Jamás pensé que diría esto, pero qué interesante está la historia de un juego para móviles, al mismo nivel que uno de los juegos principales de la franquicia. La campaña de Tales of Crestoria ha sido una enorme sorpresa, pues nunca he sido muy fan de los gachas ni de los juegos de móviles, y los pocos que he jugado siempre he saltado la historia.
Sin embargo, fue llegar este título y mantener enganchado, con algunos capítulos más interesantes que otros, pero con un potencial que realmente me hace querer que Bandai Namco trabaje en un remake para venderlo en consolas como un juego principal de la saga. Su gracia está en el sistema de combate por turnos, por lo que sería un buen “spin off principal” de una saga 100% Action RPG.
En un futuro me gustaría volver a completar la historia para hablar de ella, pero hoy me gustaría daros un adelanto con el que, creo, es el personaje más interesante de todos y el que se ha ganado al público por su personalidad, su carisma y su forma de ser: Misella, la co-protagonista.
Misella es una huérfana de 14 años que originalmente iba a ser entregada como esclava por el padre adoptivo de Kanata, a quién ama con locura. Tanto es su amor que es capaz de dar su vida cortándose el cuello, muy explícitamente, para salvarle cuando descubre las intenciones de su padre.
Tras una serie de acontecimientos, y para salvarle del crimen que comete tras asesinarle, Misella incendia el orfanato, cobrándose la vida de una niña involuntariamente. Del mismo modo, consigue su “poder” gracias a Vicious, y aunque le debe la vida, no le tiene mucha estima ya que considera que está llevando al grupo por el camino equivocado.
Todo esto puede sonar a típico personaje femenino que vive por y para el personaje masculino del que está enamorada completamente porque es el mejor y el más macho, pero todo lo contrario. Lo que siente Misella no es amor, sino admiración (al menos es la sensación que personalmente me da).
Todo esto nos deja con frases muy agradables, como por ejemplo que ella prefiera la carne en vez de las verduras, o una conversación que pueden tener entre ambos en la que Kanata dice “no te preocupes Misella, te ayudaré”, y esta le contesta que no se preocupe, que ella se encargará de protegerlo a él, dejando claro que no necesita a nadie para continuar su camino.
Y, curiosamente, al mismo tiempo quiere vivir su historia junto con Kanata. ¿A qué conclusión nos lleva? Muy sencillo: Misella es de todo menos un personaje tóxico, en ninguno de los sentidos. Misella es independiente, pero tampoco quiere estar sola, es fuerte, pero sabe reconocer que necesita ayuda, es honesta y sincera, pero tiene sus sentimientos.
No tiene por qué ser un témpano frío ni tampoco un sol cálido. No tiene que lanzarte ningún mensaje manido ni tampoco tener que claudicar ante nada. Ella es ella, ella es libre, y creo que una franquicia en la que este ha sido un concepto muy importante, es lo mejor que han podido diseñar.
Y, por suerte, no es el único personaje femenino que es así. Lo que se agradece.