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[Columna] El estigma de nunca acabar

No falla. Es que no falla. En el momento en que un medio de comunicación da voz a un cualquiera con nula documentación previa, estudio o experiencia sobre el tema de los videojuegos, este tipo de contenidos tienen que aparecer en la red. Supongo que a veces nos quedamos sin nada que hablar y hay que aprovechar lo que el río mueve.

En este caso un tal neuro psicólogo (disciplina y especialidad clínica, que converge entre la neurología y la psicología, por si no sabéis lo que es) ha dicho en Lo País lo típico de que los videojuegos atrofian el cerebro, destruyen la imaginación, encarcelan las mentes infantiles en una burbuja, manipulan el agua, intoxican el azúcar, provocarán la Cuarta Guerra Mundial (será tan tocha que se pasará por el forro la Tercera) y es la causa de que España no gane el festival de Eurovision.

Y el caso es que cuando vi la noticia lo primero que me vino a la cabeza fue el maravilloso meme de GTA San Andreas «oh shit, here we go again«. Igual es que ya me estoy haciendo mayor y todo me molesta, y aunque no es realmente el caso, de nuevo seguimos cometiendo el error de insultar a estas personas en vez de ignorarlas.

¿Sabéis por qué los youtubers, periodistas y demás artistas polémicos son más famosos que los demás? Porque son los que más publicidad tienen. Ahora mismo yo puedo hacer un vídeo explicando las maravillas que tiene The Legend of Zelda: Breath of the Wild que no te preocupes, la gente verá el otro de las atrocidades que tiene el juego y tendrá muchas más visitas, más comentarios, se compartirá más, y es probable hasta que me llamen para hacer podcast y entrevistas (que quién quiera solo tiene que decírmelo) que el de las maravillas.

¿Por qué? Porque lo negativo vende más que lo positivo. Y eso, la culpa la tienen los consumidores. Si no apoyáramos ese tipo de contenido, si lo ignorásemos, si no lo compartiésemos y, en resumen, si no hiciéramos famosos a los gilipollas, igual, y solo igual, la cosa cambiaría. Pero no va a cambiar nunca.

Porque este es el estigma de nunca acabar. Yo no cobro por hacer mi contenido, y no tengo necesidad de que ocurran estos casos para crearlo. ¿Quieres ayudar a fomentar el amor por los videojuegos? Cuando esto ocurra, sin mencionar el caso, haz un vídeo sobre la importancia que han tenido en tu vida. Con una sonrisa, con amabilidad, sin insultar.

Y, si puedes, consigue que ese vídeo lo vea quién no tiene ni idea de videojuegos. Porque esas personas también tienen derecho y son personas como tú y como yo. Quizá, y solo quizá, algún día logremos conseguir algo que no sea más odio, más discriminación, más rechazo y, en definitiva, más estigmas.


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Por Sergio Ortuño Fernández

Graduado en Comunicación Audiovisual. Escribo en VidaoPantalla y opino en YouTube. Guionista, doblaje, locución y presentación de radio y TV. Shergiock@gmail.com

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