En este tercer día dedicado al lanzamiento de The Legend of Zelda: Link’s Awakening para Nintendo Switch queremos hablar sobre los objetos que pudimos disfrutar en el título y ver cómo han ido evolucionando a lo largo de la franquicia. Lo primero de todo tenemos que exponer qué objetos estaban disponibles en el juego.
Estos son: escudo, escudo espejo, pluma de roc, brazalete de poder de nivel 1 y 2, botas de Pegaso, arco, gancho, vara mágica, bumerang, ocarina, pala, polvos mágicos y bombas (también está la espada y la espada de nivel 2, pero esta vamos a obviarla). Un total de 14 objetos a nuestra disposición para resolver puzles y derrotar enemigos.
Primera hablemos del escudo. Es cierto que este apenas ha variado a lo largo de los años, hemos tenido uno de madera, el hyliano irrompible, pero también, en especial en Skyward Sword y Breath of the Wild, hemos visto una evolución. Para ser exactos, en el título de Wii tenemos uno de madera, que al quemarse se rompe, otro de hierro, un poco más resistente, y uno mágico con menos resistencia pero que puede curarse con el tiempo.
Y es que en este título los escudos también tienen una barra de vida (a excepción del hyliano que podremos conseguir completando un desafío). En la obra original de WiiU vimos cómo había una gran variedad de escudos, incluso una tapa de olla. Pero si hay que hablar de un escudo querido por la comunidad es el escudo espejo, que se estrenó en A Link to the Past y lo vimos por última vez en Minish Cap.
Este escudo servía sobretodo para resolver puzles con luz, y desde el título de GBA no lo hemos vuelto a ver. ¿Tal vez regrese en la secuela de Breath of the Wild? El siguiente objeto es la pluma de roc, otro de los objetos perdidos durante la evolución. Con este objeto podíamos saltar a nuestro libre albedrío, y en Oracle of Ages y Minish Cap esta se adapta para poder planear durante un corto periodo de tiempo y ofrecer un salto más amplio. La última vez que vimos este objeto fue en Four Swords Adventure.
Otro objeto perdido es el brazalete de poder, última vez visto en Minish Cap. Con el podíamos agarrar rocas grandes. Y un objeto recuperado han sido las botas de Pegaso, originales de A Link to the Past y vista por última vez en Minish Cap hasta la llegada de A Link Between Worlds. Estas botas se usaban para moverse más rápido.
También tenemos la vara mágica, que únicamente hemos visto en el primer título de Zelda de NES, Link’s Awakening, y como arma en el spin off Hyrule Warriors. La particularidad de este objeto es que no necesitaba usar magia para funcionar, y podíamos “disparar” fuego. En Breath of the Wild, eso sí, hay uno similar, así como en A Link to the Past y A Link Between Worlds.
La pala con la que podíamos cavar para conseguir corazones o rupias volvió en Phantom Hourglass pero no regresó, y en los Oracle of los polvos mágicos regresaron, esta vez con más variedad de elementos, pero no los hemos vuelto a ver. Finalmente, nos quedamos los objetos recurrentes de The Legend of Zelda.
El primero de ellos es el gancho, que, dependiendo del título, podremos llegar hasta un punto en concreto, cambiar nuestra posición por la de un objeto o enemigo y hasta incluso podremos movernos entre distintos pilares con un doble gancho. Este objeto ha estado presente en la gran mayoría de juegos de la franquicia, y apenas se ha perdido una sola entrega (siendo la más reciente Breath of the Wild, donde no aparece en ningún momento).
Otro de ellos ha sido el bumerang, que sí ha sufrido algunos cambios desde su estreno en la obra original de NES. Hasta Four Swords su habilidad principal era solo activar interruptores o paralizar enemigos, pero en Wind Waker por ejemplo el objeto puede fijar hasta 5 objetivos a la vez. En Twilight Princess puede hacer lo mismo pero con un estilo de viento, y en Phantom Hourglass y Spirit Tracks podemos decidir su trayecto desde la pantalla táctil.
En Breath of the Wild hay varios tipos de bumerangs, y en este caso apenas nos servirán para activar interruptores, sino más bien para atacar. Su función de lanzarlo y que vuelva a ti sigue activa. La ocarina es un objeto mágico que nos ayudará sobretodo a teletransportarnos a un punto específico del mapa, así como abrirnos la puerta a la mazmorra final. Este objeto se hizo popular tras el debut de Ocarina of Time en Nintendo 64, juego que rompió todos los esquemas de la historia de los videojuegos.
El objeto musical se utilizó para tocar músicas que nos ayudarían en nuestra aventura, y en Minish Cap nos permite transportarnos por varios puntos del mapa. Desde entonces no hemos vuelto a verla, lejos de un silbato para llamar a Epona en Twilight Princess, la flauta terrenal en Spirit Tracks y tanto como arma como objeto para Skull Kid en Hyrule Warriors.
Finalmente tenemos que dejar estos objetos para la conclusión, el arco y las bombas. Mientras que el arco se ha mantenido fiel a como es, con alguna actualización como flechas elementales o posibilidad de lanzar tres flechas a la vez, las bombas ha llegado a ser flores bombas con un límite de tiempo para explotar, bombuchus teledirigidos, submarinas, con la posibilidad de explotarlas cuando queramos, cuadradas…
Pero lo que tal vez no sabías es que no fue Twilight Princess, sino Link’s Awakening el primer juego en de Zelda en incluir las flechas bomba. Para ello deberemos ponernos ambos objetos en A y B y pulsar los botones a la vez. Este detalle es completamente opcional y no es obligatorio su uso en ninguna mazmorra pero es un detalle muy interesante y divertido de comentar.
¡Y hasta aquí el artículo de hoy! Mañana volvemos con una nueva entrada dedicada al lanzamiento de The Legend of Zelda: Link’s Awakening en Nintendo Switch.
[Especial Link’s Awakening] El origen de la obra
[Especial Link’s Awakening] El posible futuro de Zelda Maker
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[Análisis] The Legend of Zelda: Link’s Awakening DX