No había visto nunca ninguna película de A Quiet Place ya que no soy mucho de ver películas y solo voy al cine de vez en cuando, ya que soy más en mi tiempo libre de jugar a algún videojuego. Sin embargo, con el anuncio de A Quiet Place: The Road Ahead sí me interesó más la saga y vi la primera película. Y hoy tras jugar a The Road Ahead vamos a hablar de mi experiencia.
Jugamos controlando a Alex Taylor, una joven que intenta llegar a un lugar seguro mientras el mundo se desmorona a su alrededor. Para los que conocen la premisa de las películas no hay que explicar mucho, el mundo ha sido invadido por alienígenas letales que no pueden ver pero cualquier sonido lo escuchan a kilómetros de distancia, así que debemos llevarla lentamente a un lugar seguro. Una breve introducción revela que Alex no solo es asmática, sino que además está embarazada. Es una premisa similar a la de la primera película, aunque con variaciones en los acontecimientos.
No todo ocurre en la oscuridad, pero los momentos más efectivos son cuando apenas podemos ver lo que tenemos frente a nosotros y necesitamos la linterna. Es todo una ambientación que funciona lo suficientemente bien y, aunque nunca sentimos realmente la presión añadida de que la protagonista está embarazada, los creadores aprovechan cada oportunidad para recordarnos que es asmática.
Cada acción que Alex realiza afecta sus pulmones, mostrado mediante un indicador de color en la esquina superior izquierda de la pantalla. ¿Tenemos que subir una pared? Nuestro indicador de asma sube. ¿Nos hacen cargar algo pesado? Sube el indicador. Incluso, al saltar desde un pequeño desnivel el indicador sube. A veces puede sentirse un poco exagerado, pero todo contribuye a la tensión del sigilo y la supervivencia. Si le exigimos demasiado, tendrá un ataque de asma, que como podéis imaginar no es precisamente silencioso. Podemos aliviar estos episodios usando inhaladores de un solo uso que encontramos, pastillas, o en situaciones extremas, completando un QTE para ayudar a controlar su respiración. Durante mi experiencia con The Road Ahead, solo llegué al límite una o dos veces, normalmente bordeando el desastre.
Esto se debe principalmente a las criaturas. Aunque a veces estamos solos en un área, la mayoría de las veces estamos cerca de uno de los alienígenas, y de cualquier forma, nunca estamos seguros en The Road Ahead. Estar a cierta distancia de una criatura significa que Alex entrará en pánico, aumentando la probabilidad de un ataque de asma. Los desarrolladores claramente han aprendido de los mejores, ya que The Road Ahead evoca la misma tensión y miedo que sentí jugando títulos como Outlast, Alien Isolation o incluso The Last of Us en ocasiones. Cuando la criatura está a centímetros de nuestro rostro y todo lo que podemos hacer es quedarnos en silencio, con el asma de Alex aumentando rápidamente es una experiencia muy tensa.
La necesidad de permanecer en silencio se refleja en todo el juego. Incluso si no podemos ver una criatura alrededor, estamos bajo la amenaza constante de hacer demasiado ruido y atraerla hacia nosotros. The Road Ahead ofrece un objeto que nos ayuda con esto: un dispositivo de mano que puede comparar el ruido ambiental con el que estamos haciendo, facilitando ver cuán ruidosos estamos siendo.
Tenemos las herramientas, pero el silencio sigue siendo clave. Debemos ser cuidadosos con el suelo que pisamos, evitando hojas secas, vidrios rotos, charcos, latas y más. El joystick izquierdo es nuestro mejor amigo, ya que rara vez necesitamos más que un ligero movimiento para mantenernos seguros. Pero si bajamos la guardia, basta un ruido fuerte para poner fin al viaje de Alex.
Creo que lo que realmente me gustó de The Road Ahead fue cómo los desarrolladores usan todos los elementos posibles para crear una sensación de tensión. Muchas veces me encontré arrastrándome, manteniéndome justo por debajo del nivel del ruido ambiental, sabiendo perfectamente que la criatura estaba justo detrás de mí y un solo movimiento en falso bastaría para que me destrozara. En una zona llena de hierba alta, hojas y charcos, realmente me quedé sin aliento mientras intentaba pasar justo al lado de la criatura. El ritmo lento del juego podría no ser para todos, pero aquellos que se adentren encontrarán una experiencia emocionante.
En general, me lo he pasado muy bien jugando A Quiet Place: The Road Ahead. Captura la atmósfera de las películas a la perfección, y me tuvo al borde del asiento mientras evitaba a las criaturas por poco. El uso del asma de Alex está bien , aunque a veces se siente un poco exagerado, pero agrega al miedo y al estar en silencio un añadido más. Es un gran título de horror y sigilo que aunque a veces pueda parecer repetitivo todo se junta en una mezcla que nos pone en tensión en todo momento.
Este análisis ha sido posible gracias a un código proporcionado por Saber Interactive.