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La saga Tomb Raider se ha consolidado como una de las franquicias más icónicas de la historia de los videojuegos desde debut en 1996. Lara Croft, su protagonista, se ha convertido en un símbolo del género de aventuras y exploración, dejando una huella imborrable en la industria. Con el lanzamiento de Tomb Raider I-III Remastered, Aspyr y Crystal Dynamics revivieron los primeros títulos de la serie con mejoras visuales y ajustes en la jugabilidad. Ahora, han decidido continuar el legado con Tomb Raider IV-VI Remastered, una colección que reúne Tomb Raider: The Last Revelation (1999), Tomb Raider: Chronicles (2000) y Tomb Raider: The Angel of Darkness (2003).

Esta nueva recopilación busca ofrecer una experiencia optimizada para plataformas modernas, manteniendo la esencia de los juegos originales. Si bien las tres entregas incluidas representan diferentes momentos de la serie, todas comparten una narrativa más oscura y una evolución en la jugabilidad que marcó el camino de la saga antes de su reinicio en 2013. Para los veteranos, se presenta como una oportunidad de revivir sus aventuras con mejoras significativas, mientras que los nuevos jugadores podrán descubrir una faceta clásica de Tomb Raider con ciertas comodidades modernas.

Tomb Raider: The Last Revelation: Lanzado en 1999, The Last Revelation nos transporta a Egipto, donde Lara Croft, en su incesante búsqueda de reliquias, obtiene el Amuleto de Horus. Sin embargo, al hacerlo, desata una antigua profecía que amenaza con sumir al mundo en la oscuridad. La historia se desenvuelve en una ambientación opresiva y mística, con tumbas llenas de trampas, puzles ingeniosos y un fuerte énfasis en la exploración.

En su lanzamiento original, este título fue bien recibido por su atmósfera envolvente y el regreso a un diseño más centrado en la resolución de acertijos y plataformas. No obstante, también fue criticado por su falta de innovación en términos de mecánicas.

Tomb Raider: Chronicles: Publicado en el año 2000, adopta un enfoque narrativo distinto. La historia se desarrolla después de los eventos de The Last Revelation, cuando los amigos de Lara la dan por muerta y recuerdan sus antiguas aventuras a través de cuatro relatos independientes. Cada historia nos lleva a distintos escenarios, incluyendo Roma, una base rusa y una mansión llena de secretos.

Aunque la idea de explorar diferentes facetas de Lara es interesante, este título es considerado uno de los puntos bajos de la saga. Sus escenarios carecen del atractivo de anteriores entregas, y la fragmentación de la historia le resta impacto a la experiencia global.

Tomb Raider: The Angel of Darkness: Lanzado en 2003, The Angel of Darkness marcó la transición de la serie a la era de PlayStation 2, con una historia más oscura y mecánicas renovadas. Lara se encuentra envuelta en una conspiración que la lleva a recorrer París y Praga, enfrentándose a un misterio que involucra artefactos antiguos y experimentos oscuros.El juego introdujo un sistema de progresión, donde Lara podía mejorar sus habilidades, y una narrativa más cinematográfica.

Sin embargo, el desarrollo accidentado del título resultó en un producto final plagado de problemas. Los controles torpes, mecánicas poco pulidas y una historia inconclusa lo convirtieron en una de las entregas menos apreciadas por los fans. La remasterización no corrige todos los errores del original, pero permite jugarlo con mejores gráficos y algunos ajustes que mejoran la experiencia.

Uno de los aspectos más llamativos de Tomb Raider IV-VI Remastered es la posibilidad de alternar entre los gráficos originales y los remasterizados con solo pulsar un botón. Esto permite a los jugadores comparar las mejoras en tiempo real y apreciar la evolución visual de los juegos.

Los modelados de los personajes han sido refinados sin perder su esencia clásica, y los entornos presentan nuevas texturas y efectos de iluminación que realzan la atmósfera de cada juego. En The Last Revelation y Chronicles, el salto visual es notable en comparación con las versiones originales de PlayStation, aportando mayor detalle y profundidad a los escenarios.

Una de las actualizaciones más significativas es la introducción de un esquema de control moderno, diseñado para quienes no están familiarizados con el clásico «control tanque». Aunque esta opción hace más accesible la experiencia, puede resultar imprecisa en situaciones que requieren precisión extrema, como los saltos y plataformas pero por suerte podemos cambiar el tipo de control en cualquier momento.

En conclusión, Tomb Raider IV-VI Remastered ofrece una oportunidad única para redescubrir estas entregas clásicas con mejoras significativas. Si bien no corrige todos los problemas de los juegos originales, aporta ajustes visuales, mejoras en los controles y opciones adicionales que enriquecen la experiencia.

Para los fans de Tomb Raider, esta colección es una compra recomendada. Para los nuevos jugadores, dependerá de su tolerancia a las mecánicas clásicas. A pesar de algunas fallas técnicas, sigue siendo un testimonio del legado de Lara Croft y su impacto en la industria de los videojuegos. Podéis leer el análisis de la primera colección I-II-III aquí.

Este análisis ha sido posible gracias a un código proporcionado por Aspyr.


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