Seguramente os habrá pasado que se anuncia un videojuego con el que generáis un hype que os cuesta controlar. Cuanta más lejana es la fecha de lanzamiento puedes estar moderadamente en paz, pero cuando ves que el momento se acerca, todo cambia y llega a ser incluso angustiante.
Especialmente porque ves que ya no tienes tiempo para probar otras obras. Hace cosa de un mes empecé Dragon Quest 11, mi primera experiencia en la saga, y tuve que dejarlo no solo porque me encontré con un jefe que requería pararme a farmear, sino también porque se acercaba el 28 de octubre. En esta fecha han salido dos títulos que estaba esperando con ansias: Bayonetta 3 y la expansión de Resident Evil Village.
Incluso empecé una partida de mi juego favorito del año, el Triangle Strategy, y he tenido que dejarla. A ello súmale mi trabajo, que estas últimas semanas he estado de vacaciones, por lo que mi mente no ha podido estar tan ocupada. El caso es que el hype me ha podido esta última semana y las ansias eran muy elevadas.
Gracias a la paciencia que llevo prácticando años he podido compaginar ambos títulos, y ahora estoy muy centrado en Village para poder disfrutar poco a poco del regreso de la bruja de Umbra, pero ahora yo os pregunto: ¿quién se ha pasado ya el juego? ¿No os parece un poco… Triste? No en el mal sentido de la palabra.
Es decir, Bayonetta 3 es un juego que muchos hemos esperado durante casi ocho años, y unos cuatro desde que se anunció oficialmente. Ahora el juego finalmente ha llegado y ya he visto por Twitter a colegas que ya se lo han pasado. Es bastante curioso cómo esperas durante tanto tiempo un videojuego… Y en un fin de semana todo se acabó.
Por eso me gusta mucho jugar poco a poco, sin prisas, controlando el hype. De esta forma tardé como cuatro meses en acabar Resident Evil 2 Remake, las cuatro campañas. No me malinterpretéis, no creo que esto sea nada malo, pero sí es verdad que es un detalle que me gustaría compartir porque… ¡Que rabia da!