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Yo solía ser fan de Xenoblade Chronicles

Recuerdo que era 2010 o 2011 y mi hermano encendió la Wii para jugar a un juego que acababa de comprar legalmente en la tienda como hizo la gran mayoría de usuarios de Wii en esa época con ese juego concreto. Este era un título muy extraño llamado Xenoblade Chronicles, y desde el primer momento nos enamoró por completo.

El público nintendero, por lo general, no suele jugar JRPGs que no sean casuales, y quiero hacer la aclaración de que ser casual no significa absolutamente nunca que tengas que ser malo. Si eres bueno eres bueno, y si eres malo eres malo, y ya te puedes llamar como quieras. Esto lo digo porque ya me ha caído mucha crítica de la gente que me escucha decir esto y se cree que ser casual (o de nicho) es algo malo.

El caso es que, volviendo al tema, pocos son los JRPGs que Nintendo ha tenido en exclusiva (o que se hayan lanzado ahí) en las eras de Wii, GameCube y N64: Tales of Symphonia y algunos spin off de Final Fantasy, por lo menos de aquellos que nos acordemos. De hecho, aunque Nintendo tiene JRPGs un tanto casuales, tiene algunos muy fuertes, como la saga Mother o Fire Emblem antes de la llegada de Awakening.

Por eso sorprendía mucho, para unos chavales que solo podíamos tener en casa un ordenador y una consola de Nintendo por temas económicos, ver un juego como Xenoblade Chronicles. Antes de continuar quiero aclarar que voy a tener que soltar spoilers de los tres juegos numerados. De Xenoblade X no soltaré ninguno ya que entiendo que la mayoría no lo habréis podido jugar, pero os dejaré mi análisis por si queréis leerlo.

Xenoblade Chronicles me enamoró por completo. La historia era algo parecida a la de mi JRPG favorito, Tales of Symphonia, el mundo semi abierto era un soplo de aire fresco para el público de Nintendo, la banda sonora de escándalo, visualmente era también muy hermoso y, en general, era algo único que se diferenciaba del resto. Era algo único.

A día de hoy me he pasado el juego unas cinco veces, y nunca me canso de hacerlo, pese a la enorme cantidad de misiones de recadero y el inevitable farmeo. Por suerte, esto no sería nada obligatorio para avanzar… Hasta la siguiente entrada.

Yo solía ser fan de Xenoblade Chronicles

Cuando se anunció para WiiU el proyecto X muchos pensábamos que sería un nuevo Xenoblade, y efectivamente así fue. Pero lo que más nos sorprendió fue el cómo mandó todo lo que el primero hizo a otro lado para crear un mundo abierto gigantesco, lleno de secretos por descubrir, con un avatar como personaje principal, una mejora en el sistema de combate, varias clases y, en general, un JRPG tremendo e irrepetible.

Sin embargo, esos aires de MMORPG que tenía suponían un problema, y es que te obligaban a detenerte para poder seguir avanzando, ya que tienes que hacer misiones específicas para poder seguir avanzando, y algunas son digeribles, pero cuando te toca “ten nivel 1 de afinidad con estos dos personajes específicos que no tenías en el equipo”… Pues la cosa se complica.

Por suerte son cosas que se superan jugando, por lo que no depende de nada más que de ti. Y mientras exploras todo, haces las secundarias, vives su mundo como una segunda vida… No digo que no lleguéis a cierto capítulo por el final en el que ya querréis ir acabando con ganas de seguir avanzando, porque yo también he tenido que abandonar un par de veces al juego por eso.

Pero sabiendo todo lo que hay por hacer, y sabiendo lo único y especial que es el juego, llegas a perdonarlo mientras vives tu segunda vida. Lástima que no pueda decir lo mismo del que viene.

Cuando se anunció este juego mi reacción inicial era de “¿por qué?” Esperaba que el juego no fuese una secuela, pero al final, pese a todo, acabó siéndolo. De hecho no lo jugué de salida por pereza, pero tras el anuncio del cuarto juego ya sí quería jugarlo para poder opinar de él. Hoy en día es la experiencia más triste que he tenido con un JRPG bien hecho.

Para aclarar, cuando digo JRPG o videojuego bien hecho me refiero a una obra que pasa por estándares de calidad antes de salir al mercado. Videojuegos como el E.T. de la Atari o Superman 64 no pueden siquiera considerarse como tal, por lo rotos que salieron al mercado. Hasta entonces Tales of Symphonia: Dawn of the New World ostentaba el puesto de peor JRPG bien hecho que había jugado en mi vida. Hoy, para mi, por supuesto, lo es Xenoblade Chronicles 2.

Para no extenderme mucho, mi problema con el juego es una historia que apenas llega a nada, personajes un tanto aburridos (aunque Rex me parece un buen prota, algo como Sora, un chavalín que comete errores pero no deja de ser un puberto), fanservice excesivo para un juego que tiene por nombre Xenoblade Chronicles, y lo peor: el sistema de gacha.

Yo solía ser fan de Xenoblade Chronicles

No tengo problemas con la existencia de los gacha, yo mismo me he viciado a Tales of Crestoria y me encantó pese a tener un drop rate horrible. Ahora, que un JRPG tenga esto como mecánica principal, que yo tenga que depender del azar para continuar porque me pides habilidades que no tienen los blades base, es algo que no puedo disfrutar.

Porque puedes usar los cristales más fuertes para que te salgan blades cutres, o lanzar el cristal más débil y te salga KOS-MOS, como me pasó a mi. Sumado a todo lo demás, para mi gusto personal, y no como una verdad objetiva que todo el mundo debería obedecer, Xenoblade Chronicles 2 es mi mayor decepción con un JRPG, y no soy capaz de volver a jugarlo.

Tengo entendido que el DLC de Torna arregla cosas, pero honestamente, si el juego base no me ha gustado, las ganas por jugar el DLC son bastante bajas.

Tenía esperanzas. Tenía muchas esperanzas puestas en Xenoblade 3, pero por desgracia todas se esfumaron más pronto que tarde. No me quiero tampoco enrollar mucho, porque para eso tenéis mi crítica completa del juego, por lo que voy a resumirlo lo mejor que pueda. En general, tengo que decir que disfruté mucho de Xenoblade 3, salió en una época en la que no había mucha faena en mi trabajo y, cuando nos preguntaban si nos queríamos ir antes de tiempo, por lo general siempre digo que no, pero en esos días decía que sí porque quería jugarlo.

Atesoro esos momentos y también las misiones secundarias, que si bien no eran la gran cosa, estaban muy bien implementadas. Y el sistema de combate era simple, pero estaba bien (Sena besto girl, por cierto), e incluso me moló muchísimo que los malos estuvieran en un cine. Ahora, ¿cuál era el problema? Simple: la historia era ultra predecible y además confirmó mi sospecha, la saga se había casualizado.

La historia no te deja ningún momento de intriga o de desconocimiento lejos de qué pasaría con los villanos o antagonistas. Realmente me sorprende ver cómo hay gente que le pilló por sorpresa que el chaval cónsul que tenía tripita como el niño de pelo verde del pasado era efectivamente él. O que el señor que se llama N y tiene los ojos de Noah es otro Noah. Supongo que no han jugado al equ… Ups, no, nada nada.

Y sobre el capítulo 5 que todo el mundo flipaba… ¿No es un poco triste que, de toda la historia de un JRPG, de lo único de lo que se hable sea de un simple plot twist? Encima uno que no llega a nada porque a los 15 minutos todo se resuelve como con prisas, como si eso no importase nada. Y, de nuevo, tenían que conectarlo con los dos juegos numéricos previos porque sí, y encima para ver el supuesto final de la trilogía tienes que pasar por caja con un DLC…

Cómo es posible que una saga que empezó como el nuevo JRPG tocho de Nintendo acabó convirtiéndose en algo casual. Cómo algo que tenía potencial para ser una de las grandes franquicias del JRPG que cuidaban su contenido, se preocupaban por pillarte por sorpresa, no abusaban del fanservice y demás acabase siendo como acabó.

Me da mucha lástima porque sé que Xenoblade Chronicles puede ser mucho más de lo que es, pero al final es el cliente el que tiene la razón, y los clientes de Nintendo han hablado: “esto es lo que queremos”. Y, como uno no puede remar a contracorriente, yo creo que me bajo del barco.

No sé cuándo saldrá Xenoblade Chronicles 4, ni si existirá un Xenoblade X 2, pero ocurra lo que ocurra, yo no quiero seguir avanzando. Quiero quedarme con el primer juego, con el segundo, el tercero olvidarlo, y el cuarto… Igual puede que caiga una rejugada para refrescar. Y creo que es lo mejor que puedo hacer.

Si eres un verdadero fan de la saga Xenoblade Chronicles, te pido que por favor respetes esta decisión que he tomado. Estaré encantado de debatir el tema de la casualidad o cualquier otro detalle que quieras, pero yo no quiero seguir avanzando. Creo que es lo mejor, al fin y al cabo, si no te gusta… No juegues. Así de simple.


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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Escribo en VidaoPantalla y opino en YouTube. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com