Cuando analizo un videojuego siempre busco patrones y relaciones que me permitan entender que idea se quiere transmitir y a que juego se quiere referenciar o alcanzar, y esto me parece especialmente útil para poder entender en que puntos falla un título, a veces será por la complejidad o simpleza de su historia y otras, debido a los fallos en su jugabilidad. En el caso que hoy nos atañe: Shadowverse Champion´s Battle, nos encontramos ante la fusión entre Inazuma Eleven y Hearthstone, la cual aunque extraña, acaba resultando satisfactoria pero con sus errores en varios puntos.
La trama de Shadowverse nos pondrá a los mandos de un joven que llega a la gran ciudad para asistir a un nuevo instituto, en el cual conoceremos a los que serán nuestros amigos durante el transcurso de la aventura y los que nos enseñaran una nueva moda extendida por toda la ciudad, el juego de carta Shadowverse. Siempre que analizo un juego intento tocar esas aristas que pueden ennegrecer el resultado final cuanto antes, y este caso concreto ese apartado que puede empañar más el resultado final es la historia, que resulta simple y predecible la mayoría del tiempo, teniendo una estructura que a los jugadores de la Inazuma Eleven les resultará tremendamente familiar, puesto que al llegar al instituto nos uniremos al club de Shadowverse y deberemos reclutar nuevos miembros e ir escalando en los rankings para llegar a ganar el torneo nacional ya que, de otro modo, el club desaparecerá.
El mayor fallo de esta estructura tan simple son sus personajes, los cuales acaban cayendo en los distintos clichés de animes para los más pequeños, animes como Beyblade o Yu-Gi-Oh en los que encontramos a un personaje descuidado, uno que se cree un genio intelectual, la chica adorable que aporta un sentido común al grupo, el personaje que adora el juego sobre todas las cosas… Aunque existan un par de que hayan sido capaces de ganarse nuestro corazón, la mayoría acaban siendo una sarta de personajes vacíos que podríamos resumir en una frase, y esto no es malo de por sí, pero se agrava con un elemento que queda extrañamente desligado del resto del juego: las historias de personaje.
Las historias de personajes son la translación de los Confidentes de Persona 5, al mundo de Shadowverse, son momentos en los cuales podremos en nuestro tiempo libre, quedar con los distintos personajes protagonistas de la historia y desarrollar más a sus personajes, permitiendo que conozcamos más sobre sus vidas, gustos y deseos, lo cual no sería negativo si estos pequeños momentos de diálogos no resultaran terriblemente repetitivos y redundantes dada la simpleza de las personalidades de sus personajes, a excepción de un par de ellos.
Además de esto, relacionarnos con todos los personajes un determinado número de veces nos traerán ciertos beneficios como nuevos artes para el dorsal de las cartas, nuevos íconos de personaje (estos dos elementos cosméticos están referidos para los combates en línea) y el desbloqueo de las cartas características, las cuales son sin ninguna duda las recompensas más jugosas; las cartas características son cartas especialmente fuertes y con habilidades superiores a las del resto y que resultan imposibles de conseguir si no completamos las historias de personajes.
Y es que una vez apartado de en medio todos estos problemas que podría acarrear una trama demasiado simple e infantil, existe un problema que magnifica todo esto, el idioma. Shadowverse está en completo inglés, y siendo necesario un nivel mínimo de comprensión de esta lengua para entender la trama, el mayor problema de todo esto es para lo más jóvenes de la casa, los cuales podrían disfrutar de una historia que aunque peque de simple, resulte divertida, como lo fueron los juegos de Inazuma Eleven en mi infancia.
Además de todo, hay que añadir unas misiones secundarias que caen en la repetición a una velocidad extremadamente alarmante con misiones de recadero que nos harán ir de un lugar a otro, misiones en las que deberemos de enfrentarnos en combates, etc…
Pero una vez fuera de la fórmula estos apartados negativos, y dejando solamente el esqueleto de la aventura, en su mayoría todo son buenas noticias, ya que estamos hablando del sistema de combate, el juego de cartas Shadowverse. Y es que es difícil fallar cuando prácticamente copias a los mejores, pero es fácil fallar cuando intentas renovar algo o redefinir ciertos conceptos, pero en este caso, Shadowverse consigue hacerlo con cierta soltura.
En la base, Shadowverse funciona como un juego de cartas al estilo Hearthstone, en el cual tendremos que bajar la defensa del líder rival a 0 para poder ganar el combate, para ello usaremos hechizos y criaturas, las cuales tienen cada una, estadísticas propias: energía que necesitaremos para invocarlas, daño que realizaran al líder o las cartas enemigas y puntos de vida que determinan cuánto daño serán capaces de aguantar; a parte de eso, muchas cartas tienen efectos extra, como hacer daño una vez son invocadas en combate, o liberar enemigos una vez mueren.
Y si bien todo esto resultará tremendamente familiar a los jugadores más experimentados dentro del mundo de los juegos de cartas, Shadowverse añade a esta combinación otros elementos como son: la naturaleza del mazo y las evoluciones.
La naturaleza del mazo determinará que tipo de cartas dispondremos a la hora de crear un mazo, ya que dependiendo del elemento al que nos afiliemos, podremos disfrutar de unas ventajas u otras. Tendremos mazos de Bloodcraft, el cual tiene cartas que se vuelven más fuertes si la defensa de nuestro líder se encuentra en estado crítico; mazos de Forecast, especializados en el uso de las hadas y criaturas de bajo coste pero bajas estadísticas; mazos de Runecraft, que encuentran la fuerza de la baraja en el uso de hechizos, y muchas más, conformando un plantel de 8 tipos de mazos que determinarán nuestra forma de jugar y se amoldan a los gustos de cada jugador.
Esto no es nada especialmente nuevo ya que en el antes mencionado Hearthstone, podíamos encontrar las clases de mago, druida, brujo, guerrero… pero aquí esta posibilidad de variación se acentúa ya que cada mazo tiene sus propias reglas y se sienten de verdad como estrategias completamente distintas y variadas, que acaban en combates realmente divertidos y variados donde a través de la campaña principal de unos 45 horas de duración, podremos encontrar rivales con distintos tipos de mazo y que acabarán resultando como tutoriales para poder aprender nuevos trucos y estrategias.
El otro elemento innovador son las evoluciones, las cuales nos permiten mejorar las cartas que tenemos en juego, ya sea mejorando sus estadísticas de ataque y defensa, o aportando nuevos efectos a las cartas, además de dar la oportunidad al jugador que usar una carta evolucionada en el primer turno. Esto se debe a que cuando una carta es jugada, debe pasar un turno en reposo hasta poder utilizarla, con eso de las evoluciones esto varía, dejándonos la posibilidad de atacar a las criaturas enemigas desde el primer turno.
Y aunque esta nueva habilidad pueda sonar como un elemento excesivamente fuerte y desbalanceado, esto no es así debida a que por combate podremos disponer de 2 o 3 oportunidades para evolucionar nuestras cartas, dependiendo estas oportunidades de nuestro turno ya que al empezar una partida, aleatoriamente un jugador será seleccionado para poder jugar sus cartas antes que el otro, para poder compensar las desventaja de jugar segundos, Shadowverse decide que el segundo jugador obtendrá un punto extra de evolución para el combate.
Además de poder usarlo a partir de su cuarto turno mientras que el que haya tenido que jugar el primer turno, deberá esperar hasta su quinto tueno para evolucionar además de poseer solo 2 puntos en vez de tres para poder realizar esta habilidad. Y es que algo que podría resultar tan inocente, muchas veces acaba desequilibrando combates y haciendo que volvamos a reiniciar un combate difícil solo por el mero hecho de haber empezado primeros.
Porque ese también es un punto a tener en cuenta en Shadowverse, su dificultad, ya que nos encontramos ante un título con un carácter infantil pero que posee ciertos picos de dificultad extremadamente enormes en los cuales nos encontraremos combates que parecen recurrir a trampas ya que en muchas ocasiones me encontraba a un turno de alcanzar la victoria pero mi rival robaba la carta exacta que le permitía reducir la defensa de mi líder a 0 en un solo turno, resultando varias veces en combates frustrantes que podrían acarrearme un hora de juego contra un mismo rival que no podía vencer hasta tener 7 turnos perfectos en los que podía jugar mis cartas más fuertes de la mejor manera.
Aunque también debo admitir que en varios casos, un cambio a un mazo más adecuado a la situación del combate me ha permitido franquear barreras que podrían de otra manera resultar imposibles. Uno de los puntos negativos del combate de Shadowverse son las derrotas, y es que con enfrentamientos tan aleatorios y que se deciden con un gran factor de aleatoriedad, muchas veces el juego requerirá que ganemos, pero eso nos será imposible ya que puede que durante 2 turnos seamos incapaces de jugar una sola carta o puede que nuestro rival tenga suerte y nos derrote apenas empezado el combate, esto significa que durante nuestra aventura perderemos un gran número de veces.
Y debido a esto, la falta de “fail states” (momentos en los que el personaje pierde, como los conocidos Game Over), resulte exasperante una vez terminados los primeros compases de la aventura, ya que al no existir un momento de derrota no hay tensión alguna, puesto que la historia nos sitúa en un importante torneo clasificatorio, pero nosotros como jugadores sabemos que no tendremos ningún problema si perdemos; en Pokemon nuestro personaje Correría a un centro Pokémon, en Yokai-Watch volveríamos al último punto de guardado, pero en un juego con un gran factor de aleatoriedad, toda la tensión se disipa, ya que la importancia de todos los combates es la misma, ya sea que nos enfrentemos a alguien en la calle o en la final del torneo nacional.
Lo que si hace extraordinariamente bien Shadowverse, es ser un punto de partida muy bueno para aquellos jugadores que quieran empezar en el mundillo de los juegos de cartas ya que sabe explicar claramente las normas a sus jugadores y cuenta con una cantidad enorme de mazos predeterminados que nos permitirán aprender las normas de cada uno de los elementos. Estos mazos predeterminados los conseguiremos venciendo gente que encontremos por cada uno de los escenarios del juego; primero les retaremos a un combate, y podremos ver las estrategias que aplican a esas cartas.
Una vez derrotados nos darán u código para poder formar nosotros esa misma baraja, creando una dinámica de aprendizaje muy buena por la cual a parte de tener un combate con una IA que sabe usar ese mazo, también dispondremos de una breve descripción que nos explicará cuales son las cartas clave de la baraja y el modo de usarlas, resultando en toda la mezcla del combate es un sistema de aprendizaje continuo fácil de entender pero difícil de dominar.
Otros de los puntos negativos del título está relacionado con la obtención de las cartas, las cuales se pueden obtener por tres métodos: comprándolas, ganándolas en combate o abriendo sobres. Si queremos comprar las todas las cartas de todas las tiendas podremos hacerlo sin mucha dificultad ya que en mi experiencia personal he podido hacer con la mayoría sin tener que dedicar mucho tiempo a simplemente combatir para ganar dinero, el problemas viene de los otros dos métodos, las aperturas de sobres, y las recompensas de combate.
Cuando ganemos un combate, además de recibir dinero y el código de mazo contra el que nos hemos enfrentado, ganaremos cartas del elemento al que nos hayamos enfrentado, por lo que si queremos conseguir cartas de los mazos de Bloodcraft, deberemos aprender a encontrar y explotar los puntos débiles del elemento Bloodcraft, para poder ganarlos con facilidad; el problema reside en que las cartas que recibimos como recompensa son seleccionadas aleatoriamente de entre un grupo de cartas disponibles, por lo que es probable que debamos repetir alguna combate unas cuantas veces para obtener las cartas más poderosas y de mayor rareza.
El otro modo, que es el de la apertura de sobres, tiene sentido debido al planteamiento de Shadowverse como juego de cartas, pero que el obtener muchas de estas cartas esté sentenciado por un factor de aleatoriedad hace que muchas veces resulte imposible conseguir ciertas cartas, ya que en hacia el final de la aventura quería conseguir cierta carta de gran rareza para completar uno de los mazos que me interesaban, y su obtención estaba ligada a la probabilidad de los sobres, llevándome a comprar una treintena de sobres en los cuales muchas de las cartas que desbloqueé ya las poseía por lo que estas se cambiaron instantáneamente por monedas, pero no las suficientes para compensar el gasto por lo que obtener todas y cada una de las cartas del juego puede resultar una labor terriblemente laboriosa y repetitiva.
Para compensar este fallo, en los compases finales de la aventura desbloquearemos la posibilidad de clonar cartas, permitiéndonos que una carta que poseamos como mínimo una vez, podamos conseguirlas tantas veces como necesitemos para nuestro mazo. Esta opción está estrechamente ligada al desarrollo de la trama por lo que no diré nada más para estropear la sorpresa. Aunque lo que si debo mencionar es que si para las últimas horas de juego estáis cansados del bucle que Shadowverse propone, existen ciertos personajes que nos retaran a partidas con normas que nos fuerzan a plantear de una mayor manera la estrategia y que acaban siendo sin duda de lo más divertido del título y puede que el mayor problema de estos combates especiales es que se encuentren en los compases finales y no más distribuidos a lo largo de todo el juego, problema que se entiende ya que nos será necesaria una gran compresión del juego y sus estrategias para poder determinar que mazo resulta más adecuado en cada situación.
En el apartado técnico si que tenemos algunas quejas ya que hemos podido jugarlo en su versión de Nintendo Switch, la cual tiene problemas de desempeño tanto en modo portátil como de sobremesa, llegando con dificultad a los 30 fps durante algunos combates, y dónde es más grave, en los entornos del mundo abierto, teniendo problemas de estabilidad al movernos por la ciudad, además de esto, muchas animaciones se sienten extrañas y se reutilizan en la mayoría de los personajes.
En resumen, Shadowverse Champion´s Battle es un juego imperfecto que busca replicar el antiguo éxito de Yu-Gi-Oh pero que consigue tener un carisma propio en sus diseños de cartas y el de algunos personajes. Con un sólido sistema de juego que aunque retante resulta divertido en muchas ocasiones, aunque a veces esto queda empañado por un componente de aleatoriedad que escapa al control del jugador, pero que por lo demás consigue resultar divertido aun teniendo una trama y unos personajes que pecan de tener un cariz demasiado infantil.
Y es desde VidaoPantalla que os animamos a echar un vistazo al título y seguirle la pista ya que para los amantes de los juego de cartas, este juego podría resultar un gran alternativa a otros juegos de cartas, y es que además de lo ya mencionado en este análisis, Shadowverse añade un modo de juego en línea que no hemos podido probar antes del lanzamiento, pero que esperamos que sea del agrado de todos los jugadores y que este a la altura de los grandes juegos del género, actualizando lo que sea necesario y balanceando los posibles desajustes que puedan ocasionar algunas de las cartas mas poderosas.
Gracias a Meridiem Games por cedernos una clave para poder haber disfrutado del juego antes de su salida oficial, y haberos podido traer cómodamente este análisis.