Ser fan de Tales of es deporte de riesgo porque nunca sabes por dónde te va a venir Bandai Namco. Es decir, un día saca una obra maestra del JRPG como lo es Tales of Berseria pasando este juego sin pena ni gloria pero quedando recordado como una de las entregas con la historia más potente de la saga, así como la mejor protagonista (y eso lo dice nuestra comunidad en todas las encuestas que hemos hecho).
Después revienta todas las ventas de la saga con Tales of Arise, consiguiendo que la gente hable de esta saga, llamando a nuevos públicos, haciendo que la gente hable de Tales of, para luego lanzar otro gacha que nadie quería, cerrar su servidor y el del gacha que tenía enamorado a medio fandom, un remaster totalmente cuestionable que no era necesario, un DLC para un juego que decías que no iba a tener, y finalmente cerrar el último gacha activo.
Bandai Namco es completamente impredecible, nunca sabes por dónde te va a tirar. Por eso yo no puedo decir nada de cómo veo el futuro de la saga, porque lo mismo ahora te anuncian un nuevo Tales of de la saga principal, un remaster de Tales of the Abyss (muy pronto la crítica, por cierto), ports de ambos Tales of Xillia, o un spin off que, ojalá, podría ser un Tales of Warriors.
Pero fuera de todo esto, sí hay una cosa que sé, y es que todas esas habladurías de que la saga está muerta o va a morir no son más que habladurías. Tales of no es la única saga JRPG que se ha visto en fregados como este, y como fans debemos aceptar la triste realidad: no es una saga para hacer varios juegos rentables.
Una cosa es Dragon Quest, que sacó su onceavo juego en 2017 (Berseria salió en 2016 en Japón y Arise en 2021) y aún no se sabe nada nuevo del doceavo juego. Y desde ese año han salido cuatro spin offs para consolas y dos para móviles (de lo que salió de Japón, más información aquí). ¿Damos por muerto a Dragon Quest también?
Obviamente no. Entiendo que hay muchísimo recelo contra las decisiones de Bandai Namco con los juegos que no están basados en licencias de anime o no son Souls, Tekken y Soul Calibur, pero por el amor de Martel. No nos convirtamos en la gente del palo «Stadia matará los videojuegos, Epic Store matará a Steam», porque luego ya sabemos cómo acaba todo.