Jamás olvidaré mi primer recuerdo de The Legend of Zelda: Link’s Awakening. Era verano, yo tendría unos 5 años. Mi hermano y mi primo estaban jugando a este juego, y yo con mucha curiosidad les veía jugar. Había una tienda en la que podías conseguir un peluche de Yoshi. Lamentablemente, y perdonad por el spoiler, tienes que dárselo a alguien para poder avanzar en la historia. Me sentó tan mal que no pude evitar llorar por la pérdida de mi amado Yoshi.
Tras casi dos décadas, me animé a jugar a este título debido a mi fanatismo por Breath of the Wild (del cual ya hablé el problemilla que tuve). No era consciente de lo que me estaba perdiendo. Automáticamente se convirtió en mi segundo Zelda favorito, con mi pieza musical preferida de toda la franquicia, Ballad of the Wind Fish. Y tiene unas mazmorras… Buf, no hay palabras para definir lo maravilloso que es este Zelda.
Para amenizar la espera, con el poco tiempo que tengo últimamente estoy volviéndolo a jugar en 3DS, que os lo podéis agenciar por apenas unos 6€, y vais a tener un juego largo, retante y desafiante, con un montón de secretos por descubrir y una de las historias más profundas de los Zeldas en 2D. No se me ocurre un título mejor para tener una remasterización en HD.
Mi primera reacción nada más ver a Link de espaldas agarrarse a la cuerda era de no creérmelo. Estaba convencido de que se trataba de un remake (o remasterización) de mi segunda entrega favorita. Y cuando vi el apartado artístico… Fue enamoramiento a primera vista. Esos gráficos estilo cartoon, estilo maqueta, que me recuerdan tanto a Paper Mario, franquicia en la que se encuentra mi videojuego favorito, y sobretodo, ese estilo artístico de su momento, de 1993, perfectamente recreado de nuevo en 2019.
¿Y por qué digo que este juego deja en evidencia? Vamos allá. Primero hablemos de su arte, y después de los Nintendo Direct. Estamos acostumbrados a ver siempre unos gráficos muy similares en los nuevos motores gráficos, especialmente en los juegos más realistas. Cada año tenemos, por poner un ejemplo, un FIFA y un Call of Duty cada vez con mejores gráficos por más de 50€, y no es nada malo. Es un trabajo remunerado, de personas que han terminado sus estudios, han emprendido y han encontrado una empresa en la que poder trabajar.
No entiendo por qué desprestigiar esa «poteeeeencia» de la que tanto se habla. Es un trabajo, y todo un reto conseguir gráficos realistas. Y al mismo tiempo que pido el respeto a lo realista, también lo pido a lo animado. El otro día, ayer sin ir más lejos, publiqué mi opinión en la que afirmaba de manera coloquial que «poca idea tienen que tener de videojuegos los que creen que es malo el apartado artístico». Y pasaron varias cosas:
en general nadie leyó «creer», sino «opinar», y cambia mucho el significado dependiendo de cada palabra. Creo que somos ya muy mayores para ponerme a explicarlo, por lo que continúo. Después, un usuario aseguró que Nintendo no se trabajó este juego (y también que había jugado a todos los Zeldas, insertar carita riéndose con lágrimas). Y eso me dio mucha lástima.
Asegurar a ciencia cierta que no ha habido trabajo detrás de esto denota muchas cosas: conformismo de gráficos reciclados, poco apreciación y respeto por el trabajo ajeno, y lo peor, creer que las cosas son *chas* y aparecen. Detrás de todo esto ha habido un trabajo bestial, en especial en la preproducción, fase en la que ocurre todo y en la que Nintendo y su equipo dicen: «¿qué hacemos, reciclamos el motor de A Link Between Worlds (juegazo por cierto) para adaptarlo a Switch para el Awakening o creamos uno nuevo?»
Y la Gran N siempre es de las que anteponen la innovación y lo diferente a ofrecer siempre lo mismo, a reinventarse todo lo que puede. ¿Te puede no gustar el apartado artístico del remake de Link’s Awakening? Por supuesto. ¿Puedes afirmar que es malo su apartado gráfico? Solo te pido una argumentación para debatirla y charlar.
También quiero aprovechar para hablar del Nintendo Direct como herramienta de promoción e identidad. Que los Nintendo Directs son un éxito mundial no es ningún misterio, otras compañías han querido imitar el modelo y han tenido buenos resultados. Y como siempre pasa en el mundo, cuanto más te expones, mayores son las probabilidades de que te critiquen. Y la crítica está genial, ayuda un montón a mejorar y ver puntos de vista diferentes. Pero una cosa es criticar y otra muy diferente odiar.
Gracias a los ND podemos ver cómo la gente queda en evidencia y dónde están verdaderamente los que aman los videojuegos. No, yo no reparto carnets de fan, solo me dedico a visibilizar la realidad. El pasado 14 de septiembre de 2018 tuvimos el que posiblemente sea el GOTY de los ND, perfectamente estructurado, todo era armonía, anuncios inesperados, todo era perfecto, era un sueño hecho realidad. Y los odiadores calladitos.
Llega el ND del 13 de febrero de 2019, con pocos anuncios por parte de Nintendo y muchos de thirds parties (inciso, es curioso cómo odiaban a WiiU por no tener thirds parties pero luego cuando Switch no para de anunciarlos no hay reconocimiento ni se habla del tema). Un ND sencillito, no potente, para quitarse juegos y anuncios para no entorpecer el E3 y un hipotético ND en mayo. ¿La reacción? Creo que no hace falta decir nada.
No te tiene que gustar obligatoriamente ese ND ni por supuesto no puedes decir nada malo, pero eres capaz de criticar negativamente un ND sencillo, ¿por qué no celebrar positivamente un ND potente? No, no tienes que estar pendiente de todos y cada uno de todos los anuncios de todas las compañías del mundo, pero te invito a pensar y charlar sobre este párrafo.
Para terminar, felicitar a los fans de Zelda y en especial de este título porque vamos a poder disfrutarlo en pantalla completa y renovado desde 0, con traducción en castellano (y parece ser que con cinemáticas en 2D que tienen una pinta…). Y para los que nunca hayan jugado Link’s Awakening y les cueste la dificultad del original, aprovechad y disfrutad de este remake, del cual estoy completamente seguro que será uno de los mejores de la franquicia The Legend of Zelda. Y recordad, está bien amar a una compañía, lo que está mal es que este amor te ciegue y te haga odiar al resto.
¡Vivan los videojuegos!