Shigeru Miyamoto es sin duda la persona más importante de la industria de los videojuegos. En plena crisis del videojuego de los años 80, él, junto a Nintendo, publicó en las recreativas Donkey Kong, un plataformas que, si bien sería un terreno de pruebas que acabó abandonado en el tiempo, daría luz a una de las obras más importantes del medio: Super Mario Bros.
Con este título, salvó la industria de una quiebra total, empezó a crear nuevas obras, aparecieron nuevos géneros, nuevas empresas. Poco a poco el videojuego se iba asentando, y lo que empezó como un mero entretenimiento infantil, se ha acabado convirtiendo en un arte que llega a superar a otros en ventas y beneficios (que no significa por ello que sea mejor o peor, ya hablaré de ello en la próxima columna).
No obstante, lo que parecía iba a ser un camino muy feliz, más que para Nintendo, para sus fans, al final se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, y lo hemos podido ver desde la generación de 3DS y WiiU. Sin embargo, ya se veían ciertas intenciones en la compañía hace tiempo.
Tan solo hay que ver la portada de Wario Land. El título fue una apuesta bastante arriesgada para la Gran N, porque después de mucho tiempo (o mejor dicho, por primera vez) un juego del universo de Mario tendría un protagonista y una jugabilidad completamente diferente: a Wario.
Siendo la contraparte el personaje jugable, ¿era necesario poner Super Mario Land 3 en el título? Simplemente podrías poner en la portada un mensaje que indicase que el personaje viene de Super Mario Land 2. «Featuring Wario from Super Mario Land 2», no es tan difícil. Estaban asustados de que Wario no vendiera por no ser Mario.
¿Qué tiene que ver ello hoy en día con Nintendo? Que The Legend of Zelda se ha salvado porque es Eiji Aonuma quién dirige la saga, pero Mario ha perdido absolutamente toda la personalidad que tenía antaño. Y no solo la de Paper Mario, sino de detalles tan estúpidos como quitar un «Whatever» a Daisy en el Mario Golf. Y esto es solo un detalle tonto.
Luego salen aberraciones como Super Mario 3D All Stars, que sí, que con tu dinero harás lo que quieras, ¿pero me estás diciendo que un recopilatorio de tres juegos y tres bandas sonoras vendido oficialmente por tiempo limitado es un buen homenaje al 35 aniversario de la franquicia que salvó al mundo de los videojuegos?
Desde luego no lo es, o mejor dicho, a mi no me gustaría que fuese así. Hasta Metroid que es una franquicia a la que Nintendo no le da mucha importancia va a tener un juego nuevo. La lista de problemas que Miyamoto está provocando a la comunidad de Nintendo es larga, y creo que el mensaje que quiero trasmitir está claro.
Shigeru ha pasado de ser para mi un dios a ser un verdadero problema, y me duele, porque siento que la memoria de Don Satoru Iwata no se está respetando. Y ese es el límite que puedo permitir.