Tal y como pudimos comprobar en el evento de presentación de Playstation 5, Resident Evil es una saga que continúa vigente a día de hoy. Capcom, como era de esperar, no olvida su saga más rentable, y la nutre con nuevos títulos en cuanto tiene oportunidad. En los últimos años hemos podido disfrutar de innumerables juegos de la franquicia, gracias a los esperados remakes de algunos de los Resident Evil más memorables.
Resident Evil nació hace más de 20 años en la primera Playstation, una de las consolas de más éxito de la historia de los videojuegos. El juego se nos presentaba como un survival horror con un vídeo introductorio con actores reales que se nos hace muy difícil poder olvidar. Aunque hoy en día es complicado verlo sin que se nos escapa alguna que otra carcajada, hay que tener en cuenta que era algo realmente innovador en esa época. Un comienzo que nos introducía en las películas de miedo de serie B, consiguiendo una inmersión hasta ahora nunca vista. En el primer título, como acabó siendo costumbre en la saga, pertenecíamos a la fuerza de élite S.T.A.R.S, por lo que se puede pensar que estábamos más que preparados para los peligros a los que nos íbamos a enfrentar. Pero como suele suceder en estos casos, nada es lo que parece.
Chris y Jill se enfrentaban a peligros cada vez mayores, más de un susto inesperado y una historia que conseguía enganchar.
El primer juego transcurre casi en su totalidad en una mansión, un laberíntico lugar en el que nos quedamos atrapados buscando al resto de nuestro equipo. Este lugar es el alma del juego, contando con un diseño de niveles nunca visto hasta ese momento. Chris Redfield y Jill Valentine se enfrentaban a peligros cada vez mayores, más de un susto inesperado y una historia que, sin bien no era el exponente máximo de la complejidad , conseguía enganchar.
A pesar de que los survival horror ya habían estado presentes en los videojuegos, Resident Evil elevó el género a la popularidad de la que todavía disfruta estos días. Un juego basado únicamente en la supervivencia, en la que deberemos ingeniárnoslas para sortear niveles cada vez más complicados con munición más bien escasa. En Resident Evil cada bala cuenta y, por ello, deberemos utilizarlas lo más sabiamente posible. El título estaba aderezado con una serie de puzzles que, aunque han quedado obsoletos, en su momento fueron el máximo exponente del género.
Resident Evil gozó de un gran éxito entre crítica y público y consiguió dar el pistoletazo de salida a incontables juegos, y éstos no se harían esperar. Tan sólo dos años después se lanzó Resident Evil 2, un juego que nos abría a Racoon City y aumentaba en posibilidades. Esta vez, de la mano de Leon Kennedy y Claire Redfield, comprobaríamos que el virus era a una escala mucho mayor de la que esperábamos. Un juego que aunque seguía contando con los famosos escenarios prerenderizados, nos daba una sensación de amplitud nunca vista. Cómo olvidar Racoon City al comienzo del juego, la comisaría o el laboratorio. Además , gracias a los avances tecnológicos de la época, pudimos disfrutar de más zombies en pantalla, convirtiéndose en una experiencia aún más aterradora.
Para muchos, Resident Evil 2 sigue siendo el mejor juego de la saga, superando incluso al título original.
Para muchos, Resident Evil 2 sigue siendo el mejor juego de la saga, superando incluso al título original. Es como si hubiesen cogido todo lo bueno del primer juego y hubiesen conseguido llevarlo más allá. Y eso nunca es algo fácil. Resident Evil 2 también consiguió grandes alabanzas tanto de crítica como de público, llegando incluso a superar al primer juego. El listón estaba muy alto, pero Capcom no tenía miedo a seguir adelante y, apenas un año después, un nuevo juego haría acto de aparición.
En cambio, Resident Evil 3, en cierto sentido, fue en su momento la oveja negra de la saga principal. A pesar de seguir contando con una calidad incuestionable y un gran enemigo a la altura, para algunos es un título menor en la trilogía original. Las nuevas aventuras de Jill Valentine en solitario, aunque continuaron siendo un éxito, se quedaron lejos en ventas en comparación con sus predecesoras.
Pese a no poder saber exactamente el porqué, hay un par de factores que pudieron influir en la recepción final del juego. Quizás el más importante es que en los títulos anteriores controlábamos a dos personajes, lo que alargaba la duración del juego. Aunque los caminos de nuestros personajes tenían mucho en común, las diferentes localizaciones o personajes secundarios que nos encontrábamos conseguían que jugar a estas dos rutas fuese casi obligatorio. En Resident Evil 3 sólo teníamos a un personaje , Jill Valentine, lo que reducía la rejugabilidad y, por tanto, la duración.
La primera trilogía funcionaba como un mecanismo totalmente engrasado: varios personajes perfectamente interrelacionados
A pesar de ello, cuenta con un enemigo principal, Nemesis, que hace que por sí sólo valga la pena disfrutar de esta experiencia. Vivimos momentos llenos de pura adrenalina, con un sistema de elecciones bastante simple pero eficaz, revisitando algunos de los escenarios de títulos anteriores. La primera trilogía funcionaba como un mecanismo totalmente engrasado: varios personajes perfectamente interrelacionados que vivían su experiencia en Racoon City prácticamente al mismo tiempo. Su sistema jugable, su alta dosis de violencia y diseño de niveles, elevaron la saga a una categoría que pocos juegos pueden igualar.
Quizás, echando la vista atrás , podemos darnos cuenta de que Capcom ya tenía pensado acabar tirando por otros derroteros. En Resident Evil 2, además de una mayor cantidad de enemigos, empezaron a aparecer nuevos monstruos más rápidos y mortíferos. En Resident Evil 3, podíamos escapar de Nemesis o intentar enfrentarnos a él, muchas veces a nuestra elección. Esto daba lugar a un tipo de acción trepidante, escapando durante un tiempo de un enemigo que parecía casi invencible.
Aunque si nos decidimos por el enfrentamiento puro y duro, nuestro arsenal cada vez mayor de armas y balas sería nuestro mayor apoyo. La saga original es un survival horror, de eso no cabe duda, pero poco a poco la acción y los momentos espectaculares empezaron a primar por encima de la tensión. La tensión de ese momento en el que tememos cruzar una esquina u oír un ruido que no somos capaces de reconocer. Poco a poco, sin apenas darnos cuenta, Resident Evil continuaría evolucionando hasta convertirse en lo que es hoy en día. Pero todo esto, lo comentaremos en artículos posteriores.