Un viejo dicho reza que nunca hay que juzgar un libro por su portada, en el caso de Bomber Crew este dicho se cumple y de una de las formas más duras que hemos visto. Un juego de diseño amigable y adorable que nos promete mucha acción y estrategia. ¿Colaborar con un equipo de valientes para que nuestro bombardero cumpla diversas misiones? que divertido suena. Hasta que…. llega el momento de la verdad y aparecen las lágrimas y no, no son lágrimas por ver un juego malo (no lo es) son otro tipo de lágrimas.
Nada más iniciar el juego nos encontramos con dos modos, en primer lugar tenemos el modo historia. En el modo historia tendremos que ir realizando pequeñas misiones hasta que llegue el turno de la gran misión, misión que si logramos superar nos permitirá seguir adelante. Pero antes de ponernos en marcha y completar misiones debemos seguir una serie de pasos, el primero de ellos es reclutar a nuestra tripulación. Bomber Crew cuenta con su propia oficina de reclutamiento, oficina desde la cual podremos ver el pasado y los atributos de todos y cada uno de los candidatos y candidatas que se acerquen a prestar servicio, todos cuentan con características únicas (algunos resisten más la altitud, otros cuentan con mayor resistencia, etc).
Una vez reclutada nuestra tripulación tendremos la opción de equiparla con diversas mejoras y herramientas para facilitar su trabajo y aumentar sus probabilidades de supervivencia.
Una vez hemos terminado con el factor humano tendremos que hacernos cargo de nuestro bombardero, bombardero que podremos tunear y mejorar a nuestro gusto. Todas las mejoras se pueden desbloquear gracias a misiones y a créditos que iremos ganando en ellas, por lo que la clase de bombardero que tengamos dependerá del esfuerzo que invirtamos en el juego.
Y hasta aquí todo es perfecto y fabuloso, nos embarga la ilusión de montar a nuestra pequeña tripulación (a la que seguramente hemos equipado con ropa adorable y hemos decidido renombrar) en el bombardero y comenzar la misión, PERO nada más despegar nos damos cuenta de que no estamos ante el juego adorable que creíamos. La estrategia que el juego maneja requiere que tengamos los cinco sentidos en alerta, requiere que tengamos la capacidad de desarrollar múltiples tareas al mismo tiempo, subir el tren de aterrizaje, bajarlo, abrir las compuertas del bombardero, tomar fotos de reconocimiento, decidir la altura a la que vamos a volar y evitar perder el rumbo (si esto pasa es más que probable que terminemos con nuestra tripulación perdiendo oxígeno o sufriendo una estrepitosa caída por volar demasiado bajo).
Lo más probable es que a pocos minutos de iniciar la misión seamos atacados por cazas enemigos, cazas que tendremos que localizar y marcar si queremos que nuestros artilleros tengan la oportunidad de defenderse en condiciones. También tendremos que tener cuidado con la munición (la cual no se recarga de forma automática, pero por suerte cualquier miembro de la tripulación puede ayudarnos a recargar), nuestra nave también puede sufrir daños, daños que tendrán que ser reparados en tiempo real por un ingeniero o algún otro miembro del equipo (aunque si optamos por esto la tarea se realizará de forma mucho más lenta).
Nuestro equipo también puede resultar herido, si se da esa situación tendremos que escoger entre mantenerlos en su posición y defendernos (a riesgo de que pueda morir) o perder un poco de potencia de fuego y enviarlos a descansar hasta que se recupere.Si sentimos que todo está sucediendo demasiado rápido contamos con la opción de ralentizar el tiempo, una opción que se agradece y mucho.
Las misiones que llevemos a cabo variarán entre fotografiar bases enemigas, objetivos extra, misiones de reconocimiento, bombardear objetivos específicos y enfrentarnos a bombarderos, esto incluirá que tan cuesta arriba se nos puede hacer alguna misión. Las misiones de reconocimiento suelen tener pocos enemigos, mientras las de objetivos extra y bombardeos suelen tener una gran cantidad de enemigos.
¿Recordáis que antes os hablamos sobre personalizar a vuestra tripulación?, pues bien, si caemos en batalla tendremos múltiples opciones. Abortar la misión (lo que salvará a nuestra tripulación), seguir adelante e intentar realizar un aterrizaje de emergencia o caer y esperar que la suerte haga lo suyo, y es que cada vez que perdemos un bombardero la IA analizará las estadísticas de nuestra tripulación y creará un porcentaje de supervivencia, puedes sobrevivir tras usar el paracaídas o sobrevivir y ser rescatados en el mar. Pero si ocurre una desgracia y terminan muriendo, todos los avances y mejoras que hemos invertido en ellos se perderán. Así que tendremos que tener cuidado al momento de escoger quienes recibirán mejoras y ver si realmente nos compensa seguir luchando hasta el final.
Y dicho todo esto, vamos con el otro modo disponible en el juego, el Modo Desafío, un modo en el que tendremos que cumplir una serie de misiones sin límite de tiempo a la vez que sobrevivimos a hordas de enemigos, además de esto, tendremos que enfrentar a un jefe final para poder seguir avanzando, dado que el resto de mecánicas son las mismas que en el Modo aventura no tenemos demasiado de lo que hablar en este apartado, es el modo ideal para comenzar (por raro que parezca) ya que te permitirá hacerte una idea real sobre como es el juego sin llegar a sacrificar a tu «main team».
Y dicho todo esto y antes de pasar a otros aspectos os hablaremos sobre El Memorial, un lugar en el que podremos ver los nombres y apellidos de todos aquellos miembros de tripulación que han caído en batalla, incluso podremos ver estatuas en su honor. El memorial está ahí para darle al juego un toque de realismo y recordarnos que pese a ser un videojuego, todos y cada uno de aquellos personajes a los que entrevistamos y reclutamos tenían un pasado y aspiraciones, todo aquello truncado a causa de nuestra incapacidad para tomar decisiones o a causa de la mala fortuna.
Entre los aspectos negativos se encuentra el hecho de que no se aproveche la pantalla táctil de Nintendo Switch, habría sido todo un acierto, también está el hecho de que pese a ser un gran juego su dificultad podría resultar una gran barrera para muchos jugadores y jugadoras.
A nivel gráfico no se puede pedir mucho, los gráficos son simples, bonitos y resultones, no destaca pero sí cumple su función a la perfección, lo mejor de todo es que pese a las explosiones y elementos en pantalla, el juego no sufre de caídas de frames. En el apartado musical, las melodías utilizadas están bien, pero no son todo lo épicas que podrían llegar a ser, eso sí, los efectos de sonido del juego están muy logrados y consiguen transmitir la tensión de un combate.
Ya disponible en la Nintendo eShop, Bomber Crew tiene un precio de 14.99 euros, aunque por tiempo limitado podemos conseguirlo por 11.99 euros, es una compra obligada si os gustan los simuladores bélicos y queréis un desafío.