Catherine: Full Body es la versión extendida de Catherine, el original juego de puzzles de Atlus lanzado en 2011 en Playstation 3 y XBox 360. Full Body, que añade un nuevo personaje en el ahora cuarteto protagonista, fue desarrollado por Studio Zero y publicado en septiembre de 2019 en Playstation 4 y Vita. La versión de Nintendo Switch tendría que esperar bastante más, específicamente al pasado 7 de julio. Anunciado en el Nintendo Direct Mini del pasado mes de marzo, supone dar la bienvenida a un auténtico juego de culto en nuestra híbrida favorita. ¿Vale la pena probar o volver a jugar a este juego de nicho en pleno 2020?
Es un título realmente diferente, que apoya su narrativa (con charlas en el bar y vídeos de los personajes) con la resolución de puzzles.
Para los que no conocen este videojuego (que seguramente son muchos más de los que pensamos) Catherine: Full Body puede darnos sensaciones encontradas. Esta nueva versión no deja de ser una extensión del primer juego, un título de hace casi una década. Es algo que a nivel visual y narrativo probablemente notaremos, pero si hacemos alguna concesión al respecto, pronto caerá en el olvido. El apartado más importante de Catherine es, sin duda, su gran originalidad y valentía, sabiendo que es un juego hecho para una minoría de jugadores. Es un título realmente diferente, que apoya su narrativa (con charlas en el bar y vídeos de los personajes) con la resolución de puzzles. Una extraña combinación que puede que no guste a todo el mundo, pero de seguro que apasionará a otros.
En Catherine: Full Body nos adentramos en la vida de Vincent, un treintañero con una relación estable con su novia Katherine. Todo parece ir como la seda hasta que, de forma más que sorprendente, encuentra a Catherine, la cual se convertirá en el objeto de sus deseos. Las dudas comienzan a surgir. Podremos afianzar la relación con nuestra novia o aventurarnos a conocer a nuestra nueva amiga, entre otras opciones. Además, por si fuese poco, Full Body añade a otro personaje a todo este lío, del que no os desvelaremos nada en este análisis. ¿Qué deberíamos hacer? ¿Mantenernos fieles a nuestro principios o comenzar nuevas aventuras? O más importante aún… ¿qué es lo que queremos realmente?
Vincent no tendrá demasiado tiempo para pensar estas cuestiones, ya que comenzará a tener extrañas pesadillas que le afectarán en su vida real. En ellas, iremos a un mundo en el que, junto con diferentes carneros, deberemos conseguir llegar a la cumbre escalando a través de puzzles, cada vez más complicados. Deberemos superar cada noche para enfrentarnos a un nuevo día repleto de misterios y sorpresas. La historia se irá desgranando poco a poco, respondiendo preguntas de un ente misterioso cada vez que acabemos un puzzle, charlando con nuestros amigos y conocidos en el bar o con los carneros en las pesadillas. Por ello, cuanto menos sepamos del argumento antes de probarlo, mejor. No es nada recomendable curiosear sobre un juego en el que su principal baza es sorprender, aquí dejamos esta advertencia.
Si nos centramos en disfrutar del viaje, puede resultar tan entretenido como perturbador
Lo que debemos tener claro es que aunque es un juego que trata temas adultos y tiene personajes complejos, no abandona ciertos tópicos que nos pueden chirriar a estas alturas. Una novia tradicional que antepone todo a casarse, un protagonista con miedo al compromiso y una sexy desconocida en busca de nuevos retos no suena especialmente original. Pero si olvidamos este tipo de convencionalismos y estereotipos y nos centramos en disfrutar del viaje, puede resultar tan entretenido como perturbador. Conociendo a Atlus sabemos que no podemos esperar la trama más seria del mundo, pero casi seguro merecerá la pena. Además, como cabría esperar en este tipo de títulos, la infinidad de finales (más de una decena) nos ayudará a explorar en la psique de los personajes con voracidad. Aunque hay finales derivados de otros, vale mucho la pena conseguir los más importantes. Algunos son una auténtica locura.
Como punto un tanto negativo, he de decir que las posibles rutas a seguir no son siempre del todo satisfactorias. Hay finales un tanto decepcionantes, y siempre estamos sujetos a elegir entre pocas opciones y un tanto extremistas, le falta profundidad. Está claro que, independientemente de nuestras acciones, nos centraremos en elegir al personaje que más nos guste (o, al menos, intentarlo). A partir de ahí todo puede pasar, ya que (especialmente el nuevo personaje) puede que no lo consigamos, al menos la primera vez. Catherine: Full Body no se basa nunca en la aleatoriedad, pero hay ciertas acciones difíciles de prever. Por mucho que queramos acabar con cierto personaje, si no le gustó algunas de nuestras respuestas, tomará una decisión que no esperábamos.
Es cierto que podemos quedarnos atascados a veces, pero nada insalvable. Un pequeño reto que probablemente esté al alcance de casi todo el mundo
Para avanzar en la trama no sólo tendremos que charlar con gente en el bar y responder preguntas. También tendremos que resolver los puzzles, la mecánica jugable principal de Catherine: Full Body. Éstos son muy simples, al menos en apariencia: sólo tendremos que escalar hasta llegar a la cima moviendo una serie de bloques. Nos irán explicando las posibles combinaciones de movimientos a lo largo del juego, añadiendo nuevos desafíos y aumentando su complejidad. Además, de vez en cuando tendremos un jefe final que nos pondrá las cosas un poco más difíciles. Esta aparente simpleza no debería echarnos atrás, ya que los puzzles enganchan, y mucho. Además, siempre podemos intentar un nivel de dificultad mayor o probar el modo remix, en el que los bloques dejarán de tener el tamaño normal para convertirse en auténticas piezas salidas de Tetris.
Si necesitamos un respiro, encontraremos ciertos ítems que serán muy útiles a lo largo de puzzles además de la inestimable ayuda de uno de los personajes principales. Por ello, en cuanto a la dificultad, recomiendo jugar Catherine: Full Body en nivel normal (al menos). Es cierto que podemos quedarnos atascados a veces, pero nada insalvable. Un pequeño reto que probablemente esté al alcance de casi todo el mundo, gracias a nuestros amigos los check-points, los cuáles son abundantes a lo largo del juego. Si buscamos un verdadero reto, no sólo tenemos un nivel difícil, sino que tenemos modos para cooperar o intentar hacer speed run enfrentándonos con otros jugadores. Y si aún así no quedamos satisfechos, tenemos un minijuego bastante más largo de lo que parece que puede que nos de algún que otro dolor de cabeza.
En cuanto a la duración, depende de varios factores en este caso. Si queremos lograr todos los finales, deberemos hacer un gran esfuerzo, ya que sin utilizar una guía, va a ser bastante complicado. Por si esto fuera poco, Full Body incluye un poco más de contenido que no vamos a desvelar, pero llegar a él sin saber nada no va a ser fácil. Probablemente por este motivo, han añadido un nivel de dificultad seguro en el que la consola se pasa el puzzle por nosotros, pensando probablemente para seguir una ruta diferente y desbloquear más finales. Catherine: Full Body es un juego que podremos acabar perfectamente en 10-12 horas, pero dependiendo de cuánto queramos explorar la duración puede ser muy superior.
Dónde realmente destaca el título es en el diseño de ciertos personajes que intentarán hacernos la vida imposible. Derrochan originalidad y carisma por todos los lados.
Puede que nos resulte extraño imaginar este juego tan surrealista y con una jugabilidad basada en puzzles como algo épico, pero creedme, puede serlo. Los gráficos y el sonido ayudan mucho a que esto ocurra. Catherine: Full Body es prácticamente un anime, con numeroso vídeos que nos relata cómo avanza la historia. En cuanto a los gráficos en gameplay, es cierto que se notan las costuras, ya que aunque está remasterizado, el juego original tiene casi una década. En pleno 2020, es algo que no dejaríamos pasar en otras circunstancias. Dónde realmente destaca el título es en el diseño de ciertos personajes que intentarán hacernos la vida imposible. Derrochan originalidad y carisma por todos los lados.
El sonido, en este caso, no es un mero elemento decorativo. La música nos absorbe en el mundo de Catherine, especialmente en los puzzles, con melodías épicas en algunas ocasiones. Es algo que le da muchísima vida a la jugabilidad, con otro tipo de atmósfera todo hubiese sido muy distinto. Destacan en especial las nuevas versiones de la Sonata para piano nº14 de Beethoven y la Cabalgata de las Valquirias de Wagner: una auténtica maravilla jugar escuchando esto. Personalmente, me ha dado horas de diversión sólo escuchar algunas canciones de su banda sonora.
Como conclusión, Catherine: Full Body es un juego diferente, pero no por ello difícil de apreciar. Su estatus de juego de culto es obvio por su originalidad, pero también tiene otros muchos elementos destacables como la música, la jugabilidad o lo surrealista de la historia. No sólo gustará a nuevos jugadores, si jugasteis al anterior Catherine y queréis rememorarlo, Full Body es una buena compra gracias a la incorporación de su nuevo personaje, probablemente, el mejor del juego.
Os dejamos el tráiler en el siguiente enlace:
Nota::
Historia - 8.8
Gráficos - 8
Sonido - 9
Jugabilidad - 7.8
Duración - 8.8
8.5
Como conclusión, Catherine: Full Body es un juego diferente, pero no por ello difícil de apreciar. Su estatus de juego de culto es obvio por su originalidad, pero también tiene otros muchos elementos destacables como la música, la jugabilidad o lo surrealista de la historia. No sólo gustará a nuevos jugadores, si jugasteis al anterior Catherine y queréis rememorarlo, Full Body es una buena compra gracias a la incorporación de su nuevo personaje, probablemente, el mejor del juego.