Dustborn: aceptación, amistad y verdad

Dustborn ya está casi con nosotros. El juego desarrollado por Red Thread Games, distribuido por Quantic Dream, y publicado en físico en nuestro país por Meridiem Games llegará el próximo día 20 de agosto a las tiendas tanto en formato digital como en físico en variadas ediciones con muchas cosas que ofrecer. Hoy nos lanzamos a un mundo muy especial con estética de cómics, pero no antes sin pasar por su edición física y cómic precuela, allá vamos.

Dustborn nos lanza directamente al futuro de 2030, uno que está más cerca ahora mismo qué lo lejos que está 2010 (sentimos llamaros viejos) y los Estados Unidos están totalmente desunidos, con cada estado siendo ahora o una mezcla de varios o un país independiente y teniendo políticas completamente diferentes, todo esto gracias al «broadcast» una emisión de desinformación total que mató personas, corrompió a otras y le dio superpoderes a unos pocos.

Eso fue tan solo hace unos años, ahora en 2030, los estados siguen más desunidos que nunca con varias bandas tomando el control de las calles y muchos refugiados, algunos de ellos con superpoderes. Ahí es donde conocemos a Pax, nuestra protagonista, una chica de lo más intensa y cuyo poder se basa en las emociones fuertes y controlar a otros con ellas, junto a Pax conocemos a su novie Noam, un riquechon con los poderes de tranquilizar a la gente con su voz, todo lo contrario a Pax. Junto a ellos tenemos a Sai, mejor amiga de Pax, un poco ansiosa y cuyo poder se basa en lo físico.

Los 3 se verán envueltos en un robo al que se unirán con Theo, un humano normal y corriente que trabaja junto con una organización llamada The Weave y en donde tendrán que robar a los Puritanos, un set de humanos totalmente conectados con la tecnología y que se creen como los seres superiores.

Así es como empezará la aventura, con los 4 huyendo de Pacífica, la nueva California en donde todos los refugiados son bienvenidos, pero son usados como obra barata ya que no tienen papeles. Esto nos llevará a una épica aventura que nos llevará hasta Nueva Escocia, en Canadá.

La historia nos lleva a un divertido y emocionante road trip entre amigos desde California hasta Canadá, donde nuestros personajes montarán una banda de música como cover para ir pasando los diferentes estados y check points entre ellos y poco a poco se convertirán en una familia, yendo todos juntos a lugares como Liberty, casa de nacimiento de Pax y otros sitios conectados con estos personajes para descubrir más sobre ellos. Además a ellos se les unirán otros personajes como la hermana de Pax o otros invitados sorpresa que se unirán a un equipo que se irá expandiendo.

La trama se basa en la aceptación y la amistad, ya que en este mundo roto por la desinformación y el odio contra los refugiados y los Anormales, la gente con poderes, nuestra aventura nos lleva a través de diferentes estados con diferentes bandas que se basan en diferentes elementos como Justice, una policía creada para proteger que no lo hace; los rebeldes moteros; la banda cristiana o los ya mencionados Puritanos, entre muchos otros.

Además de ser Anormales, Pax es negra y refugiada, Pai es Musulmana, Noam es no binario y Theo es latino y cristiano, elementos muy importantes para la historia y que no te lanzan a la cara como en otras historias, sino que se introduce poco a poco en la historia para que vayas conociendo quienes son. A todo esto se les une un robot de lo más especial con sentimientos. Dustborn nos muestra caras de lo más variadas en un mundo que graciosamente no los odian por ser diferentes sino por ser Anormales y tener poder sobre los humanos normales por ello. Todo ello crea un espejo de nuestro mundo.

La trama está bien escrita pero le falta profundidad en muchas de las partes, ya que muchas de las veces o se ralentiza tanto para lanzarte a la cara algo obvio o simplemente no profundiza demasiado en algo que debería y esto realmente empeora la historia, ya que podría ser mejor.

Todo se basa en el libre albedrío y en cómo se usa ¿para odiar o para querer? Tu lo decides, ya que todo está en tu mano y en eso se basa el gameplay, en las decisiones cual Life is Strange, pero creemos que con aún mejor sistema que los juegos de Don’t Nod y Nine Deck, ya que aunque te den opciones van apareciendo o desapareciendo opciones cuando dejes la conversación fluir, no siendo ninguna fija y dándonos más opciones y poder de decisión.

A esto se le une el superpoder o Vox como le llama ella, de Pax, controlar las emociones fuertes de otras personas y es que hay diferentes elecciones durante la historia que podrás hacer usando este poder, aunque normalmente no recomendamos usar esta opción ya que repercute negativamente en otros personajes.

Según como trates a los diferentes personajes todos tendrán 3 tipos de personalidades diferentes y podrás ayudarles a llegar a cada uno de ellos, lo que te abrirá o cerrará opciones y creará diálogos únicos. Puedes cambiar de personalidades según como los trates y también dándoles coleccionables que encuentres en el mundo. Además podrás usar las características únicas de cada uno para arreglar problemas.

Y al superpoder de Pax se le une como abrir ese poder y dar nuevas opciones a este, el «cazafantasmas» y es que del broadcast quedan Echos de desinformación por todo el mundo y tendrás que cazarlos para desbloquear nuevas opciones del Vox de Pax.

Por otro lado tenemos el sistema de combate, un sistema muy sencillo con un bate con el que podrás atacar, lanzarlo cual escudo de Capitan America, mejorarlo y además también podrás usar el Vox de Pax de diferentes maneras durante el combate, lanzando gente por los aires o haciendo que se ataquen entre sí, entre muchos otros.

La mezcla de jugabilidad es una mezcla que se queda en algún punto entre excelente y menudo caos, tiene demasiadas cosas y eso realmente se agradece por que le da una variedad muy única, pero a la vez con tantas cosas como las que os hemos contado o incluso el minijuego de la banda simplemente sientes que todo es muy caótico y a veces no tan profundo como debería ser. Igualmente tiene un gameplay de lo más divertido.

El diseño artístico es de las mejores partes del juego siendo puro cómic y teniendo una estética de lo más especial que muy pocos juegos han podido recrear, sintiéndose como un cómic en vivo. Es más, los resúmenes de cada episodio son mini cómics.

El diseño gráfico es sin duda la peor parte del juego de lejos, por lo menos en la versión de Xbox One que hemos podido analizar, desde un rendimiento terrible con grandes caídas constantes de fps y latigazos de carga de mundo hasta bugs claros que no se van aunque reinicies el juego 6 veces. No impide jugar al juego, pero está claro que necesita unas cuantas actualizaciones para mejorar su desastroso diseño gráfico y rendimiento.

La banda sonora es sin duda la otra mejor parte del juego, siendo la base para mucha parte de la historia y avanzando junto a ella de una forma maravillosa.

Dustborn es un juego que se queda mucho en la superficie por querer hacer demasiado con demasiado, desde una historia que tiene tantos personajes y mundo que acaba quedándose muy por arriba hasta una jugabilidad que lleva tantos géneros encima que le cuesta profundizar mucho en uno solo, cosa que también afecta al diseño gráfico del juego.

Dicho esto, aún con estos claros problemas Dustborn es un juegazo de arriba a abajo con personajes de lo más queribles, una jugabilidad que experimenta en ciertos momentos y que se junta con un diseño artístico y banda sonora más que excelentes. Realmente lo recomendamos, ya que es una experiencia de lo más única.