Sé que no tengo precisamente la mejor imagen en la comunidad de The Legend of Zelda cuando hablamos de Breath of the Wild. A pesar de que insistía y sigo insistiendo en que me parece un videojuego trascendental que ha sabido recoger todo lo bueno de décadas de desarrollo de videojuegos para incluirlo todo en un solo título, la gente únicamente se queda con mi queja principal de las mazmorras y una historia efectiva, pero simple teniendo en cuenta las del resto de entregas.
No me molesta, yo sigo disfrutando de la saga y este año he vuelto a hacer el #AñoZelda, con mi intención de pasarme todos los juegos por orden de salida para la llegada de la secuela, que reconozco que me provoca el mismo hype que un remaster de Paper Mario Sticker Star en Nintendo Switch. De lo que me gustaría hablar hoy es de su influencia negativa que afecta a millones de fans de la entrega.
Digo entrega y no la saga porque comprendo que para mucha gente este ha podido ser su primer y único Zelda, con excepciones de algunos remasters que hayan podido salir en 3DS y Switch (no os preocupéis, yo dejé de repartir carnets de fans cuando maduré). El caso es que, con el tiempo, he desarrollado una especie de fobia hacia esta gente, en concreto la parte más tóxica.
Los tres juegos que veis en la miniatura son Horizon Forbidden West, Elden Ring y Leyendas Pokémon: Arceus. Tres juegos que no he podido probar, salvo el Pokémon, pero que estoy convencido, pese a sus fallos, que son verdaderos juegazos. De hecho tengo muchas ganas del Horizon ya que me encantó el primer videojuego. ¿Por qué salen en la miniatura? Porque han sufrido el efecto BotW, es decir, la gente los compara porque sí sin ningún motivo concreto.
Sí, que son de mundo abierto. Como si BotW hubiese inventado el mundo abierto. O que son de aventuras, como si BotW hubiese inventado el género de aventuras. O que son videojuegos, como si BotW inventase, junto con Persona 5, los videojuegos. Si es que hasta el Sonic Frontiers ha sufrido este efecto porque Sonic miraba por un paisaje.
¿Basta ya, no? Entiendo los «si te gustó el BotW este puede que te guste», pero de ahí a acosar de plagios, de copias descaradas y demás… ¿Y luego el malo soy yo por decir no sé qué de las mazmorras y la historia? Me dan ganas de bajarme del barco y no hablar más de este juego, como si nunca hubiese existido. Pero no lo vais a conseguir.
Una cosa tengo clara: no existe el videojuego perfecto. Pero sí existen las comunidades tóxicas, y me aterra pensar que una tan bonita y con pasión como la de Zelda, y también la de BotW, tiene gente de este estilo. Vergüenza. Vergüenza.