Es sorprendente cómo en 1995 un videojuego japonés que no salió de Japón (y cuando lo hizo pasó sin pena ni gloria) logró ofrecer una introducción muy similar a uno de los juegos más premiados de 2013. Hoy sale a la venta el remake de The Last of Us, un título que, si bien no terminó de emocionarme porque lo jugué después de vivir la experiencia The Walking Dead de Telltale, es innegable su impacto en la comunidad de jugadores.
La obra de Naughty Dog es un Survival Horror con elementos de acción que cuenta la historia de Joel, un hombre abatido por la hecatombe que tiene que entregar a Ellie, quién podría crear una vacuna con su sangre, a los Luciérnagas. Esta pareja, sumado a su narrativa y detalles visuales, se ganó el corazón de sus fans.
Además del juego base este tiene un DLC y una secuela, aunque no he podido jugarlos y no puedo daros una opinión muy personal. El caso es que, mientras veía de nuevo el impactante inicio del título, algo pasó por mi cabeza, ya que notaba que esto ya lo había visto antes. Y, en cierta medida, así es.
Seguramente si estás leyendo este artículo conoces perfectamente dicha introducción, y desconozco si el remake la habrá alterado o mantenido sin cambios. De todas formas, voy a hacer un breve resumen de esta para después hablaros de la de Tales of Phantasia. Lo primero de todo vemos a Sarah tumbada en el sofá somnolienta mientras su padre llega hablando por teléfono con su hermano por un trabajo.
Esta le regala un reloj ya que es su cumpleaños, y al poco tiempo cae rendida y su padre la acuesta. Esta poco después se levanta asustada por una llamada de su tío. Al bajar, se encuentra con su padre, asustado, buscando sus armas. Uno de sus vecinos entra y, tras seguir insistiendo en morderle a pesar de las peticiones de Joel de que se detenga, este le pega un tiro.
Sarah no entiende nada. Poco después viene su tío en coche e intentan huir, mientras ven el horror que cunde en la ciudad y en sus habitantes. Durante el trayecto sufren un accidente, y Joel corre con su hija en brazos para escapar. Finalmente, se encuentra con un soldado con el que espera pueda ayudarle, pero este comienza a disparar por órdenes de arriba.
Tommy le pega un tiro, pero los disparos del soldado impactaron en Sarah, dejándola agonizando hasta finalmente morir. Uno de los inicios más crueles que he visto jamás en un videojuego, y que se quedará marcado en mi memoria. Lo interesante es que un par de años después jugué a otro título, esta vez un JRPG, que tenía un inicio igual de impactante, y hablamos de un título de Super Nintendo.
En 1995 Namco lanzó a la venta solo en Japón Tales of Phantasia, uno de los títulos que más llevaba al límite a la consola, con sus coloridos gráficos y su doblaje japonés, incluyendo una canción, que se escuchaba perfectamente. Si quieres conocer más datos, aquí te dejo un artículo con más curiosidades al respecto.
Su inicio era verdaderamente desgarrador para la época. Al principio vemos una pequeña secuencia con los héroes del pasado luchando contra el villano principal para después sellarlo, y comienza el juego diez años más tarde. Controlamos a Cress, un chaval de unos 17 años que vive con sus padres en una pacífica aldea. El padre tiene una pequeña academia de espadachines, y se encuentra tan tranquilo enseñando a sus alumnos el arte. De mientras, Cress y su mejor amigo Chester se van de caza para traer comida, con Chester despidiéndose de su hermana pequeña. Ambos abandonan el pueblo y van a cazar, como si fuese un día normal y corriente.
Sin embargo, de repente, suena la alarma del pueblo. Algo ha ocurrido, y no saben qué es. Corren a toda prisa, agobiados, para comprobar qué ha ocurrido, y cuando finalmente llegan, se encuentran con un panorama horrible: el pueblo ha sido asediado y no hay supervivientes.
Chester corre desesperado a su casa para comprobar cómo está su hermana. Cress, sin embargo, intenta buscar supervivientes, pero lo único que hace es encontrar cadáveres de mayores, ancianos, y hasta niños. Namco nunca ha tenido este tipo de reparos en la saga, y son detalles que logran diferenciarla del resto.
Al llegar a su casa se encuentra con sus padres muriendo, con su madre diciéndole que vaya al norte a ver a su tío, que no sabe que posteriormente le traicionará. Sus padres mueren delante de él, y con impotencia, llora su fallecimiento. Entre tanto, Chester está en duelo por el asesinato de su hermana pequeña, y decide quedarse en el pueblo para darles sepultura.
Este comienza desgarrador me hace recordar lo horrible que es el mundo de The Last of Us, un título que, si bien puede gustarte más o puede gustarte menos, es innegable, reitero, que su mundo no esté perfectamente construido para darnos una experiencia de lo más terrorífica en la que no solo debemos tenerle miedo a los muertos, sino también a los vivos.