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[Columna] La xenofobia en Leyendas Pokémon: Arceus

Mientras algunos/as discuten por si Leyendas Pokémon: Arceus tiene gráficos mediocres, casualmente en una consola que critican que tiene gráficos mediocres y que por ello no merece la pena, a mi me gustaría girar la historia y lanzar algo que no pensé que escribiría hablando de Pokémon, aunque también os digo que os habla alguien que dejó de jugar en la mejor generación de todas objetivamente hablando: la tercera.

El primer juego de Pokémon fue un auténtico bombazo a nivel global. Los monstruos de bolsillo se ganaron el corazón de millones de niños/as de todas partes y no tardaron en llegar leyendas urbanas que daban una mala imagen de la franquicia. Se estaba asentando el odio de la sociedad de los adultos hacia Pokémon (madre mía, que Persona 5 ha sonado ese comentario).

Una de las críticas más sonadas era el supuesto maltrato animal al capturar a Pokémon salvajes en su hábitat natural haciéndoles vivir en espacios diminutos sin libertad y con el único objetivo de derrotar hasta dejar sin fuerzas a otros miembros de su especie, especialmente mediante el sistema de gimnasios en el que animarían a la población a tal práctica. Bueno, dicho así igual no es tan supuesto…

Pero fuera de coñas, no es más que una interpretación. Si algo me ha enseñado Pokémon los pocos años que he jugado la franquicia es a amar a los animales y a cuidarlos, y es ahora, cuando llega una nueva «primera generación» en la saga, cuando veo un cambio en esta mentalidad. Efectivamente sigue existiendo el sistema de atrapar Pokémon salvajes, pero ahora se une algo muy interesante: la xenofobia.

Cual Isekai genérico el dios Arceus nos lleva a un mundo de fantasía con ropajes de la era actual, y nada más vernos en Villa Júbilo se sorprenden por nuestra apariencia e incluso algunos dicen que no trabajan con extranjeros y que nos volvamos por dónde hemos venido. Es más, si no somos capaces de aportar nada a su sociedad, en vez de tratarnos con hospitalidad y darnos algún oficio o beneficio, no dudarán en echarnos y, si nos morimos, si te han visto no se acuerdan.

Esto choca sabiendo que mucha gente empezó Pokémon siendo niños, y ahora que nos pilla mayorcitos (aunque algunos/as siguen siendo muy mañacos/as), y sabemos cómo de cruel es el mundo, sorprende ver este tipo de mensajes en un juego de Pokémon. No me lo he pasado, pero de verdad espero que, mientras avance, me encuentre con más situaciones así. A ver si logramos partirle los dientes al CEO del racismo en esta entrega, porque se agradecería bastante.


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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Escribo en VidaoPantalla y opino en YouTube. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com

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