo.
Redactar por el amor al arte es quedarte despierto toda la noche viendo conferencias y ser los primeros en escribir lo que anuncian en nuestra web o como también gastarnos nuestros ahorros para poder acudir a algún evento y tener esa llamada ‘exclusiva’. Armarse de valor y dejar los miedos atrás para entrevistar a gente importante, vestirnos de Mario con un traje de novia para llamar la atención en los eventos o quedarse la noche en vela pegados a la pantalla porque una parte de un análisis no nos convence, emplear las pocas horas libres que tenemos al día para cumplir con nuestra función en el proyecto o simplemente revisar mil veces un artículo para ver si es suficientemente aceptable para el público es algo que vivimos todos los días, es una ilusión, es creer en algo y pocos casos así existen.
Como se suele decir, en esta vida hay de todo; unos fracasarán y otros triunfarán, unos llegarán a convertir esto en su profesión, para otros será un hobby más pero el hilo que nos une a todos es el mismo, la dedicación, el esfuerzo, las horas de insomnio… Y aunque esto parezca algo duro de llevar, la satisfacción de que la gente lee lo que escribes, que resultas de algún modo útil en la industria o que todos en general ven el empeño que pones en mejorar, incluso las mismas compañías, es algo indescriptible.
Para todos aquellos de mis compañeros y no compañeros que comparten la misma ilusión y afición que yo deciros: que nadie robe vuestras ganas de convertir vuestros sueños en una realidad. ¡Nos vemos in-game!