Estas últimas semanas no he parado de escuchar críticas y quejas sobre Forspoken, así como alabanzas y alagos por el juego. Al final todo se resume en lo mismo: decir lo que todos sabemos pero que parece que no lo sabemos y necesitamos repetirlo una y otra vez.
«No, es que no tienes que tener juicio por lo que digan los medios o las notas, tienes que tener tu propio criterio y jugar tú a la obra«. Madre mía, de qué monte sagrado han aparecido estos monjes de la sabiduría ancestral. En mi caso, he jugado cinco minutos a la demo en Steam y me ha llamado la atención, pero quiero tener tiempo para poder jugar tranquilamente.
No voy a hablar, por lo tanto, ni del juego ni del tema de las notas, porque repetir lo mismo me parece un poco innecesario. De lo que me gustaría hablar es de un tema que veo poco que se hable, y es el tema de si los videojuegos han llegado finalmente a su límite gráfico.
Para no perder espacio hablando de la diferencia entre estilo artístico y potencial gráfico, lo voy a comentar y confiar en que sabéis la diferencia entre ambos. En mi caso, creo que este juego se ve exactamente igual a cualquier otro de la era actual que también intente vender gráficos ultra realistas.
No digo que esto sea algo verdaderamente malo, pero sí creo que hemos llegado a ese momento en el que vemos una pasada como esta y algunos se atreven a espetar «gráficos de PS3«, y no creo que tengan ninguna razón en ello. Ahora, si seguimos así, dentro de dos generaciones podrán decir «gráficos de PS5«, y muy probablemente tengan razón.
Tiempos de carga inexistentes, gráficos ultra realistas, 120fps estables… ¿Qué nos puede deparar en el futuro? ¿Hemos llegado finalmente al límite, hay algo más que se pueda hacer, o simplemente mantener el estandar actual en este tipo de videojuegos? Me interesa mucho vuestra opinión.