La videoconsola más vendida de la historia, PlayStation 2, no necesita presentación. Por todos es conocida y recordada por la tremenda cantidad de horas de vicio que nos ha dado. En cuanto a juegos deportivos, la lista es muy larga: Pro Evolution Soccer, Fifa Street, NBA Live, NHL (aunque en nuestro país no es un deporte muy reconocido, ésta saga tuvo juegazos en PS2 en donde pudimos descubrir el Hockey en todo su esplendor); en juego de automovilismo Gran Turismo, Burnout, Need for Speed, WRC, Formula One… Los juegos de deportes han sido uno de los mayores atractivos en las consolas de Sony, y es por eso que vengo a recordar la existencia del gran Downhill Domination.
Antes de hablar del juego en cuestión, tenemos que repasar a su antecesor. En 1999, para la primera PlayStation llegaba No Fear Downhill Mountain Biking, el primer juego que podíamos ver de Mountain Bike en una consola, y con genial resultado.
Codemasters nos traía el juego desarrollado por Unique Development Studios, un innovador título para la consola de Sony, el cual contaba con un control bastante preciso para la época, niveles variados y un buen puñado de personajes con trajes y bicis variados. Este juego era divertido y tenía capacidad para entretener, pero le faltaba la chispa que tendría Downhill Domination, para el cual fue una influencia directa. Pocos años después, Incognito Entertainment y Codemasters nos traerían un nuevo juego de Mountain Bike, viendo la luz en julio de 2003, aunque por éstos lares tuvimos que esperar hasta febrero del año siguiente.
Como darle una vuelta a un juego normalito y hacerlo un auténtico juegazo, eso es lo que consiguieron con él. La primera pregunta al verlo es: ¿Lo puede disfrutar alguien a quién no le interese este deporte? Sin duda. La jugabilidad pasó a volverse mucho más arcade, con varios rivales en pista, en donde, aparte de hacer virguerías con nuestra bici y descender los más rápidos, también podíamos entorpecer a nuestros rivales (Cuando digo entorpecer, quiero decir pararlos a puñetazos, patadas o, si eso no basta, utilizar un palo). Y si éstas últimas palabras no os convencen, ¿En cuántos juegos podéis utilizar a un alienigena de personaje?
La cantidad de circuitos era muy numerosa, y en cada localización había 3 tipos de circuitos, según la modalidad para la que era enfocada, siendo algunos largos, otros de distancia media pero muy técnicos, y otros cortos para dar todo lo mejor de nosotros en cada partida. En el modo principal de juego encontramos eventos en donde entran los circuitos, carreras contrarreloj, carreras arcade en cualquier circuito, entrenamiento y, se podían desbloquear dos más: Mosbowl, que consistía en un circuito en forma de circulo en el que nuestro objetivo es eliminar al resto de jugadores a base de golpes, un modo muy divertido para jugar solo o con amigos, en donde debíamos eliminar al resto con un límite de 3 golpes, o aguantando X minutos y siendo el que menos golpes recibe. El último modo es el Supersalto, que consta de una rampa de gran longitud en la que debíamos conseguir la máxima puntuación posible en las acrobacias en el aire. Tal vez sea el menos divertido, pero pone la guinda para unas opciones muy diversas para un título así.
Al empezar, tenemos 6 personajes disponibles, cada uno con unas características propias. y contaban unos pequeños vídeos en donde se nos presenta al personaje. Conforme avanzamos podemos desbloquear otros tantos, la mayoría profesionales en la vida real durante ésos años y el mencionado antes ‘Kineticlops’, el que más cante da debido a que es un alien.
La variedad de indumentarias que los personajes tenían es muy variada, contando con muchos patrocinadores reales, como las bicicletas a elegir, las cuáles se podían montar con piezas diferentes y personalizarlas a nuestro gusto, lo que le daba a cada carrera un toque muy personal. Mención merece que existen dos bicis ocultas: Podemos subirnos a lomos de una llama y un ciervo, sin duda las bicis más originales del juego:
En lo jugable y visual ha envejecido muy bien, con unos gráficos bastante buenos para la época y con un control muy intuitivo que nos permitía aprender a manejarnos bastante rápido (con los botones R y L teníamos una cantidad muy elevada de combos para realizar, tanto que casi nos podía dar una embolia con tanta combinación. Pulsando éstos botones entre sí y añadiendo a la ecuación el botón triángulo aún conseguíamos más variedad, lo que nos daba mayor puntuación a la carrera).
Uno de los elementos que más divertido hace a Downhill Domination es la necesidad de golpear rivales para evitar que nos tomen la delantera, casi podría decir que es como mezclar el mencionado No Fear Downhill Mountain Biking con un Tekken. Empezando con un simple puñetazo, podíamos ir mejorando el ataque, culminando con un palo y finalmente el bote, que podíamos arrojarlo a nuestros rivales a distancia. En los circuitos encontramos unos iconos que nos daban habilidades, desde recuperar nuestra energía para esprintar, salir disparados a una velocidad de vértigo, o mejorar nuestra habilidad de combate al siguiente nivel.
Los escenarios, muy variados entre sí, también contaban con personas y fauna a la que podíamos hacer volar, pero con animales de cierto tamaño, éramos nosotros los que podíamos quedarnos estampados en ellos. En la mayoría encontramos también atajos para hacernos la carrera más corta con respecto a los rivales, aunque ellos también podían utilizarlos (sobretodo en la dificultad hardcore del juego.
Todo esto, lo amenizaba una banda sonora genial y que nos permitía hacer listas con nuestros temas favoritos del juego. Grupos como Slipknot, Run D.M.C o los Black Eyed Peas formaban parte de ésta gran selección, e incluso tuvo una genial intro con música de Saliva, en donde mezclaron imágenes de competiciones real, los famosos videoclips de Mountain Bike ‘New World Disorder’, un bebé random y muchas, muchas caídas.
Downhill Domination paso en su día sin hacer demasiado ruido pese a su gran calidad, y capacidad para divertir y mantenernos entretenidos una gran cantidad de horas. En webs tipo Ebay, es fácil hacerse con el a buen precio, incluso alguno lo vende aún precintado. Sea como sea, si por casualidad lo encontráis en una tienda de segunda mano, sabed que es un juegazo que merece muchísimo la pena y que merece ser de lo más recordado de PlayStation 2. Esperemos que el tiempo te trate como te mereces y seas recordado durante muchos años.
Antes de terminar, cabe mencionar otros títulos del genero que llegaron después de Downhill Domination, como fueron Mountain Bike Adrenaline o el reciente Descenders, con un aire bastante más realista. Por lo que si disfrutáis con juegos del estilo, dadle un oportunidad.
Volveremos pronto con más juegos olvidados de PlayStation2, ¡Hasta pronto!