Quiénes me conocéis sabéis que el formato físico es mi prioridad en la mayoría de casos. Me encanta tener mis cajas con sus discos o cartuchos dentro para decorar mi estantería, y si ya tienen un manual de instrucciones ni os cuento. Pero no reniego del formato digital y, además, hay juegos que los prefiero así, como Animal Crossing: New Horizons ya que me permite tener el juego siempre allá donde vaya.
Pero esta no es la típica columna de «qué es mejor», sino que quiero hablar de otro tema que poco a poco se está metiendo en las tiendas y, personalmente, me preocupa, pero mejor esto que una patada en la entrepierna. Se trata de esos juegos que vienen con su caja, bien hasta ahí, pero en vez de dar un disco o cartucho, dan un código de descarga.
Lo bueno es que sí, el juego en sí lo tienes en físico, es tangible, puedes ponerlo en la estantería y disfrutar de las vistas (y todo lo que sabemos de este formato, no entraré en detalles). Lo malo es que es una chapuza como una casa de grande. Sí, vale, igual el juego no vende lo suficiente en esa plataforma como para hacer un disco o cartucho si una clave es más barato.
Pero, al mismo tiempo, creo que uno tiene que ofrecer productos de calidad a sus clientes. Yo no lo hago, pero conozco a mucha gente que compra juegos a medias o que se los intercambian. En este caso como no intercambies la consola… Despídete de compartirlo. Este no debe ser el futuro de los videojuegos.
De todas formas, tampoco quiero alarmar por alarmar. ¿Os acordáis cuando Epic Store iba a destronar a Steam? ¿Cuando Google Stadia iba a cambiar por completo la industria de los videojuegos? ¿Cuándo los NFTs iban a ser el futuro? Lo siento, yo no soy tan alarmista. Creo que esto, por desgracia, se va a quedar poco a poco, pero lo hará con juegos muy selectos. Dudo que, por ejemplo, Nintendo venda la secuela del Breath of the Wild en una caja con un papel, pero igual en descuidarte sí vende los Nintendo Selects de esta forma… ¡No, Nintendo, no he dicho nada, no me leas!
En definitiva, mejor estas cajas que únicamente tener archivos digitales en las tiendas virtuales. Pero que esto solo sea en casos muy específicos. Maldita sea empresas, dudo que las que seáis grandes caigais en bancarrota por vender BIEN un producto.