Todavía recuerdo como si fuese ayer la presentación de Google Stadia. Me sorprendió muchísimo el pánico de la comunidad, que daban por muerta a Steam incluso, diciendo que el mundo de los videojuegos iba a cambiar para siempre. Y yo ahí, observando, con mis palomitas, riéndome sin ocultar mi cara de «pero qué te estás flipando, colega».
Muchos argumentaban que, ahora, la gente que no pudiera pagar 60€ por videojuegos, podría pagar una suscripción para poder jugar. Y eso en un mundo con el Game Pass es completamente… Debatible. A quién le gustan los videojuegos, y tenía acceso a un PC o a una Xbox One, sabía perfectamente que esta opción no le servía de prácticamente nada. «¿Y los que no le gustan los videojuegos pero quieren jugar algunos?«
Os pongo un ejemplo para que lo entendáis. A mi los Souls no me gustan, son demasiado difíciles y no tengo paciencia, bastante tuve con Code Vein que lo único que me animó a seguir adelante era la estética y la historia. Si le meten a los nuevos Souls un modo fácil, ¿lo voy a comprar? No. Y no voy a jugarlo solo para ir de periodisto (sí, con o, no es una errata) de videojuegos y decir «lindo hack n’ slash con toques de metroidvania» en un artículo.
Con Stadia pasa lo mismo. A quién no le gusta los videojuegos, o solamente tiene interés en lo casual: el Call of Duty, el Grand Thef Auto o el Fortnite, entre otros, lo más probable es que ni se enterase de que esto existe. Porque no sé vosotros, pero yo no he visto publicidad en la televisión ni en los medios tradicionales, solo unos anuncios en YouTube (que casualidad) de gente hablando con un target juvenil que controla de videojuegos que guau y que es como si estuvieras jugando en una nube y que esteidea, oh mai got.
Siento recordaros esos anuncios. El caso es que no celebro que Google Stadia cierre, la empresa, o incluso un empleado de ahí, tuvo la idea, la estuvo desarrollando, con ilusión, con esperanzas, con ambiciones, y si bien la publicidad fue bastante agresiva llegando al punto de tirar literamente pestes en un anuncio a las otras consolas para promocionarse, no creo que Stadia hiciese algo terrible y deleznable como sí han hecho otras empresas con los juegos como servicio o con NFTs.
Uf, seguro que por haber puesto esas tres letras me van a venir infinitos bots a destruir los comentarios… Pues a ver si los mandamos a dónde se merecen dejando uno vosotros/as con vuestra opinión, y recordad que me podéis encontrar también en Twitter.