No es la primera vez (ni la última) que la comunidad debate sobre si cierto relanzamiento es port, remaster, remake o reboot. Parece que, aunque se lleve ya años hablando sobre el tema, sigue habiendo dudas con respecto a que es cada cosa. Esta vez, con la reciente salida de Final Fantasy VII Remake, muchos hablan sobre si este título es de verdad un remake o, en realidad, un reboot.
Seguramente ya habréis visto muchas veces lo mismo, pero explicaré brevemente que es cada cosa. Un port es llevar un juego de una plataforma a otra, con upgrade si es a una más potente o con downgrade en caso contrario, y, si tiene algo extra, mucho es. Un remaster es llevar a la actual generación un título de, como mínimo, la pasada generación, mejorándolo visualmente más allá de la resolución, ya sea mejorando la iluminación, trabajando más las texturas, etc. Normalmente también añaden contenido adicional.
Hablando ya de lo que nos concierne, un remake es rehacer, desde cero, un título ya lanzado anteriormente. Hacer de nuevo el mismo juego para que, como mínimo, se renueve audiovisualmente, aunque la gran mayoría también mejoran las mecánicas jugables. Este concepto puede ser más difícil de entender de lo que parece, ya que hay remakes muchísimo más ambiciosos que otros, a través de, por ejemplo, añadir historia. Finalmente, un reboot es hacer algo completamente nuevo a partir de una saga o juego. Tomar las ideas del original y hacer algo nuevo a partir de ellas. Algunos buenos ejemplos de esto son Tomb Raider y Doom.
Entonces, ¿con qué definición encaja más Final Fantasy VII Remake? Este juego cambia por completo el sistema de combate, rehace toda la banda sonora y, por supuesto, está actualizado gráficamente a los tiempos que corren. Hasta aquí, se puede decir que es un remake. Muy ambicioso, sí, pero un remake.
La cosa cambia cuando llegamos a la historia. Square Enix dijo que este título ampliaría considerablemente la parte de Midgar del Final Fantasy VII original, pero, en realidad, no se limita a eso, ya que cambia cosas muy importantes de la historia.
No entraremos en spoilers, pero a lo largo de todo el juego se va mostrando que no solo se amplía la historia del original, sino que también cambian acontecimientos importantes. Aquí ya no hablamos solo de añadir; también de modificar. Es por esto que Final Fantasy VII Remake es un reboot. Coge el mundo, personajes y premisa del original y crea una historia nueva a partir de esta. Y creo que muchos de los que hayan visto y entendido el final coincidirán en esto, ya que este es el que me hace pensar que, sin ningún tipo de duda, estamos ante un reboot.
Por esto creo que Square Enix tendría que haber llamado a este juego Final Fantasy VII, a secas, y aclarar que es un reboot del Final Fantasy VII original que no es fiel a la historia de este. Esto quizá habría disminuido las quejas respecto al final de esta primera parte, que nadie esperaba. Si se hubiese aclarado que esta subsaga será una reimaginación de Final Fantasy VII, no habría cogido tan por sorpresa a los jugadores que esperaban ver el argumento del original, pero ampliado, como sugiere el título. Si quieres añadir algo o estás en desacuerdo, espero tu opinión en la caja de comentarios o en Twitter.