No creo ser la única persona que me pilló totalmente por sorpresa la salida de Mario+Rabbids Kingdom Battle en agosto de 2017. Dejándonos llevar por la rumorología, ya sabíamos antes de su presentación en el E3 2017, que algo se cocía entre Nintendo y Ubisoft.
Los rumores apuntaban a algún tipo de colaboración entre las dos compañías con Mario como estrella principal. Más de un año después de su salida, podemos ser sinceros: nadie daba un duro por este juego. Pero todo cambió en la presentación del E3 2017 de Ubisoft, al que acudió el mismísimo Shigeru Miyamoto. La mascota más popular de Nintendo ha protagonizado juegos de todos los géneros: RPG, juego de deportes como fútbol, tenis o golf, carreras con karts… y un largo etc. Pero lo que no habíamos visto hasta ahora era a Mario y sus amigos con armas. ¡Armas con las que disparan e intentan acabar con los rabbids!. Difícil que alguien se lo esperase.
Una estética infantil con la que podríamos decir que «los árboles no dejan ver el bosque»
Mario+Rabbids Kingdom Battle presenta unos vistosos gráficos y una banda sonora propias de un juego de Nintendo. De los mejores y más bonitos juegos de Nintendo (y es mucho decir). Una estética infantil con la que podríamos decir que “los árboles no dejan ver el bosque”. Porque el título va mucho mas allá de todo eso, y utiliza la fórmula del famoso XCOM en un universo donde prima la locura y la diversión.
Podríamos decir sin temor a equivocarnos, que Mario+Rabbids Kingdom Battle es un tutorial para adentrarse en el género táctico. No hace falta la previa introducción en el género, acabaréis entendiendo todo más temprano que tarde. El título tienes los ingredientes fundamentales para que nos lo acabemos sin tener serias dificultades, aprendiendo de nuestros errores. Otra cosa es terminarlo al 100%, algo que ya entraña un desafío sólo apto para jugadores que hayan conseguido dominar totalmente las mecánicas.
Comenzamos con una serie de personajes que se irán ampliando a medida que progresemos en el juego. Sus características no nos serán desconocidas en ningún momento. Tenemos a Mario, líder del grupo y personaje más equilibrado de toda la aventura. Todo lo hace bien, pero no destaca en nada frente a los demás. Rabbid Peach es la sanadora y uno de los tanques del grupo. Mucha vida y muy mala leche en distancias cortas. Luigi en cambio el más débil. Poca vida pero el mejor francotirador para las distancias largas. ¿Os suena, verdad?.
Mario+Rabbids Kindgdom Battle es un tutorial para adentrarse en el género táctico. Las fases son cada vez más grandes y complejas
Las armas podrán mejorarse a cambio de dinero, siendo cada vez más potentes. Además cada personaje tendrá un árbol de habilidades distinto, con el que podremos mejorar lo que más nos convenga. Un punto muy a favor del juego es que si no nos convence la habilidad que hemos mejorado, podremos reiniciar el árbol y mejorar otras desde el principio. El título no penaliza por ello, entendiendo que aún no tenemos una estrategia definida.
La curva de dificultad es creciente pero justa. Trata de que nos demos cuenta de lo que hemos ido aprendiendo en cada mundo. Si dominamos el ataque a corta distancia, las coberturas, los ataques de los personajes… Las fases cada vez serán más grandes y complejas, algunas veces sólo tendremos que llegar a la meta, otras matar a los enemigos, otras proteger a otro personaje y dejarle en un lugar seguro… Diferentes misiones en las que actuaréis de formas muy distintas. Conseguir el 100% os llevará bastantes más horas de las que creéis.
Mario+Rabbids Kingdom Battle es un juego extremadamente divertido, con un humor loco y desenfadado. Las animaciones sorprenden de lo bien hechas que están. Los mundos a pesar de ser muy lineales aunque con bastantes secretos, son muy diversos y cada vez más complejos. La banda sonora es realmente genial y pegadiza. Si queréis adentraros en un género hasta ahora desconocido o sois unos auténticos expertos que buscáis desafíos, todo lo podéis encontrar en Mario+Rabbids: Kingdom Battle. Un juego del que ansío que saque pronto una segunda parte.