[Análisis] Moonlighter el regreso de un recuerdo a nuestros corazones

Hace mucho tiempo que no le echábamos el guante a un juego de mazmorras clásico y con Moonlighter hemos vuelto a aquellos juegos de píxeles que nos han dado alegría, enfado, tristeza y sobretodo ganas de seguir jugando.  Antes de meternos de lleno en el juego tenemos que deciros que Moonlighter es una obra que inspira al jugador a seguir luchando por lo que cree y también a investigar esas cinco mazmorras que ocultan un secreto muy oscuro.

Lo primero que vemos y hacemos es controlar a nuestro personaje Will, y no hay mejor forma que aprendernos los controles en una mazmorra. Es una idea muy buena que podamos controlar a nuestro personaje al principio del juego para hacernos con los controles, y no que nos pongan en una pantalla de carga estos. Pero sin duda una de las cosas más llamativas nada más jugar han sido los colores cálidos y fríos de Moonlighter y que estos tienden a que el jugador siga su aventura.

Esa “climatización” del entorno es algo muy agradable ya que se ve claramente como todo el equipo de desarrollo ha trabajado minuciosamente en ello y no ha dejado ningún detalle al azar. Tras esta introducción daremos paso a los elementos más importantes del juego y los principales. En cada punto hablaremos más detenidamente sobre lo que resalta y lo que le hace falta a Moonlighter:

Will, un mercader que tiene que levantar el legado de la tienda Moonlighter

El juego se basa exclusivamente en sacar adelante una tienda de objetos que nos han dejado como legado nuestros antecesores. Para ello tendremos que meternos en las mazmorras, ya sea de noche o de día, para destruir monstruos y conseguir objetos. A medida que vamos pasando a una mazmorra más difícil, tendremos objetos más caros que vender en la tienda, pero no solo eso sino que además esos objetos nos permitirán mejorar nuestras armas y armaduras, así que decidid bien en qué lo vais a emplear.

El sistema de juego es sencillo y nos adaptaremos rápido, no es algo que sea muy notable pero al ser sencillo no nos resultará difícil manejarlo con comodidad. En cuanto al sistema de peleas en las mazmorras podremos tener distintas armas pero solo podemos llevar dos equipadas y se pueden cambiar en cualquier momento si las tenemos guardadas en la mochila.

Para combatir solo tendremos que golpear con nuestra arma y defendernos con nuestro escudo, además podemos esquivar haciendo volteretas ya que hay algunos villanos en los que necesitaremos este recurso para no estar criando malvas. En general el sistema de lucha es bueno y al contar con varias armas que podemos mejorar con los objetos que suelten los villanos, será mucho más divertido y eficaz seguir luchando en estas instancias.

El inventario que podemos tener para guardar objetos que encontremos es limitado, por lo que tendremos que elegir bien los objetos que llevaremos a la tienda o los que necesitemos para mejorar nuestra armadura. En algunas ocasiones encontraremos dentro de la mazmorra cofres para guardar objetos y estos automáticamente los tendremos en nuestra tienda.

A medida que avanzamos en el juego vamos obteniendo mejores objetos y más “poderes” como el de crear un portal para volver a la tienda y entrar otra vez a la mazmorra donde lo habíamos creado, entre otros muchos. También iremos mejorando nuestra tienda con dinero ya sea ampliándola o simplemente poniendo ofertas jugosas para los clientes, además de un plato para que nos den propina. La ciudad irá evolucionando si nosotros queremos como puede ser la herrería para crear armas, la tienda de pociones y hechizos, entre otros, que nos servirán para mejorar nuestras habilidades y así enfrentarnos a enemigos más fuertes.

Un juego bien planteado pero con un argumento escaso

El juego se muestra con una gran calidad y se ve que está cuidado, sin embargo en el apartado argumental podemos decir que “flojea”. Con esto queremos decir que el juego simplemente se basa en destruir mazmorras y mejorar nuestra tienda con un escaso fondo argumental detrás de todo esto. Pero esto no quiere decir que sea malo sino que le falta ese “empujón” para alcanzar una perfección notable. 

En conclusión Moonlighter es un juego que realmente merece la pena jugar y que sobretodo nos hará recordar a nuestro pequeño yo cuando jugábamos a aquellos juegos difíciles de pasar pero que disfrutábamos como enanos. Podréis echarle muchas horas al juego si queréis tener todo al 100% y os aseguramos que no os defraudará, eso si flojea en la trama.

Este análisis se ha realizado desde la versión de Nintendo Switch con una clave que ha facilitado la compañía a VidaoPantalla.