[Análisis] Super Smash Bros. Ultimate

Super Smash Bros. ya está en Nintendo Switch. Tras una breve espera de 2 años (4 sin contar los personajes de pago de las versiones de WiiU y 3DS) tenemos un nuevo título de la franquicia con más de 70 personajes, 100 escenarios con sus modos ‘Campo de batalla’ y ‘Destino Final’, llegando a ser más de 300, con más de 28 horas de música, casi 100 objetos, más de 50 Pokémon. casi 60 ayudantes… Todo un sueño para los amantes de la franquicia dirigida por Masahiro Sakurai.

En este análisis hablaremos sobre sus modos de juego, jugabilidad, así como de su música, estilo artístico y duración. Es importante destacar que no se va a hablar del juego en línea ya que nuestro analista no dispone de la suscripción Nintendo Switch Online, por lo que no se va tener en cuenta este apartado para su análisis.

Super Smash Bros. Ultimate es un juego de peleas para hasta 8 jugadores. El objetivo principal es sacar a tu rival del escenario para quitarle una vida en combates por tiempo o vidas, o toda su energía. Así mismo dispone de un modo aventura llamado ‘Modo Espíritus’ el cual es una evolución del clásico ‘modo Eventos’, así como ‘Asalto’, para luchar contra 100 enemigos, contra todos los luchadores y otro con mayor dificultad.

En el modo Smash tenemos combate normal, donde ahora podemos elegir y crear normas antes de empezar, lo cual agilizará nuestras peleas, y después tendremos que elegir escenario, incluso la música que queremos que suene (también puede ser al azar). De entre las nueva opciones destaca la barra Smash Final, que nos permitirá lanzar una versión más débil del Smash Final de cada luchador, así como ‘Escenario cambiante’ para alternar entre dos escenarios en la lucha, y también podremos quitar los mecanismos.

Podemos crear un torneo, un Smash especial con reglas muy alocadas y frenéticas para echarse una risas, alterar los controles, y la ‘Tropa Smash’, un modo muy interesante para jugar entre 3 o 5 personajes a la vez en las que iremos alternando luchadores en un mismo escenario dependiendo de cuando pierde la vida. Muy divertido para jugar en compañía.

En el cajón de sastre tenemos el modo Entrenamiento, con un escenario genial y perfecto para quienes sienten pasión por el competitivo, ya que podrán ver cuan fuertes son los ataques y hasta dónde pueden llegar a lanzarlo. Además ahora podemos elegir los Pokémon y Ayudantes que queramos ver (además podemos tener más de un ayudante a la vez, lo cual demuestra el potencial de Switch).

En Luchadores Mii podemos modificar nuestros Miis, en amiibo usar la función para entrenarlos, y luego tenemos los modos ‘Asalto’, ya mencionados, y el ‘Smash Arcade’. Este modo es toda una maravilla y, sin duda, es el plato fuerte del juego. Cada uno de los personajes tiene su propio camino, ya no son combates al azar, sino que intentan recrear sus juegos en los combates, habiendo en algunos jefes finales diferentes a Master y Crazy Hand. Toda una sorpresa muy, muy agradable.

Es importante destacar que aunque tengamos todos los escenarios desde el inicio, solo contaremos con 8 personajes jugables. Los tendremos que ir desbloqueando poco a poco, aunque no tiene mucho misterio conseguirlos. Una vez terminemos de jugar en alguno de estos modos, alguien nos retará. Algunos combates son sencillos, pero otros son mucho más complicados. En el baúl tenemos varias opciones, como el registro, los desafíos, consejos, las secuencias, la tienda, repeticiones de combates que guardemos y que podremos editar, y la fonoteca, donde podemos escuchar la música y las voces de los personajes, así como crear listas de reproducción con tu música favorita.

Finalmente tenemos el modo Espíritus, el modo aventura de Super Smash Bros. Ultimate. Hay que dejar claro desde el principio, palabras de su director Masahiro Sakurai, que no se trata de un modo aventura como ‘El emisario subespacial’ de la entrega de Wii Super Smash Bros. Brawl, sino de uno completamente diferente, con ausencia de historia lejos de ‘Lúmina ha destruido el mundo conocido y nuestros héroes deberán salvar al mundo de su tiranía’.

En este modo tenemos dos opciones, un tablero de espíritus para conseguirlos si les derrotamos y “liberamos” al dispararle. Estos espíritus nos ayudarán a aumentar nuestra fuerza de ataque tanto en este modo como en el Smash, así como darnos una habilidad especial, un objeto al comenzar, o inmunidad ante el suelo con fuego, veneno, somnífero…

Y el plato fuerte, el modo Aventura, ‘El mundo de las estrellas perdidas’. Se trata de un tablero gigante en el que tendremos varias zonas que nos recordarán a algunos videojuegos, aumentando todavía más la magia de los videojuegos dentro de Super Smash Bros. En este tablero conseguiremos no solo personajes para jugar, sino también espíritus con los que luchar. El mapa está lleno de estos, y cada cual tiene su estilo. Los hay desde batallas por energía, contra equipos, en el que ayudantes hostiles participen en la batalla…

Todo homenajeando a los personajes que no están en el plantel. Sin duda todo un placer para los amantes de los videojuegos que les emocionará. Sin embargo, este modo tiene un pequeño ‘pero’, y es que se trata de una fusión entre un modo Aventura y el modo Eventos. Y es posible que haya jugadores que no terminen disfrutando (en lo que viene siendo jugar) de este modo, ya que algunos niveles se pueden resumir en un ataque Smash lateral (algunos, otros tantos son muy complicados de ganar).

La cosa es que hay momentos en los que luchas contra un enemigo de 3 estrellas y, más adelante, con otros de 2 o 1. Es decir, pasamos de enemigos con mayor nivel a menor nivel, lo cual hace que la dificultad sea un tanto dispar. Pese a todo, es un modo genial y divertido para momentos esporádicos, tal vez una sesión muy larga puede resultar un tanto pesada (o no, todo depende de quién está jugando). Pese a todo, terminar este modo tiene una gran recompensa, sobretodo para quienes viven esta franquicia. ¿Qué será? ¡Os sorprenderá!

Pasando a otros apartados como el estilo artístico del juego decir que estamos más que contentos. El juego se disfruta en unos estables 60fps, con una gran variedad de estilos, como cartoon, «estilo Nintendo» e incluso realista. Además hay escenarios en el que los personajes se verán en 2D, en el que se puede apreciar que ha habido mucho trabajo por parte del equipo.

Y por si fuera poco la iluminación está muy bien trabajada, incide a la perfección en los personajes y detalles, sobretodo lo veremos en su máximo esplendor cuando tengamos en nuestro poder la habilidad del Smash Final. Para que os hagáis una idea fijaos en la imagen que tenéis a continuación. Impresionante como no son necesarios los 4K ni gráficos potentes para generar este espectáculo en los ojos.

Para concluir, no hace falta decir más que Super Smash Bros. Ultimate cuenta con aproximadamente 900 piezas musicales, más de 28 horas de música. Tenemos a nuestra disposición una biblioteca musical de la que nunca nos aburriremos. Temas originales, remasterizados en anteriores entregas de Smash Bros. y nuevas remezclas para este título. Una verdadera locura.

Finalmente, a modo de conclusión, y como fanáticos de Super Smash Bros., Ultimate es un título divertidísimo, perfecto para jugadores tanto casuals, como veteranos así como competitivos. Como único problema diríamos que el juego ha salido demasiado pronto y tiene algunos contenidos reciclados de la versión de WiiU. Como ejemplo, en el caso de Bayonetta, en Japón su traje de Bayonetta 2 tiene doblaje en japonés, pero el de Bayonetta 1 tiene el inglés. Si en Europa o América usamos la burla hacia arriba de Bayonetta con su traje del pelo corto, escucharemos su frase “if you need to learn how to talk to a lady, ask your mom’” escucharemos las tres últimas palabras entrecortadas.

La cuestión es: ¿que un juego tenga contenido reciclado de otros títulos anteriores… Es bueno o malo? Por una parte tenemos un Smash Bros. nuevo en menos de 4 años desde el último juego (2 contando los DLCs de Corrin y Bayonetta), mientras que entre Melee y Brawl tuvimos que esperar unos 7 años, y 8 entre Brawl y For WiiU and 3DS, pero tenemos un Smash con poquillos modos de juego, que se nutre de sus anteriores entregas. Y con el que tendremos cientos de horas de diversión.

¿Bueno o malo? Lo dejamos a vuestra elección. Y recordad, nada ni nadie es quién para decidir por vosotros/as. Y ahora, 3… 2… 1… ¡Smash!