¿Hasta qué punto estás dispuesto a llegar para recuperar tus recuerdos? Ys Memories of Celceta nos pone una vez más en la piel de Adol Christin para adentrarnos en el vasto mar de árboles de Celceta y descubrir su pasado.
Pero para poner en contexto, para aquellos que no esteis familiarizados con la franquicia, Ys es una saga de ARPG japonés desarrollada por Nihon Falcom, cuenta con una vida muy longeva (desde 1987) y sus títulos han sido lanzadas en multitud de plataformas. A pesar de esto, Memories of Celceta es considerado por la propia compañía como el cuarto juego canónico de la saga.
Nuestra aventura nos sitúa en Celceta, una región a la cual nuestro protagonista, Adol Christin, ha ido a explorar y vivir nuevas aventuras, hasta que por diferentes motivos, acaba tambaleándose por las calles de una ciudad llamada Cascan a punto de desmayarse. Una vez recuperado gracias a la gente de la misma localidad, nuestro héroe se dará cuenta de que tiene amnesia y no recuerda absolutamente nada de lo que ha vivido en las tierras de Celceta hasta ese preciso instante.
Por suerte aparece Duren, un bróker de la propia ciudad, que se une a Adol para viajar a través del Gran Bosque de Celceta y conseguir diferentes recompensas, mientras que nuestro protagonista recupera sus recuerdos. Pero esa es solo la premisa, ya os hemos puesto en contexto, ahora hablemos del sistema de combate, que es muy simple pero efectivo, y muy característico de la saga Ys.
El combate en esta entrega no difiere mucho de los anteriores, nos movemos por un mapa semiabierto con mucha agilidad y que de ser muy habilidosos con el control, nos moveremos a una velocidad que una vez dominada hace del combate una delicia. Cada personaje maneja un arma distinta, estos no pueden ser equipados con otro tipo de arma que el que le está asignado, pero gracias a que con un simple botón podemos cambiar de personaje, no se nota limitado.
Cada enemigo tiene su debilidad a un tipo de arma, así que tendremos que ser rápidos en cuanto encontremos a un enemigo y cambiar al personaje indicado para hacer el máximo daño posible. Estos enemigos nos los encontraremos tanto en mazmorras como en las diferentes partes del mundo esparcidos, mientras no estemos en las distintas aldeas de las tribus de Celceta.
En las aldeas tendremos disponibles tiendas, en las cuales podremos comprar tanto armas, armaduras y objetos, como para mejorar nuestro equipamiento, y NPCs que nos contarán algo más sobre Adol y de la propia aldea.
Un punto negativo que encontramos en la mejora de equipamiento es que no te incitan a mejorarlo mucho ni a usar los elementos crafteables ya que con tan solo lo que compras en la ciudad en la que se encuentra tu próximo objetivo, ya estás más que preparado para afrontar el siguiente reto, así que el bien más preciado es el dinero.
Tiene en un principio una estructura similar a la que podríamos encontrarnos en un The Legend of Zelda, por poner un ejemplo: llegamos a una localización en específico, nos ponen en contexto y vamos a solucionar el problema a la mazmorra correspondiente.
Las mazmorras también siguen un patrón muy recalcado, hablamos de templos con diferentes salas, repletas de enemigos y en las cuales conseguiremos diferentes objetos que nos servirán para poder acceder a nuevas áreas, como poder bucear o hacernos diminutos. Pero al final se resumen en explorar, conseguir las piezas necesarias para abrir la puerta del boss y una vez nos enfrentemos a él, ya la habremos completado. Eso sí, cada mazmorra tiene muchas salas ocultas y que nos recompensará con diferentes materiales para mejorar nuestro equipo.
Tras repetir este esquema de juego varias veces, llegaremos a X punto del juego en el que la narrativa se vuelve mucho más interesante y cambia la meta de la misma aventura, de una manera muy elegante y que le hace tener mucha más profundidad de lo que parece en un primer momento. Los personajes que se unen al equipo son totalmente controlables y no son simples NPCs que te acompañan, parecen bastante planos al principio, pero ganan importancia y les conoceremos muy a fondo.
Para no hacer spoilers, ya que esta parte se vuelve muy interesante, hablemos de otros apartados del juego.
En cuanto a gráficos este título no destaca demasiado, no son malos en absoluto pero tengamos en cuenta que es un «remaster» con muy poco de remaster. El juego fue lanzado originalmente para PS Vita en 2014 aquí en Europa, 2012 en Japón. Y no hay mucho cambio excepto la subida en resolución y los 60fps.
Y respecto a la banda sonora, ¿qué podemos decir de esta maravilla? Las bandas sonoras de los juegos de Nihon Falcom son magistrales, Falcom Sound Team JDK hace un trabajo maravilloso con las bandas sonoras y aquí no es menos, aunque sí que se notan repetitivos algunos temas, como cuando conversamos y la música de algunos jefes. No hay otra palabra que describa mejor a la música de la saga Ys y es «frenetismo«.
En definitiva, el juego cuenta con una jugabilidad muy divertida, que invita a explorar el mapa en su totalidad, recompensando continuamente los combates contra monstruos poderosos y la búsqueda de tesoros ocultos. Una historia que a pesar de tener un empiece un tanto lento, gana en interés y cada poco se vuelve más entretenida. El apartado visual, a pesar de no ser muy puntero, cuenta con lo necesario para no notarse antiguo y mostrar todo con nitidez. Y como ya os hemos contado, cuenta con una banda sonora espectacular, que nos hará aprendernos todas sus canciones al instante.
Como punto negativo o que escasea ya mencionamos la progresión de armas/personajes, pero esto no quita que tengas una experiencia satisfactoria y lo hace aún más directo que otros juegos de su mismo género.
Ys sigue siendo tras tantos años a sus espaldas una saga de ARPG japonés, que se mantiene sólida en su jugabilidad y no deja de ser divertida. Esperemos que le deis una oportunidad a este auténtico juegazo.
Este análisis se ha realizado con una clave que ha facilitado la distribuidora a VidaoPantalla.