Aunque no lo parezca, ya hace casi 10 años que nació la saga Xenoblade. El juego de Monolith Soft se lanzó a bombo y platillo como uno de los JRPG más importantes de la generación. Bueno, no exactamente. En realidad, el título se lanzó sin apenas promoción y no esperaban demasiado de su andadura fuera de Japón. Aunque desde el principio sabíamos que habría lanzamiento Europeo (un año después del japonés), no fue así en Norteamérica. El título estuvo a punto de no salir. Gracias a las presiones de algunos medios, Xenoblade Chronicles consiguió llegar a Norteamérica en abril de 2012, casi dos años después del lanzamiento japonés.
Echando la vista atrás, podemos entender las reticencias de la distribuidora en lanzar el juego por todo lo alto. Siendo un título no perteneciente a una franquicia y de un estilo marcadamente nipón, era considerado más un juego de nicho que un posible multiventas. Está claro que se equivocaron al no apostar por él desde el primer momento, ya que, a pensar de todo, Xenoblade Chronicles tuvo más éxito de lo esperado. Fue el gran tapado de la generación, una en la que Wii empezaba a decaer tras conseguir ser una de las consolas de más éxito de Nintendo.
Es algo que se puede apreciar de forma muy notable en Xenoblade: todavía cuesta creer que Wii moviese un juego así.
Wii puedo haber sido muchos cosas, pero es indudable que fue la mejor idea que pudo tener la compañía afincada en Kioto. Una videoconsola que, aunque técnicamente estaba muy por debajo de la competencia, era sin duda la más innovadora. El problema fue que, debido a esto, el catálogo third-party fue prácticamente inexistente. Era prácticamente imposible portear un juego desarrollado para la competencia en Wii, pero eso a la gran N no parecía importarle.
Esto es algo que se puede apreciar de forma muy notable en Xenoblade: todavía cuesta creer que Wii moviese un juego así. Mundos increíblemente enormes, poder mirar al horizonte y descubrir tu próxima aventura…un trabajo titánico con un resultado sobresaliente. Pero como siempre suele pasar, en este caso hubo que hacer… ciertos sacrificios. Los modelados de los personajes están muy desfasados, algunas texturas dolía verlas y, en ciertos momentos, la Wii hacía tanto ruido que parecía un microondas (esto es totalmente verídico). Quizás en una consola técnicamente más avanzada el resultado hubiese sido muy superior, pero no cabe duda que esto no importaba, lo esencial era disfrutar de un juego que no sólo destaca por su potencia gráfica.
Xenoblade Chronicles: Definitive Edition es, quizás, uno de lo remaster más esperados para los fans del género.
Fue un momento en el que el género RPG consiguió volver a estar más de moda que nunca en Nintendo, y eso se notó en el catálogo. En la misma época, pudimos disfrutar también de The Last Story, Pandora Tower o Monster Hunter Trii, entre otros. Pero, a pesar de ser juegos que generaban algo más confianza en las distribuidoras (especialmente The Last Story y Monster Hunter) no consiguieron eclipsar a la creación de Monolith en ningún momento. Es algo que ahora no nos extraña, ya que partíamos de una premisa muy emocionante: la lucha de dos titantes, el nacimiento de ambos mundos, la guerra entre los mekons y los humanos. Una jugabilidad profunda y dinámica, personajes inolvidables, monstruos increíbles, paisajes bellos y enormes y una música que, sencillamente, no conseguiremos sacarnos de la cabeza. Una delicia para los amantes del género que nos dio montones de horas de diversión.
De forma poco sorprende, se llevaron a cabo nuevos proyectos de la que ya consideramos saga. En 2015, salió a la venta para WIIU Xenoblade Chronicles X, un juego de corte futurista con prioridad en la exploración de mundos gigantescos. Un juego que, tal y como aseguraron sus propios creadores, tuvo un desarrollo muy complejo. Tan sólo 2 años y medio después, tuvimos en nuestra Nintendo Switch Xenoblade Chronicles 2. De nuevo mundos enormes, con un sistema de combate más profundo y cambios en el modelado de los personajes que le sentó francamente bien. Quizás su sentido del humor, más infantil y divertido, no era lo esperado por algunos usuarios, pero no empaña el resultado final.
Tras el éxito que tuvo la segunda parte de Xenoblade Chronicles, convirtiéndose en el juego de la saga más vendido, Nintendo no se demoró demasiado en dar el siguiente paso. Xenoblade Chronicles: Definitive Edition es, quizás, uno de lo remaster más esperados para los fans del género. Volver a disfrutar de Xenoblade con gráficos actualizados o, tener la oportunidad de jugarlo por primera vez, es un verdadero sueño cumplido. Si no ocurre ningún imprevisto (así lo esperamos), el juego saldrá dentro de un mes. Se que siempre es mejor que las compañías intenten innovar lo máximo posible pero, creo firmemente que, la salida de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition valdrá la pena. Sólo nos queda esperar al próximo 29 de mayo para su lanzamiento, el cual os recomiendo encarecidamente. No dudéis más.
Os dejamos el tráiler de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition: