[Crítica] El drama de la autocrítica destructiva

En España se hacen producción audiovisuales increíbles. Ya sean películas, series y programas de televisión, y por supuesto videojuegos, cualquier producto tratado con cariño, esfuerzo, dedicación, empeño, ganas, ilusión, puede ser tan bueno o más que cualquier otro. Incluso no le hace falta ser el mejor para ser bueno. Al principio este artículo iba a tratar sobre esto, el «o es el mejor o es lo peor, pero no puede haber un término medio».

Y creo que es una tontería. Si a ti te gusta algo, lo que sea, ¿qué más da que sea mejor o peor que cualquier otra serie? Además, ¿quién es el que decide qué es mejor o peor que cualquier otra cosa? Os voy a ser sinceros, he llegado a escuchar que «Juego de Tronos es mejor que Cuerpo de Élite» (debido a que sí veo la segunda serie citada y no la primera, y me instan a verla). A lo que yo me pregunto, «¿pero cómo me puedes comparar una serie estilo Señor de los anillos en el siglo que sea con una comedia de policías en 2018?» ¡Es absurdo!

Aún puedo entenderlo si lo comparamos con cualquier otra comedia de policías, pero, ¿con Juego de Tronos? Aún así, reitero, los términos mejor y peor son completamente subjetivos, opiniones de cada uno, y al igual que pedimos respeto, lo mínimo sería respetar a los demás. Aunque como he dicho, no es de esto de lo que trata el artículo, sino de un problema que llevo muchos años viendo y que cada vez se está extendiendo hasta el punto de pasar de ser una broma a una injusticia total.

Os hablo del mítico argumento de, en nuestro caso, «como se ha hecho en España es basura». ¿Por qué? ¿Solo por ese motivo? ¿Y luego te atreves a luchar contra los estereotipos, siendo el primero en estereotipar? No lo comprendo, mi cabeza no llega a asimilarlo. En cuanto a broma puede estar bien, pero cuando ya hacemos un juicio de valor basándonos en ello… Creo que es ahí donde se encuentra la delgada línea del límite.

Sin embargo, me hace gracia cuando productos españoles «de moda» no reciben este juicio. Es como si hubiera una pequeña caza de brujas encubierta. Puedo llegar a entender que tengas gustos específicos, como preferir cine (o TV, videojuegos, anime…) más comercial, a lo mejor te gusta algo menos comercial, más específico o incluso solamente te gusta un género o las películas de Disney. A cada uno le puede gustar lo que quiera.

Es a ello a lo que quiero llegar. ¿Quieres decir que una producción audiovisual es mala por el mero hecho de ser, en nuestro caso, española? Adelante. No me parece bien, ni lo comparto ni lo defiendo, pero como dijo Voltaire, «no estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo». Sin embargo, creo que para disfrutar del arte es necesario abrirse de mente.

Puede que algo no te guste y no quieras ni intentarlo. Es normal y comprensible, a mi me pasa, a ti te pasa, le pasa a todo el mundo (otro drama sería el de la perfección y el miedo a equivocarse, pero eso lo dejamos para otra ocasión). Pero si a alguien le gusta lo que está consumiendo, no tiene que darle explicaciones a nadie. A nadie. Mi consejo, pensad que las cosas no surgen esporádicamente.

Detrás hay mucho trabajo, mucho esfuerzo, dedicación, ilusión, ganas, cariño, amor, pasión, sueños de seguir adelante, de cumplir el sueño por el que tanto hemos luchado. Y no hace ninguna gracia que vengan y te digan «tu trabajo es malo porque es español». Es normal que la gente se enfade, porque, como siempre decimos, criticar es muy fácil, pero hacer… Hacer es algo más difícil todavía.