Parece mentira que uno de los JRPGs más impresionantes que se han hecho jamás esté totalmente estancado e inaccesible a día de hoy. Pero luego uno recuerda que se trata de un juego que le pertenece a Bandai Namco y todas las piezas encajan. Lanzado originalmente en PlayStation 2, y llegando a Europa de forma oficial en una tirada muy limitada para Nintendo 3DS, sin la posibilidad de comprarlo en su tienda virtual, Tales of the Abyss es uno de esos pilares no solo de su saga, sino del género.
Una de esas obras que nos habla sobre el significado de nacer, sobre el por qué nacemos y estamos vivos, así como tratar un tema que, desgraciadamente, hoy en día sigue vigente: las horribles guerras, el cómo los soldados tienen que cumplir órdenes para sobrevivir, y el cómo los civiles sufren las consecuencias de los actos de quienes no están en el campo de batalla, sino que son quienes los ordenan.
Y es que puede que este sea uno de los motivos por los que Bandai Namco no quieran lanzar un remaster, ya que los temas que trata son extremadamente sensibles y podrían verse en polémicas, pues además de la guerra, se trata muy explícitamente el tema del suicidio. Tales of the Abyss no quiere hacerse el interesante, sino que te suelta todo su lore a la cara.
Esta crítica contará con spoilers del juego, pero los pondré por el final para que podáis disfrutarla tranquilamente. Sea como fuere, os avisaré con letras rojas cuando llegue el momento. Tales of the Abyss llegó en un momento muy extraño, la saga parecía que daba un salto de exclusividad hacia Nintendo con Tales of Symphonia, que empezó la era 3D de la franquicia.
Sin embargo, para PlayStation 2 llegaron tres juegos nuevos, siendo este el más ambicioso de todos. Primero tuvimos Rebirth, que no salió de Japón y que mantenía una estética pixel art y combates en 2D. Después apareció Legendia, que sí llegó a América, y aunque todo era en 3D, los combates seguían siendo en la clásica línea recta.
Por eso the Abyss fue un movimiento muy extraño, porque después de Symphonia, llegaron dos juegos que mantenían el clásico combate en línea recta (con cambios en Rebirth), y este parecía que entendía que había que volver a lo que se hizo en GameCube para darle un toque más fresco a la franquicia. Y el resultado fue de sobresaliente.
El sistema de combate era muy similar al de su predecesor de GameCube, pero este añadía algo que lo diferenciaba. En algunos momentos, los ataques mágicos de los personajes generaban círculos de colores en el suelo, y si se hacía un arte específico que tuviera que ver con su elemento, se podía hacer un ataque especial.
Esto genera mucha estrategia, pues una vez aprendes a controlar todos los movimientos de tu personaje favorito, se hace muy satisfactorio el combate. Además, se añadieron las mejoras de habilidades, por las cuales se pueden realizar actos como recuperarse en el aire, usar objetos en otros personajes (que Luke cure a Tear con un gel de manzana, por ejemplo) así como otras mejoras, y estas se pueden activar y desactivar, lo que hará que juguemos al estilo que más nos guste.
A ello se le suma la cámara de fonorrunas, que no es que sea una gran implementación, pero se hace curioso cómo podemos ir mejorando algunas artes, desde hacer que aumente su ataque, que baje su costo de PT, o que pueda tambalear o lanzar a los enemigos más lejos.
Al principio, eso sí, los combates serán muy difíciles, pues ya no solo ganaremos poca experiencia y subiremos lentos de nivel, sino que además el dinero escasea bastante, lo que nos impedirá conseguir armas y armaduras para mejorar nuestras estadísticas, así como objetos curativos o pócimas de vida. Especialmente habrá un combate que nos hará detenernos a farmear niveles y dinero, pero una vez se termina, el juego se tranquiliza.
Eso sí, llegando ya por lo que vendría siendo el último acto del juego, ya se convierte en un auténtico paseo, pues conseguirás más dinero y mejores armas. Para que os hagáis una idea, un combate contra un jefe que tenía 130.000 de vida me ha durado como minuto y medio acabar con él. Esto también se debe a que he jugado en dificultad normal, por lo que si queréis un reto, lo suyo sería aumentarla.
Concluyendo este apartado, el combate de Tales of the Abyss es bastante bueno, si bien muy similar al de Tales of Symphonia, mantiene su propia esencia y se hace divertido de jugar, pues los personajes de este juego son muy diferentes del otro. Son seis en total, y aunque puedan parecer pocos, no se echan en falta más.
Artísticamente el juego mantiene ese cell shading de Symphonia pero con un estilo más “realista” dentro de lo que caben en las limitaciones de PlayStation 2. La paleta de colores es una fusión entre verde y marrón, y le viene como anillo al dedo, pues le da mucha personalidad y carisma, y lo diferencia del resto de entregas.
En esta entrega se animaron a crear una animaciones en entornos en 3D muy cuidadas y trabajadas, pues en más de una ocasión verás cómo los personajes luchan fuera del combate con movimientos de cámara muy rápidos y fluidos, y sin ser tan “simples” como en Symphonia.
Además, en PS2 se mueve en perfectos 60fps, algo que esperemos su remaster mantenga (*ejem Tales of Symphonia Remastered ejem*), y a pesar de haberlo jugado en emulador, no he tenido caídas en ningún momento. Como podréis ver está traducido al español, y eso fue gracias al parche realizado por Tales Translations.
A nivel sonoro, Motoi Sakuraba y su equipo volvieron a hacer magia. Este es probablemente de los Tales of con mejor banda sonora, ya que tiene temas que se quedan en la memoria, que transmiten perfectamente lo que ocurre en pantalla y la psique de cada personaje. Destacar el tema principal, Karma, del grupo Bump of Chicken, TOP 3 openings de Tales of sin duda.
En cuanto al doblaje, yo lo he jugado con el japonés, y me ha sorprendido ver el casting de profesionales que han trabajado en la obra. Por parte del anime One Piece tenemos las voces de Chopper, Aokiji y Franky, de la franquicia Fate/ tenemos a Kotomine Kirei como el antagonista principal, Beatrice de Umineko no Naku Kori Ni, Xord de Xenoblade Chronicles, entre otros.
La historia principal nos puede llegar a las 35-40 horas dependiendo de cómo juguemos, y hay varias misiones secundarias por hacer, pero como clásico JRPG de su época, estas hay que descubrirlas para hacerlas, y si avanzas y no las has hecho, tendrás que empezar desde el principio para hacerlas.
Pasando ahora al tema más importante de la crítica, la historia y sus personajes, voy a dividir esta primera parte en una sin spoilers y, cuando llegue la de con, avisaré con texto en rojo para que dejéis de leer. Tales of the Abyss nos habla sobre los horrores de la guerra, sobre cómo un conflicto estúpido es capaz de dividir a la población y causar estragos en la vida cotidiana de los civiles.
Nos situamos en un mundo gobernado por la Partitura, un extraño artefacto que es capaz de predecir exactamente el futuro, y que ha creado una especie de dependencia entre las personas pues esta les marca su vida y, cuando te paras a pensar, no les permite tener una libertad individual, pues esta les dice lo que les va a pasar.
La Partitura es tan importante en este mundo que existe una Orden que la defiende cual deidad, mientras que existe otro grupo, el del antagonista principal, Vandesdelca, quiere destruirla ya que consideran que es un peligro para la humanidad y que esta no les permite ser libre. En la parte con spoilers hablaré más en detalle sobre esta.
El protagonista principal es Luke fon Fabre, un noble bastante mimado y engreído con el que al principio es bastante difícil encariñarse, incluso le acabará pillando muchísimo asco por su actitud, aunque hay que decir que Takumi Miyajima, la guionista del juego, hizo un trabajo excelente consiguiendo que lo odiáramos.
Durante un entrenamiento con su maestro, una misteriosa asesina llamada Tear intenta acabar con su vida, pero Luke lo defiende, generando un misterioso campo de fuerza que los teletransporta a una localización distinta. Es aquí donde ambos deberán unir fuerzas para volver a casa.
No entraré más en detalles específicos sino que os hablaré de cómo continúa la cosa. Pasado un tiempo nos encontraremos con Anise e Ion, la guardiana del Maestro Fónico de este mundo, un chico muy importante con un poder que solo él tiene. Guy, el fiel sirviente de Luke que tiene una aversión a las mujeres tras un suceso que verdaderamente llega a impactar.
Luego tenemos a Jade, un coronel importante que no perderá la oportunidad en ningún momento de vacilar a los demás o emplear el sarcasmo. Podríamos decir que Jade es quién saca siempre una sonrisa a los jugadores por su forma de ser, a la par que mantiene un aura de misticismo que logra mantener un gran interés en él.
Finalmente tenemos a Natalia. La verdad, creo que es el personaje más soso de todo el juego y uno de los que más fácilmente olvido de toda la saga. No es que sea un mal personaje, pero es demasiado cliché. Ya hablaré de ella en la parte con spoilers.
Tales of the Abyss hace un trabajo excelente mostrándonos el punto de vista de los soldados, aquellos que son enviados a matar y a morir por las guerras absurdas de quienes mandan, debido a un conflicto bélico entre dos naciones. Algo que llama la atención es cómo Luke observa como fuera del castillo la gente se ensucia las manos con sangre.
Lo mejor de todo es que no se queda solo en esto, sino que además podemos ver imágenes extremadamente impactantes que, desgraciadamente, estamos viviendo en el mundo real en estos momentos. No entraré mucho en detalles, pero cuando lleguéis a unas minas, agarraos porque se vienen las curvas más fuertes del juego.
La narrativa está perfectamente trabajada, en todo momento están en situación, hablando de lo que tienen que hablar, y no hay momentos para descansar, para cambiar de temas, para hacer como que no pasa nada con diálogos que no llevan a nada. Es sorprendente cómo consiguen que la narrativa se mantenga firme en todo momento y no flojee.
Y… Ya está, eso es todo lo que puedo decir sin seguir mordiéndome los puños para no escribir lo que ocurre. Es por ello que, a partir de este momento, comienza la parte con spoilers, así que tened mucho cuidado pasada esta siguiente imagen porque empezaré a destripar toda la historia.
La escena en la que Luke se da cuenta de su error al destruir Akzeriuth es simplemente escuela de cómo escribir a un protagonista. Como hacer que alguien odioso, malcriado y prepotente logre una redención bien trabajada al entender que no puede ser egoísta y que debe pensar en los demás.
Antes de ello tenemos una escena completamente desgarradora, en la que un niño está debajo de su padre muerto en una tabla apunto de morir ahogado en un mar de miasma, de veneno, con la impotencia de que nadie puede hacer nada para salvarle. Un niño que suplica ayuda a su padre y a su madre.
Ese es el Tales of que me gusta, ese que no tiene miedo a enseñar las cosas como quiere enseñarlas y con todos los detalles que sean necesarios. No tener que esconderse por las críticas que se les pueda hacer desde un sector más conservador y “quejica”. Y eso lo vamos a ver sin tapujos ni censuras.
Porque un juego que quiere explicar los horrores de la guerra tiene que ser explícito y dejarse de tonterías Disney para ocultar lo que no debe ser ocultado. La guerra, con perdón de la expresión, es una mierda, y solo genera dolor, sufrimiento, desigualdad, hambre y pobreza, entre otros muchos horrores, y quién defienda a cualquier bando, me da igual cual sale, que está matando gente, no tiene derecho a dar lecciones de nada.
Pero bueno, que me voy por las ramas por la impotencia que me genera. A partir de esta escena es cuando realmente empieza Tales of the Abyss después de presentarnos su mundo, a sus personajes y sus antagonistas. Estos conocen un proyecto conocido como fomicrímia que permite crear réplicas exactas de los seres humanos.
Aquí ya vemos el primer dilema ético y moral que consiste en duplicar a las personas, quitarles su identidad individual para que otro ser vivo la tenga a la par. Y es ahí donde entra Asch, pues tras lo ocurrido en Akzeriuth, le revela a Luke, nuestro protagonista, que él es su réplica.
Luke entra en pánico al saber que toda su vida ha sido una mentira. Y esto le hará preguntarse el por qué está vivo, el cuál es su motivo para seguir viviendo y luchar. Llegando al punto de querer suicidarse para salvar a la humanidad. Por supuesto, su evolución no es “vale cambio 100% desde ya”, sino que aprende de su error, sabe que debe enmendarse, pero le cuesta.
No obstante, la evolución está bien trabajada, haciendo ver a Luke sus errores y, al mismo tiempo, que los demás tienen también sus demonios internos. Jade creó la fórmula que le dio vida para resucitar a una persona que amaba, Anise tiene que traicionar a su equipo para salvar a sus padres de la extorsión de su jefe y Guy, su fiel amigo y sirviente, le odiaba tanto hasta el punto de querer matarlo por los pecados de su padre.
Luke desde luego cometió un error muy grande, y probablemente sea el más grande de todos, pero eso no significa que los demás no cometan también errores muy grandes. Y es que ese es otro mensaje muy “bonito a la par que triste” en las guerras, que da igual quién empiece o quién haya matado más, importa lo que ha ocurrido.
Tales of the Abyss es un JRPG muy especial. Tuvo la responsabilidad de volver a un 3D verdadero después de lo que supuso Tales of Symphonia, y a día de hoy muchos lo consideran como la mejor entrega de la saga por encima de Symphonia, que se podría decir es “el Final Fantasy 7 de Tales of”.
Es un videojuego necesario para entender los horrores que tiene la vida. Los horrores que tiene la discriminación entre personas, en este caso nada de humanos y elfos, sino entre humanos, en conflictos bélicos en los que los civiles siempre son las víctimas de la ambición de unos pocos.
Por eso creo que Bandai Namco no quiere relanzar esta entrega. Porque si Nintendo retrasó Advance Wars 1+2 Re-Boot Camp, no me extrañaría que un juego que expone de forma muy explícita a dos bandos en guerra pueda ser igual de polémico y hasta prohibido en algunos países (como Rusia, por ejemplo).
Si has leído hasta aquí significa que te has pasado Tales of the Abyss y ya sabes de lo que va, pero si no es el caso, aunque te hayas tragado todos estos spoilers, te invito a que pruebes esta obra. No he comentado mucho más porque quiero que cada cual descubra este mundo sin saber absolutamente todo.
Porque los videojuegos son otra expresión de arte para criticar a nuestro mundo real. Y hoy, más que nunca, necesitamos más a Tales of the Abyss y su mensaje anti conflictos bélicos.
Todos los artículos del #AñoTalesOf