Imaginaos tener una idea totalmente extraordinaria y tener la capacidad de hacerla realidad. Imaginaos poder tocar temáticas que adoráis, estética e historias que podrían marcar un antes y un después en el jugador, tocar incluso temas tabú y normalizarlos porque la magia de los videojuegos es así y un desarrollador es capaz de todo…
Ya son muchos los años que la compañía polaca CD Projekt RED nos ilustra con la saga The Witcher, una serie de juegos que, dejando de lado el que se haya convertido en uno de los RPG más jugados y adquiridos en el panorama actual, -simplemente hay que fijarse en los datos y en que, tras 3 años su tercera entrega sigue llevándose corazones-, su más que logrado apartado gráfico y las horas y horas de juego que nos ofrece, marca también la diferencia por tocar temas que pueden llegar a ser mal vistos o todo lo contrario. Por mostrar al hombre y a la mujer tal y como son y, en general, por arriesgar y ser ellos mismos sin miedo a lo que piense la comunidad, aunque siempre con la manera más elegante posible.
Es por esa ‘naturalidad’ que han sido muchas veces tachados por sexistas, racistas o similares y es que, aunque hay parte de razón en ello, en una edad medieval llena de elfos y similares, en mi opinión y solamente bajo mi opinión, han querido plasmar la cruda realidad, -con algunos toques de humor negro- de cómo es nuestra sociedad.
Ya sabréis como es Geralt, un hombre decidido, seguro de si mismo y a veces bastante travieso, mientras que mujeres como Yennefer o Triss son unos auténticos bellezones valientes y en cierta parte reencarnando a mujeres reales. ¿Que quizás estén sexualizadas? Puede, pero el protagonista también lo está y eso es así, al igual que pasa en mil juegos o como también puede llegar a pasar en Red Dead Redemption 2 por la época en la que está ambientado.
Lo importante es que el estudio va aprendiendo de sus errores y es indudable que ha mejorado tras 3 entregas, pero no pierde su toque, esa esencia que los hace distintos, algo que veremos, y con creces, con Cyberpunk 2077.
Han pasado 5 años desde el primer teaser del juego, un pequeño adelanto que servía para hacernos una idea sobre qué trataría este nuevo título: una chica con implantes robóticos tiroteada por agentes, lo que nos transmitía mil ideas a la vez, ¿es un enemigo? ¿quizás los enemigos sean los agentes y la detienen por ser especial?
La temática estaba clara: reviviendo el juego de mesa Cyberpunk 2020 con aspectos de ciencia ficción inspirados en las conocidas obras de los escritores Bruce Sterling y William Gibson, los polacos nos querían traer una vez más este mundo por primera vez en consolas y ambientado 57 años más tarde que el juego de mesa original.
Ha pasado el tiempo y cada vez son más los detalles que tenemos sobre este proyecto, y que al parecer, no solo jugaremos, si no que viviremos. Nos meteremos de lleno en un remoto futuro donde la tecnología es más fuerte que nunca y donde tendremos a nuestra disposición el crear nuestro propio personaje, así como llevar la historia como nosotros creamos con la toma de decisiones. Por supuesto la inmersión se intensificará gracias al modo en primera persona.
Prometedor, ¿verdad? Pero, ¿y si a esto le sumamos ese humor negro de The Witcher y esa naturalidad de crear escenas reales o cotidianas pero tan tabú como lo fueron en este y añadimos personajes que, sin importar género, no tienen pelos en la lengua y nos permiten hacer lo que nos de la real gana? ¿Y si por ello estamos ante el mejor juego en años y en un antes y un después en los videojuegos simplemente por ser -sus creadores- ellos mismos?
Quizás sea demasiado pronto para hablar, quizás recibamos un ‘zasca’ por nuestro querido hype, quien sabe. Lo que si sabemos son los años que están detrás del juego y lo que queda y no podemos no pensar que todo ese tiempo dedicado y sus influencias, son porque lo que nos depara va a ser muy grande.