Ser jugador. Ser jugador o ‘gamer’ significa muchas cosas, a veces que tu mayor pasión son los videojuegos, que te dedicas a ello o, simplemente, es una excusa para cumplir retos en forma de niveles. ¿Quién no se ha sentido orgulloso al completar ese escenario en el que había muerto anteriormente como 10 veces? El caso es que cada jugador tiene su punto de vista, disfruta de todos los títulos por igual o siempre está en busca de una entrega que le haga sentir mil cosas a la vez, ya sea por su apartado gráfico, su historia o su jugabilidad pero, ¿qué hay del sonido?
Diremos que el sonido de un videojuego es un complemento más, que está ahí, a veces no se le da importancia pero sin él un proyecto puede perder muchos puntos y con él convertirse en una auténtica maravilla. Y es que no podemos pasar por alto lo que es la música en si misma, pues nos acompaña durante todas nuestras vidas en el coche, en el trabajo, en casa, en el cine… y de repente ¡pum! décadas atrás, al igual que en muchos otros lugares, la música invadió los videojuegos, tímida y reservada eso si, algo lógico pues las consolas de antaño no disponían de más potencial que para reproducir sonidos simples, monótonos y cíclicos, pero al igual que la tecnología ha avanzado, la música en los videojuegos también.
De pasar a las melodías digitales como bien podrían ser las de Super Mario, contamos con cantantes y músicos reales que producen de forma exclusiva los temas del juego como en Kingdom Hearts o incluso se opta por orquestas enteras con coro para hacer piezas como las que llegamos a escuchar en cualquier God of War o Final Fantasy.
https://www.youtube.com/watch?v=C0t7-CPvUuk
A vosotros también se os ponen los pelos de punta, ¿verdad?
Porque la música es así, nos produce tensión, nerviosismo, felicidad, tristeza, emoción, ira… mil sensaciones a la vez. Pero sobretodo nos ayuda a recordar, recordar momentos importantes de una relación, una época en nuestra vida, una fiesta, una persona y así mismo ocurre con los videojuegos. Cada melodía es única y si acompaña a un juego que nos ha gustado, la experiencia se vuelve totalmente completa, a veces se siente como estar en una propia nube. Y si no, os puedo invitar a que escuchéis al propio Gustavo Santaolalla y que disfrutéis de cada una de las melodías de The Last of Us, las cuales nos llevan a otro mundo, otra realidad.
El sonido puede marcar un antes y un después, porque como ya os he dicho, algunos momentos entre personajes como en el reciente Detroit Become Human, no serían lo mismo, no transmitirían tanto. Y por supuesto esto no solo se aplica a momentos románticos o emocionantes, los videojuegos de terror por ejemplo ya no deben, si no que necesitan el sonido para que la inmersión del jugador sea la adecuada.
Y por qué os cuento esto, me preguntaréis, porque pienso que a todo esto no se le da el reconocimiento que merece, que muchos jugadores simplemente le prestan más atención a los gráficos o al multijugador de un juego, sin darse cuenta que los videojuegos son un arte, y como cualquier tipo de arte se compone por diferentes partes, entre ellas el sonido, pues todas al completo forman obras que incluso han llegado a cambiar la vida de muchas personas.
Recordad que la música es recordar y, ¿quién no querría acordarse de algo que nos hace felices?