Me sigue sorprendiendo cómo a día de hoy se sigue hablando de Super Mario 3D All Stars, de cómo la peña sigue sin entender (o sin querer entender) cuál es el problema de este videojuego y, a su vez, la enorme toxicidad que está provocando por parte de sus detractores, entre los que me incluyo (pero yo soy sanito, faltaría más).
Ante todo decir que si no pudiste disfrutar de ninguno de estos juegos (o siendo honestos del Sunshine y el 64 original), si te lo compraste me parece estupendo, y si los tuviste y te lo compraste igual, cada uno con su vida hace lo que desea. Ahora, del mismo modo que estoy pensando en ti, por favor, te pido que pienses en mi, quién sí ha jugado a estos juegos.
Super Mario 3D All Stars es el producto más vago, cutre, rápido, sin apenas calidad, sacacuartos, y lamentable que ha podido sacar Nintendo para celebrar el 35 aniversario del fontanero que hizo que hoy los youtubers puedan comer tres gritarle a un micrófono. ¿Qué novedades tiene? 64 se ve más nítido (ya disponible en el pase de expansión de Nintendo Switch Online, por cierto), Sunshine en 16:9 y Galaxy se puede jugar con mando sin necesidad de apuntar a la pantalla.
Ah, y la banda sonora. Porque quién no se ha llevado la Switch al tren o al autobús para ponerse los cascos y escuchar Dire, Dire Docks a todo volumen. Y eso es todo. Es ahora cuando los Phoenix Wright vienen y dicen «¡PROTESTO!» y te sacan el Zelda: Collector’s Edition o el Super Mario All Stars de la Wii. Pero al contrario que el primer Miles Edgeworth que se sacaba un informe de la autopsia del cu… ello, yo vengo preparado.
Lo primer de todo es que la Collector’s del Zelda incluía cuatro juegos, siendo A Link to the Past la gran ausencia, además de dos vídeos, uno promocional de la saga y otro de Wind Waker, que estaba por salir o había salido, y una demo de 20 minutos con tres zonas a explorar del susodicho. ¡Lo mismito que Super Mario 3D All Stars, oiga! Imaginaos una Collector’s Edition de Zelda ahora con los remaster de Wind Waker y Twilight Princess de WiiU así como, ojo al dato, un producto trabajado como lo es un port-remaster de Ocarina of Time y Majora’s Mask de 3DS, junto a una demo de la secuela de Breath of the Wild.
En cuanto al Super Mario All Stars de Wii, efectivamente era un port cutre de la versión original de SNES que ya podría haber incluido también el Super Mario World, como hicieron en su momento hace años. No obstante, ¿os habéis fijado en todo lo que viene en su caja? El juego, un folleto especial con todo lujo de detalles sobre la historia del fontanero, y un DVD físico para ponerlo en el coche y disfrutar de piezas musicales de toda la franquicia. Insisto, el mismo caso que Super Mario 3D All Stars.
Con todo esto, lo que quiero decir es que Nintendo tendría que haberse currado las cosas. No es un recopilatorio que lo lanzas sin más, lo lanzas para celebrar el 35 aniversario de Mario, del tío que salvó la industria. Y no voy a ponerme en plan «esto con Iwata no pasaba», porque sí, ese señor era un dios, pero también cometía sus errores, y es absurdo decir ese argumento sin pensarlo.
Super Mario 3D All Stars es una desgracia. Que tú lo disfrutaste, mi enhorabuena, nada me hizo más feliz cuando salió que ver a colegas disfrutar por primera vez de Sunshine. No obstante, para mi, es un producto que nunca voy a comprar (ah, por cierto, lo probé en el campo con unos amigos, por si teníais guardado el argumento de «pero lo has jugado«).