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Monster Hunter Rise es la última entrega de la longeva saga de RPG de acción de Capcom, este juego se encuentra en un contexto y tesitura complicados, teniendo que recoger el testigo de Monster Hunter World, el cual resultó ser inicio del renacer de una nueva Capcom original y renovada que en años recientes nos ha entregado obras como; Resident Evil 2 Remake y Devil May Cry V. Este estado de forma no es debido a la suerte o el azar, si no al esfuerzo y el buen hacer que ha permitido a la empresa nipona lanzar este año  títulos de algunas de sus sagas más importantes, Resident Evil VIII Village y este Monster Hunter Rise, cuyo mayor problema reside en tener que buscar un hueco y espíritu propio que lo haga desmarcarse de esa pesada sombra que proyecta su antecesor. ¿Esta este lanzamiento a la altura de World? ¿O por el contrario Capcom se ha relajado y entregado un título menor?

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La saga Monster Hunter siempre ha sido sinónimo de descubrimiento, experimentación y fascinación ante lo desconocido, si ningún otro juego con un estilo parecido de juego no ha sido capaz de alcanzar la perfección de esta saga es por la magia de sus desarrolladores, los cuales son capaces de impregnar de algo especial que nos permite sumergirnos en la piel de sus personajes y descubrir un mundo desconocido, en todas sus obras. Monster Hunter Rise sigue estos objetivos sin dudar, dando un paso al frente y demostrando que el estado de forma de la compañía nipona no era algo de casualidad, y es que todo lo que el juego dispone para el jugador tiene un nivel de refinamiento y excelencia muy superior a la media, desde su asombroso apartado técnico (recordemos que el título tiene exclusiva temporal en la plataforma híbrida de Nintendo) hasta su sistema do combate y progresión, todo lo que encontramos tiene un mimo digno de una empresa de tan alto renombre, todo, menos un detalle, la trama.

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En Monster Hunter Rise controlaremos a uno de los cazadores de la aldea de Kamuya, en la cual reside un conjunto de variopintos ciudadanos los cuales funcionaran como NPCs que nos ayudarán a progresar; dentro de estos personajes encontraremos a los ya clásicos encargados de las misiones, mercaderes o herreros entre otros. Durante las aproximadas 13 horas de duración de su campaña principal (recordamos que mucha de la duración y el disfrute del título surge con las misiones posteriores a la campaña, por lo que una historia principal breve no resulta un error garrafal) nos iremos enfrentando a diferentes misiones de recolección de recursos o de caza, todas ellas resultaran imprescindibles para avanzar en nuestro rango de cazador (RC) y alcanzar el nivel y fuerza necesarios para poder plantar cara al Magnamalo y el frenesí, los cuales son los principales antagonistas de esta nueva entrega.

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Si bien la estructura de esta saga es ya clásica, algo más de trasfondo hubiera resultado de agradecer ya que la historia resulta inexistente y se resume en unos diálogos que difícilmente llegan a la decena, pero esto no es más que un detalle puesto que donde brilla con luz propia es en su jugabilidad y sistema de desarrollo.

 

En Monster Hunter Hunter Rise al igual que en el resto de entregas cazaremos monstruos para recolectar materiales con los que forjar mejores armas y armaduras que a su vez nos darán el nivel necesario poder enfrentarnos a enemigos de mayor calibre, crenado un bucle de juego diseñado para que aquellos que lo encuentren disfrutable se sumerjan durante horas mientras que los que sientan un cierto rechazo lo eviten, y si bien este núcleo está tremendamente bien resuelto, para esta entrega, Capcom ha intentado occidentalizar aún más que con World su saga “de nicho” mediante tres cambios a distintos niveles.

El primero es que los enemigos soltarán más objetos durante el combate y nos será más fácil romperles partes del cuerpo, solucionando uno de los mayores inconvenientes de la saga desde un punto de vista personal puesto que perder dos horas por una vesícula acuosa que no somos capaces de conseguir porque al recoger al monstruo este no la suelta; el segundo cambio concierne a la parte previa de la caza, la cual ha sido completamente eliminada, y es que mientras que en juegos anteriores era necesario buscar pistas acerca del paradero del monstruo, en World simplemente debíamos seguir a los lafarillos mientras indagábamos el escenario, todas estas ideas han sido suprimidas para dar lugar a un mini-mapa del que dispondremos en todo momento y el cual nos muestra los 3 enemigos que nos podremos encontrar en cada misión y su localización exacta en el mismo; esto último da lugar a un tercer y más importante cambio, que es la duración de los combates, los cuales rondan aproximadamente entre los 15 y 30 minutos, agilizando aquellas misiones que amenazaban con superar la hora y que podíamos encontrar en World.

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Además de estos cambios para occidentalizar la fórmula y un puñado de nuevos monstruos (tanto grandes como pequeños), Monster Hunter Rise cuenta con otros elementos le que le hacen sentir un juego con factores diferenciadores, y estos son los relacionados con el subtítulo, Rise, porque si algo consigue esta entrega es darnos una sanación total de libertad, todo gracias a las nuevas adiciones al movimiento y el combate las cuales son los camaradas canyne y los cordópteros.

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Los primero son una nueva raza de acompañantes que se unirán a los felyne de anteriores entregas y que como su propio nombre indica, poseen formas que basadas en animales como perros o lobos; estos nuevos camaradas además de atacar durante todo el combate, nos aportarán la posibilidad de usarlos como montura, la cual aporta distintos beneficios, como el hecho de usar objetos mientras cabalgamos (a diferencia de anteriores juegos en los que usar un elemento del inventario implicaba quedarse inmóvil) o desplazarnos rápidamente a través del mapa, ya sea corriendo, mediante el uso de sprints o con la capacidad de dar grandes saltos. En adición a esta nueva mecánica encontramos el segundo motivo del subtítulo del juego, los cordópteros los cuales suponen una mejora en la movilidad y portan nuevos combos a la hora de afrontar las batallas. Gracias a estas criaturas podremos lanzarnos en la dirección en la que estemos apuntando siempre y cuando tengamos la habilidad recargada, esto da lugar a muchísimas posibilidades como el desplazamiento horizontal a través de un desnivel o la capacidad de correr por las paredes o escalarlas si nos propulsamos en su contra.

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En el combate el uso del cordóptero será vital para poder alzarnos victoriosos de los enfrentamientos ya que gracias a él podremos cabalgar durante unos instantes a los distintos monstruos siempre y cuando se den ciertas situaciones que no desvelaremos para no aguar las sorpresas; mientras montamos uno de nuestros gigantescos enemigos podremos atacar a otros monstruos con los ataques característicos de cada especie, o chocarlos contra distintos obstáculos para dañar a nuestro enemigo. El mayor problema con esta mecánica es su repetición ya que si bien resulta interesante y divertida en un inicio, acaba volviéndose cotidiana con el pasar de las misiones ya que la repetiremos para aproximadamente cada enfrentamiento. Además de esto se han añadido nuevos combos a las armas asociados a las cargas de uso de los cordópteros y a distintos botones, cada arma tiene sus movimientos especiales característicos y os incitamos a experimentarlos todos por vuestra cuenta ya que resultan de lo más útiles y divertidos de usar. Por último, encontramos el cordo-escape el cual nos permite levantarnos del suelo rápidamente una vez derribados, con la pequeña de penalización de enfundar nuestro arma en el proceso.

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Además de todo esto, se han añadido han plantel de posibilidades las misiones de frenesí, las cuales funcionan con mecánicas del género de “tower-defense”, que resultan entretenidas variadas, puesto que son una buena manera de obtener dinero si estamos un poco cansados de repetir misiones de caza. En las misiones de frenesí nos enfrentaremos a una gran multitud de enemigos, los cuales tendrán distintos patrones de comportamiento (algunos atacarán las murallas, otros buscarán debilitar a nuestro personaje…) y gran variedad de razas, pero para ello no estamos solos, y contamos a nuestra disposición con puntos de construcción de defensas como ballestas, minas de proximidad, cañones… Estas defensas se clasifican en distintos tipos según su naturaleza: las automáticas, las manuales, y las que funcionan como trampas o tienen un número específico de usos. Y es que si suena simple es porque es así, misiones de apenas 20 minutos y que aunque poco inspiradas aportan una variedad agradable al gameplay.

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Otro de los apartados destacables del título es su apartado técnico, el cual es magnífico para una plataforma con un hardware menos potente como es el caso de Nintendo Switch, además, todo la estética del juego, la cual bebe de la época medieval oriental se encuentra muy cuidada, con una aldea Kamuya muy carismática y una música que consigue dar los efectos buscados tales como épica, sobrecogimiento o simplemente belleza. Además, ante de cada primer enfrentamiento con un enemigo de una reza desconocida, nos encontraremos con una cinemática que nos dará contexto sobre la criatura y que va acompañada con unos cánticos japoneses clásicos, aportando un empaque a las misiones difícilmente antes visto.

 

En resumen, Monster Hunter Rise tiene una menor potencia técnica que su antecesor, además de poseer mucha menos esencia de la que aportaba World con aquellos parajes inabarcables, pero lo que consigue que esta nueva entrega se coloque como uno de los imprescindibles de Nintendo Switch, son esas ideas de renovación que aportan nuevos conceptos a una saga tan arraigada a una fórmula inamovible, son esas ganas de innovar la que hacen que Monster Hunter Rise se desmarque y consiga tener una personalidad y unos elementos propios por los cuales no necesite mejorar lo inmejorable, si no sabes dar una experiencia nueva, refrescante y que consigue atraparnos durante horas.


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Por Alejandro García Blancas

Soñador y jugador a tiempo parcial. Escribo como hobby y ojalá como trabajo.

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