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[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

En el año 2015 llegó de forma exclusiva a WiiU uno de esos JRPG que solamente aparecen una vez cada mucho tiempo. Una Monolith Soft, un tanto desconocida para el público que llegaría con Nintendo Switch, publicó una nueva entrega de lo que acabaría convirtiéndose en una de las IPs mejor valoradas de la Gran N: Xenoblade Chronicles X.

El título apuntaba a que el futuro de la franquicia podría ser similar al de otros JRPGs como Tales of, Final Fantasy o Dragon Quest, es decir, que cada juego sería independiente y no tendría nada que ver con otras entregas. Sin embargo, no ha acabado siendo así, y en la actual consola de Nintendo decidieron continuar con el universo que iniciaron en Wii.

X, como se conocía en un inicio, sigue siendo un exclusivo de la plataforma, sin aparentes planes de lanzar un port o remaster en Switch, y siete años después, con una cuarta entrega de camino, se desconoce incluso su futuro. ¿Veremos alguna vez un Xenoblade Chronicles XX? ¿Continuarán la historia donde lo dejaron? ¿Prepararán una Definitive Edition tal vez en la próxima videoconsola de Nintendo?

Poco podemos dar por sentado y asegurarlo sin titubear. Lo que sí podemos decir es que, si somos usuarios de WiiU, y amamos el JRPG, esta entrega no puede faltar en nuestra colección. Ya que, como vamos a ver más adelante, este videojuego se podría considerar como el milagro de WiiU. ¿Por qué? Descubrámoslo en el inmerso mundo de Mira.

[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

Lo primero que nos explica el juego es el contexto. Una feroz guerra intergaláctica entre la especie humana y una alienígena ha tenido como resultado la destrucción de la Tierra. Un grupo de supervivientes logra escapar y encontrar un planeta en el que poder continuar la existencia de la humanidad, uno al que llaman Mira.

El grupo, ciudadanos principalmente de los Estados Unidos, crea su colonia, Nueva Los Angeles, dividiéndose las tareas a realizar como miembros de BLADE. Estas, si bien no aportan mucho a la hora de jugar, generan una inmersión dentro del mundo como ninguna otra. Un tiempo después, la protagonista, Elma, encuentra a un superviviente más, que será nuestro personaje.

Este avatar actúa como nuestra inmersión dentro del mundo, pues es un personaje mudo en la que en alguna ocasión podrá dar una respuesta a una situación, aunque estas no afectan a la historia, solo al afinigrama. Conforme la historia continúa va poniéndose más y más interesante, con giros argumentales muy inesperados, tramas muy elaboradas, y personajes a los que pillar mucho cariño.

[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

Estos personajes tienen todos su propio carisma, aunque únicamente unos pocos logran brillar como protagonistas. Elma, Lin, Tatsu, Vandham… Y poco más. Esto se debe a que podremos reclutar no solo personajes del juego, sino también otros de otros jugadores que encontraremos por el mundo. Originalmente, Xenoblade Chronicles X tenía ambiciones de MMORPG, y cuando salió a la venta sus servidores estaban muy vivos.

Hoy en día, si bien siguen abiertos, ya no tienen tanta vida como antes, y con el cierre de Miiverse se ha perdido una mecánica más de juego. Sea como fuere, no se resiente su historia y logra enganchar. Un muy buen punto a favor para el juego, que además se alarga con misiones secundarias que, si bien están las de “recolecta esto o mata aquello”, algunas tienen su lore que enriquece al juego.

Del mismo modo, la obra disfruta de una banda sonora de infarto, siendo este uno de los puntos más fuertes que tiene. Hablamos de temas instrumentales y vocales para todos los gustos, con fuertes toques de orquesta épica que te deja con ganas de más y más. Canciones como las de batalla que te meten dentro de la acción, temas musicales como el de Noctilum que estás andando tan tranquilo y de repente, bum, epicidad por todos lados…

[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

Sobre el sonido, hay que destacar que, por desgracia, solo viene con doblaje al inglés y no hay opción de poder jugarlo con el doblaje japonés. No obstante, puede justificarse e incluso tener más sentido ya que los personajes son estadounidenses, donde se habla en inglés, por lo que las gallinas que entran por las que salen.

Aunque sí hay un pequeño problema, y es que no se puede regular el volumen del sonido y la música, lo que hace que en muchas ocasiones esta se escuche más fuerte que las voces y apenas sean oídas. Una solución es posibilitar esta opción, pero por más que la busques no la vas a encontrar.

Otro problema, ya que estamos con estos, es el tamaño de las letras. En algunas ocasiones, los subtítulos de los diálogos, se lee de forma normal, pero para detallar información como la de las misiones secundarias o las artes el tamaño es muy pequeño, lo que dificulta su lectura, especialmente si jugamos desde el GamePad, donde es casi imperceptible.

Captura sacada desde el WiiU GamePad

Por suerte, estos dos problemas pueden ser lo más grave de Xenoblade Chronicles X, ya que todo lo demás es maravilloso. Antes os comentaba que se trataba del milagro de WiiU, y es que no os podéis hacer una idea de lo bien que se juega en la consola, sin absolutamente ninguna caída de frames, y con un estilo artístico que se ríe del marketing sobre la potencia de las consolas de actual generación.

Monolith Soft logró lo imposible, que un juego como este lograse moverse a 30fps estables en una consola como WiiU, con las limitaciones que ello conllevaba, demostrando que, si un equipo quiere que un videojuego salga adelante como un producto de sobresaliente calidad, lo único que tiene que hacer es creer en su proyecto, en sus clientes, y, por supuesto, con un presupuesto y tiempo lo suficientemente aceptable para trabajar sin presiones.

En ese aspecto Nintendo siempre ha sido un referente, aunque haya tenido algún que otro bache como el reciente primer pack de DLCs de Mario Kart 8 Deluxe. Por supuesto, no todo iba a ser color de rosa, y es que, voluntariamente, podemos descargar cuatro parches para mejorar el rendimiento del juego si lo tenemos en físico, pesando un total de 10Gb.

[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

Esto puede suponer un problema para algunos jugadores, si tenemos en cuenta que WiiU es una consola con 32Gb de memoria interna (8Gb si tienes el modelo blanco), no obstante, no es obligatorio para disfrutar del juego y solamente uno de ellos, que pesa 4Gb, es altamente recomendable.

Volviendo un poco al tema, cuando comenté lo de la potencia gráfica, es porque juegos como este demuestran que, a veces, un estilo artístico puede dar mucho más que los gráficos más ultrarealistas. Lo habréis visto a lo largo del análisis, pero todas las imágenes, incluida la de la cabecera, son capturas que yo mismo he hecho en mi WiiU, subidas a Twitter y descargadas desde ahí. No he tocado nada más.

Esto demuestra todo el potencial que tenía la anterior sobremesa de Nintendo, y de lo que es capaz de hacer un equipo si se lo proponía. Ya no solo es ese estilo más realista y menos anime que pudimos ver en la entrega de Wii, sino también lo estable que se juega, sin problemas de rendimiento, y sin que la WiiU se convierta en un cañón termonuclear. Monolith Soft obró un milagro.

[Análisis] Xenoblade Chronicles X, el milagro de WiiU

Con todo esto mencionado, pasamos al plato fuerte, la jugabilidad, y como me gusta hacer en los análisis de JRPGs, este apartado lo dividiré en dos: jugabilidad como tal y sistema de combate. Se trata de un juego de rol de mundo abierto con cientos de misiones por realizar, desde recolectar objetos, hasta derrotar a enemigos, jefes, o ir de un sitio a otro.

No me voy a detener en aspectos que ya todo el mundo sabe como el equipamiento, la subida de nivel, o que nuestro avatar tiene un sistema de clases donde aprender las artes que más nos gusten, sino que os explicaré qué diferencia o qué caracteriza a Xenoblade Chronicles X en su jugabilidad y lo hace tan querido por su público.

Lo primero es su gigantesco mundo abierto, donde no existen pantallas de carga entre zonas (salvo en los viajes rápidos), con un diseño de niveles impresionante donde ir en línea recta puede suponer un riesgo. Puede que tengamos que ir a una zona que esté en lo alto, y nos encontremos con un acantilado que no podemos escalar. Por lo que toca dar vueltas hasta conseguirlo.

¿Lo bueno? Da igual si saltamos desde una altura de cien metros, dada la gravedad que existe en Mira, no nos haremos daño, lo que se agradece. Los monstruos son variados en cuanto a comportamientos, mientras algunos no nos atacan, otros lo harán nada más vernos. Y los niveles, si bien puede parecer que no, están muy equilibrados. Si te encuentras con enemigos de nivel 40 estando tú a 20, sabes que no es por ahí por donde debes ir… Pero nadie te lo impide.

Además da mucho gusto farmear en este juego, ya que no se siente obligado, y además puedes incluso ir con enemigos de unos poco niveles más que el tuyo para ganar más puntos de experiencia, aunque ten en cuenta que no todos los enemigos son iguales y que, si te enfrentas a más de uno, tu estrategia te puede causar una derrota.

Y, por si te lo estás preguntando, puedes quitar muchísimo contenido del HUD, dejando únicamente el que tú quieras. Desde el GamePad puedes ver todo el mapa y colocar varias sondas en puntos específicos que vas desbloqueando conforme vas explorando en el mapa. Con estas sondas puedes obtener miranio que puedes gastar en misiones así como en la I+D de las tiendas, dando como resultado mejores armas y armaduras en estas.

Lo mejor, eso sí, son los Skells. Se trata de unos mechas similares a los mekon del primer juego que podremos controlar para movernos por el mundo, tanto andando, como en modo todoterreno como en el cielo. La sensación de volar por Mira no tiene nombre, es uno de los mayores placeres que uno puede vivir, especialmente si fue fan en su momento del anterior juego.

Porque además estos se pueden usar en combate, pero pueden suponer un pequeño riesgo, porque además de usar gasolina, si sufren muchos daños tendremos que llevarlos al taller mecánico para repararlos. Aún así, experimentarás una de las mejores sensaciones que un videojuego de ciencia ficción puede ofrecer.

Llegamos ya a la recta final del análisis con su sistema de combate, que bebe mucho de su predecesor, pero a su vez lo mejora añadiendo sus propias mecánicas y mejoras. El combate es automático como viene siendo costumbre y en momentos dados podremos activar las habilidades, que son de varios tipos divididos en colores.

Llegaremos dos tipos de armas, de largo alcance y corto alcance, y en el caso del avatar tendremos varias clases con sus respectivas ventajas y desventajas, y tendremos que elegir la que más nos guste. Cambiar de armas en combate es tan cómodo como pulsar X, y dependiendo de cual tengamos las artes “aumentarán su barra de poder”. Y es que cada una, conforme pasa el tiempo llevando un arma, aumenta su barra verde para, una vez llena, lanzar un ataque más potente.

Incluso hay momentos en que algunas empiezan a emanar un brillo rojo, que nos indica que podremos hacer un ataque conjunto con otro miembro del equipo, haciendo que sea más efectivo. Estas artes se pueden mejorar, y hay muchas más, pudiendo elegir llevar un total de hasta ocho por personaje.

También hay habilidades para mejorar nuestras estadísticas, que conforme subamos de nivel desbloquearemos más, dándonos muchísimas opciones. Monolith Soft supo repetir la innovación que supuso en su momento su sistema de combate, esta vez con mejores resultados, ofreciendo una evolución más que lógica. Por último tenemos el turbo, que a cambio de una cantidad de PT, podremos recargar más rápido las artes para generar más daño.

En conclusión, Xenoblade Chronicles X es ese JRPG que aparece una vez cada mucho tiempo, y que, por desgracia, se queda como una joya oculta que, de momento, no parece vaya a salir de WiiU más allá de las esperanzas que un fan pueda tener. Sea como fuere, si eres portador de esta consola, no te puedes perder esta experiencia, incluso si nunca has jugado un título de la saga.

De hecho, puede ser incluso lo mejor que puedes hacer, porque si vienes de Xenoblade Chronicles 2 o del primer título, ya sea en su versión original o en su remaster de Switch, te encontrarás con un título que igual no es lo que uno espera. Como bien he dicho, es una obra que imita el modelo de otros JRPG de ser completamente independiente de anteriores entregas de la saga, en este caso una única, la de Wii.

Por lo que, a la hora de jugarlo, tienes que tomarlo como un “no es una secuela, ni precuela ni está conectado de absolutamente ninguna forma ni nada, es un juego independiente de todo”. Con casi 60 horas o más que puede durarte la campaña principal, dependiendo de cómo juegues, y casi 300 para sacar el 100%, Xenoblade Chronicles X será recordado como el gran JRPG que pudo disfrutar el público de WiiU.

Será recordado como esa joya oculta que, a día de la publicación de este análisis, sigue siendo un exclusivo de la plataforma. Una joya oculta que demostró que, con trabajo, esfuerzo, dedicación, un buen presupuesto, calendario laboral respetados, y ganas de querer comerse el mundo, puede llegar a ser un milagro hecho realidad.

Puede que más que un milagro.

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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Escribo en VidaoPantalla y opino en YouTube. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com

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