Tales of Symphonia es ese JRPG legendario con una historia que se te queda marcada en el alma al tratar un tema realista que nos afecta a todos en nuestro mundo: la discriminación. Si bien todos somos humanos y no existen los elfos y semielfos, cada conjunto de humanos tienen sus propios rasgos que los diferencian de otros.
Pero estas diferencias no son más que estéticas y/o culturales, pues al final, si nos pegan un tiro en la cabeza, nos vamos a morir, seamos cómo seamos, de dónde seamos, tengamos el rango que tengamos. Por desgracia, esto es algo que no todo el mundo comprende, y se genera una cantidad infinita de racismo, xenofobia, odio y, en definitiva, discriminación.
Y esto es algo que nos afecta a todos. Tendemos a creer que pertenecemos al grupo de los malos y que los demás son las víctimas, cuando aquí todo el mundo es igual de víctima. No se libra nadie, y esta es una cruda realidad con la que vamos a tener que convivir prácticamente toda nuestra vida, y para toda la eternidad.
Al final, siempre nos quedarán las obras de ficción que intenten mandar esos mensajes de convivencia, que el racismo que no llega a ninguna parte, que el odio solo genera más odio. Pero por desgracia, esto no es más que ficción, y aunque podamos llegar a controlarla, contéstame tú que estás leyendo este artículo: ¿cuántas veces has defendido a alguien por sufrir discriminación, y luego has sido tú quién ha iniciado una campaña de odio o participado en ella hacia otra persona?
Un ejemplo más claro, y del que hablaré más en profundidad cuando hablemos de Tales of Vesperia. ¿Cuántas veces has criticado a un político de tu país, de la ideología contraria a la tuya, por cometer un acto cuestionable o de corrupción, pero has mirado hacia otro lado cuando el político de tu ideología ha hecho exactamente lo mismo?
Eso también es discriminación. Y la hacemos sin darnos cuenta, o peor aún, siendo conscientes pero quitándole importancia. Esto es verdaderamente horrible, pues nos hace cómplices del odio y nos deja ver cómo es imposible destruir la discriminación. ¿Al final es la solución que todos seamos iguales como decía Mithos Yggdrasill? No lo sé, pero tras este alegato, empecemos con el artículo de verdad: por qué Lloyd Irving se equivocaba.
El objetivo de Lloyd y el de Mithos son básicamente el mismo, acabar con la discriminación. Sin embargo, mientras Mithos tenía sus métodos, Lloyd tenía los suyos, y realmente yo no puedo culpar a Mithos. No entraré mucho en detalles porque ya lo comenté en el artículo que le dediqué, pero a modo de resumen, cuando a ti te tratan como la basura, es normal que aparezca un sentimiento de odio que te haga querer hacer cambios.
Y esto no tiene por qué ser algo bueno o malo, simplemente está ahí. Obviamente, destruir el odio con más odio es igual de odiable, es ahí donde entra Lloyd y su pandilla, pero más en concreto vamos a hablar de Lloyd, al ser el líder del grupo. Lloyd es la contraparte de Mithos, él quiere acabar con el odio con la bondad, y para ello su objetivo es descubrir una forma de hacer que nadie tenga que seguir sufriendo.
A lo largo de la aventura, descubre que el mundo está dividido en dos para que las corrientes de maná puedan alimentar a la Semilla Magna, de tal forma que Martel, la hermana de Mithos, pueda seguir viva. Esto claro conlleva una serie de implicaciones que hace que un mundo tenga más maná que otro, siendo este Tethe’alla, mientras que Sylvarant está en declive.
El objetivo de Lloyd tras descubrirlo es permitir a la Semilla Magna que germine para crear un nuevo Árbol Magno que de maná suficiente a todo el mundo para que no haya más guerras, al mismo tiempo que une ambas dimensiones en una. Y es aquí cuando ya empezamos a ver los problemas que implican los actos de Lloyd.
Lo primero de todo, si bien sus intenciones eran loables, Lloyd tomó una decisión que afectaría a dos mundos enteros. Una decisión que afectaría a millones de personas, y él en ningún momento siente esa responsabilidad, simplemente cree que es lo correcto y que eso hará. Sí, Mithos hizo lo mismo, pero el juego nos deja claro que a él le da igual el mundo, que solo le preocupa su hermana. Mithos es egoísta, pero con Lloyd te quieren hacer creer que no.
La unión de los dos mundos, efectivamente, acaba saliendo mal. El Árbol todavía no es lo suficientemente poderoso para ayudar a todo el mundo, y los ciudadanos de Sylvarant que siguen sintiendo odio hacia los de Tethe’alla han formado su propia resistencia, Vanguard, para obtener el poder y vengarse de aquellos que les estaban oprimiendo, fueran conscientes o no.
Luego sí que es verdad que pasa algo con el líder que lo están manipulando, pero eso es ya otra historia. Volviendo al Symphonia original, Lloyd dice no querer sacrificar gente, pero él mismo asegura que mucha gente ha muerto por su culpa, que ay que penita, pero ya está. No hay implicaciones ni nada. La única víctima de Lloyd que entiendo es Kvar, pues él se vanagloria de haber experimentado con su madre y básicamente matarla.
También está Magnius, que es posible entenderlo debido a que él también estaba manipulando a una ciudad como en Iselia, pero luego está Forcystus el cual siento una sensación agridulce. Sí, él convirtió a Marble y disparó a Colette sin llegar a matarla, pero me sorprende que Lloyd después lo asesine y cuando Kratos le cuenta su pasado, muy parecido al de Mithos, diga que igual habrían sido buenos amigos, como si no hubiese pasado nada.
Y es que con Forcystus tenemos otro caso de tomarse la justicia por su propia mano. Entiendo que Lloyd sea al final un chaval que no es consciente de lo que hace, pero sabiendo que había un pacto de no agresión entre Iselia y su granja humana, si bien eso es un engañabobos y parecía que querían matar a Colette en el Templo de Martel, él no podía tomarse la justicia por su mano.
Por culpa de ello, Iselia fue masacrada y Marble fue convertida en un monstruo. Y el juego te deja casi a entender que ay que mal pero que era necesario para avanzar en la historia. En resumen, tenemos muertes que se podrían haber evitado, actos egoístas sin tener en cuenta la opinión del resto del mundo, y un fracaso en la unión de los dos mundos con el surgimiento de Vanguard.
Lloyd se equivocó. Es imposible cambiar al mundo. Por más que tus actos sean bondadosos, eso no quita tus errores y las consecuencias de tus actos. Tú habrás sufrido, pero hay más gente que también sufre, y a la que no se le da ningún tipo de importancia ni altavoz. Mithos estaba dispuesto a sacrificarlo todo para iniciar una nueva era, pero Lloyd solamente ofrecía un parche que arreglaba bien poco (como el que hizo Bandai Namco para el remaster de su juego en Nintendo Switch).
¿Uno tenía más razón que otro? Eso ya es para otro momento. Lo que sí sé es que, si bien es verdad que los métodos de Lloyd eran mucho menos dañinos, solo eran eso, menos dañinos, pero no dañinos. Lloyd Irving se equivocaba, y, ¿sabéis qué es lo mejor de esta experiencia?
Que gracias a Martel esto es solo un videojuego y no afecta a nuestra vida real, pero lo que hemos vivido en este juego sí podemos usarlo en nuestro mundo para encontrar soluciones. Quedémonos con eso.
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