Nos metemos de lleno en un juego indie creado con toques especiales, y es que con esto queremos decir que The Mooseman es un juego totalmente diferente al que hayamos jugado con anterioridad. Somos un pueblerino de una civilización, que por diversos motivos decidimos embarcarnos en un largo viaje para descubrir más sobre los mitos y la cultura del mundo en el que vivimos.
Podemos decir que The Mooseman está clasificado en un walking simulator debido a que todo el tiempo nos pasamos andando de aquí para allá sin ningún punto de acción o adrenalina importante, ya que a medida que avanzamos sabemos más cosas de una cultura muy rica y bien elaborada. Los escritos están en un idioma que no podemos entender, pero que cuando la narradora lo lee en voz alta intuimos que es ruso ya que las letras no se corresponden con el idioma oral. Cada vez que vamos caminando las partes de un idioma indescifrable se convierten en un inglés totalmente legible para saber más de la cultura y los mitos que nos proporciona The Mooseman.
En cuanto a la narrativa podemos decir que poco a poco vamos sabiendo más de un juego que florece cuando más minutos le damos. La exploración es la clave dominante y gracias a ella podemos desbloquear y encontrar nuevas runas y objetos. La música es otro de los pilares básicos del juego y está muy bien introducida en cada parte de la narrativa. La banda sonora es un factor muy relevante y más en juego como los walking simulator.
Para los amantes de un juego con una historia que se va desarrollando poco a poco es un juego muy bonito y bello a la vez, pero puede aburrir a gran parte de la comunidad por sus dinámicas. A esto hay que añadirle su escasa duración ya que necesitaremos pocas horas para terminar el camino del explorador.