Tras un largo proceso de optimización, el estudio madrileño Brainwash Gang ha logrado lanzar finalmente Laika: Aged Through Blood en Switch. El juego, que tuvo su lanzamiento original en octubre de 2023, ahora busca una segunda vida en la consola de Nintendo. Desde aquí, queremos reivindicar a uno de los estudios más creativos del panorama nacional y que merece una mayor repercusión.
Una historia que deja huella en el género
Laika Aged Through Blood es un metroidvania, o mejor dicho, un motorvania, extremadamente desafiante y que no se anda con rodeos al contar una historia adulta y madura sobre la violencia, la maternidad y el estado opresor.
El juego tiene el combo completo: una historia excelente y un gameplay innovador dentro de su género. Da igual por qué parte empezar el análisis, pero tras haberlo reposado varias semanas, su historia sigue calando en mis huesos, suficiente como para destacarla por encima del resto.
La historia comienza tras un trágico suceso: la muerte de un niño inocente a manos de un grupo militarizado que gobierna con mano dura estas tierras. El pueblo de Laika se vio forzado a abandonar su hogar, sumido en una espiral de violencia que ya no pueden soportar más. Laika, empujada por esta situación, decide contraatacar con más violencia.
Dentro de esta dura historia también está la de Laika y su familia. Las mujeres sufren una maldición: son inmortales desde su primera menstruación hasta la primera menstruación de su hija. Esto explica por qué, al morir en el juego, volvemos a la vida, y os aseguro que moriremos muchas veces en Laika Aged Through Blood.
Las penurias del pueblo se reflejan en todos los detalles y conversaciones que mantenemos con sus habitantes. Han sido deshumanizados y expropiados de su identidad, hasta el punto de que el propio territorio ha sido reducido a nombres fríos y funcionales. Nuestro «hogar», por ejemplo, se llama simplemente Donde nosotros dormimos.
Durante toda la aventura veremos la relación entre la abuela, Laika y su hija, Puppy. A través del Walkie Talkie que llevamos, recibiremos actualizaciones sobre la vida en el pueblo y sobre la trama principal.
El resto de la historia y la evolución de los personajes es mejor que la descubras por ti mismo, pero era necesario este contexto para entender la profundidad narrativa del juego.
Dominar la moto: la clave para sobrevivir en Laika: Aged Through Blood
Si la historia de Laika Aged Through Blood es su pilar emocional, sus mecánicas son el motor que la impulsa, literalmente. Y es que para entender el juego, primero hay que presentar a su otro gran protagonista: la moto. Sin ella, Laika no se comprende. Solo en el poblado y en contadas ocasiones bajaremos de ella.
Recorreremos todo el mapa montados en nuestra moto, disparando a enemigos y realizando acrobacias. Tal es su importancia que, para recargar el arma equipada, deberemos hacer un backflip. El juego cuenta con parry, que realizaremos ladeando la moto en el momento preciso. Pero no es infinito: para recargar esta habilidad, deberemos hacer un frontflip.
El diseño del mapa está pensado para mantenernos en constante movimiento, encadenando acrobacias. Los enfrentamientos contra enemigos exigen que dominemos estas mecánicas, ya que si los disparos impactan en la moto, no sufrimos daño.
En Laika Aged Through Blood, morimos de un solo golpe. Al principio, puede parecer frustrante, porque moriremos muchas veces y la dificultad va en aumento a pesar de que consigamos nuevas habilidades o armas. Sin embargo, el juego ofrece numerosos puntos de reaparición, muy cerca del lugar donde hemos caído. El combate mejora cuando entendemos que no es solo un enfrentamiento de acción, sino un puzzle en el que debemos decidir qué enemigo eliminar primero y cuándo atacar. Al apuntar, el tiempo se ralentiza por unos segundos, ofreciéndonos un fugaz momento para pensar nuestra siguiente acción.
El juego está tan bien medido que los enfrentamientos contra jefes finales, aunque entretenidos, parecen un poco por debajo del resto. Aún así, saben aprovechar las mecánicas para ofrecer algún combate memorable.
Otro factor que eleva la dificultad es la limitación en la mira del arma: en ocasiones, el puntero no llega hasta donde está el enemigo, obligándonos a calcular la trayectoria del disparo. Es posible que la versión de PC, con la precisión del ratón, haga más llevadero este desafío. También en Switch, el control de las acrobacias puede fallar ocasionalmente.
Sabes que el juego es sublime cuando llega el momento en que tu cerebro hace «click»: ya no necesitas mirar a tu personaje para saber si has hecho la acrobacia correcta o si has recargado el arma; simplemente fluye, dejándote observar y estar pendiente el resto de la pantalla.
La espera en Switch ha valido la pena
El juego está muy bien optimizado en la plataforma de Nintendo. El reescalado de personajes y fondos apenas se nota en modo portátil. Más allá de alguna bajada de frames momentánea cuando hay muchos enemigos en pantalla, no hemos experimentado problemas técnicos graves.
Artísticamente, es una delicia, y no quería acabar sin mencionar la excepcional banda sonora de Beícoli, que eleva la sensación de viaje y los momentos compartidos con Laika. Además, la decisión de que la banda sonora esté incompleta al inicio y que debamos encontrar cassettes para desbloquear canciones es un toque original.
La campaña principal dura entre 15 y 20 horas, pero si, como en mi caso, te cuesta orientarte en un mapa o decides hacer algunas secundarias, la partida puede extenderse fácilmente más de 30 horas y sin haber completado todas las mejoras de armas o misiones secundarias.
Por último, las breves cinemáticas son preciosas. No hay muchas y son muy cortas, se entiende la limitación dado el tamaño del equipo, pero son tan bellas que solo podía desear tener más.
Laika: Aged Through Blood es un viaje inolvidable que merecía más reconocimiento
Laika: Aged Through Blood podría haber sido uno de los mejores metroidvania, no solo de su año, sino del género, si hubiese recibido la promoción adecuada. En un mundo donde el marketing puede decidir el éxito de un juego tanto como su calidad, esta joya merece mayor reconocimiento.
Con mecánicas innovadoras, una historia impactante y un apartado artístico sobresaliente, Laika Aged Through Blood pone de relieve la importancia de la historia de uno mismo a pesar de estar dentro de un sistema del orden mucho mayor. Ojalá su llegada a Switch le brinde la segunda vida que se merece.