Y llegó el momento a God of War. Cory Barlog junto al equipo de SCE Santa Monica Studio, nos traen el renacer de Kratos con múltiples cambios que poco tienen que ver con la saga original, una apuesta arriesgada que podría ser un antes y un después -y que lo es- a las historias del dios de la guerra.
Pero empecemos haciendo un breve repaso a sus entregas antecesoras: de primeras sabemos que la vida de nuestro protagonista no ha sido nada fácil, la ansia de poder lo consumió en llamas y debido a esto perdió a su familia. Tras ello, cualquier tipo de emoción positiva se desvaneció de su cara, quedando impregnado de frialdad, furia, ira y sed de venganza por los que en su día le engañaron y le traicionaron, casi todo el mundo básicamente, algo que lo cegó y convirtió el resto de sus días en nuevas oportunidades de completar su objetivo, ignorando si a los que se llevara detrás fueran inocentes o no.
Hasta ahí es lo que os vamos contar, pues lo que nos interesa ahora es hablar del nuevo God of War, la nueva oportunidad de este, no de vengarse, si no de vivir, vivir junto a su primogénito Atreus en una aventura que podría cambiarles la vida y una historia mucho más profunda de lo que estamos acostumbrados, llena de sentimientos y momentos mágicos sin dejar de lado la ‘brutalidad’ por la que se caracteriza el juego.
Bienvenidos a las tierras nórdicas.
Kratos deja atrás toda aquella atadura de su pasado para embarcarse en un viaje revelador por tierras desconocidas y lo que es más importante: junto a su hijo, un hijo que ha llegado a ver en pocas ocasiones a lo largo de su vida y potencial del cual desconoce, algo que le atormentará cada día aunque sea inevitable, pues su mujer y la madre de Atreus, conocida por su valentía, fuerza y espíritu luchador, ha fallecido.
Llevar sus cenizas a lo más alto de la montaña será la misión de ambos y, por el camino con el pesar de esta muerte, padre e hijo irán conociéndose poco a poco mientras que K., también con el difícil objetivo de ser un buen padre, querrá evitar a toda costa que el pequeño cometa sus mismos errores adoptando una actitud fría y firme y con la frase siempre en la boca de »aún no estás listo», aunque esto irá variando conforme vayamos avanzando en los sucesos.
Estamos ante la mayor experiencia inmersiva actual, el nuevo enfoque de la cámara nos ayuda a sentirnos en las mismas tierras escandinavas y disfrutar de la historia como si nosotros mismos formáramos parte de ella, un buen acierto sin duda. Pasando a lo visual, este apartado es una de las razones por las que nos referimos al juego como ‘el gusano convertido en mariposa’, pero ojo, no nos entendáis mal, las anteriores entregas de la saga han sido a su manera también preciosas, con sus increíbles vistas montañosas, monumentos y templos de oro macizo, lo que no era muy habitual de ver era la misma naturaleza, bosques frondosos llenos de vida y color, algo que esta nueva entrega posee en cantidad, al igual que una gran diversidad de paisajes que vamos encontrándonos durante nuestros viajes por los diferentes reinos. Y es que son una gozada, algunos incluso podrían hacerse pasar por obras de arte, cada captura de pantalla que hagáis será única.
A su vez, el título es rico en detalles, tanto, que incluso podemos apreciar el musgo de las rocas, han aprovechado sin duda el potencial que tiene PlayStation 4 con una gran diferencia respecto a la remasterización de God of War III. Por poner alguna pega, da la sensación a veces de que el rostro de nuestro protagonista carece de movilidad, aunque esto puede ser originado por el abundante bello facial que posee.
Por último, cabe destacar el ambiente nórdico, y es que si sois fans de este habréis notado que lo han sabido llevar a la perfección, conservando tanto la estética del lugar como la de los personajes, sus tradiciones y su manera fría de pensar y actuar, así como la maravillosa banda sonora que acompaña al juego llevada por Bear McCreary, que mantiene algunos toques de anteriores juegos y añade cánticos nórdicos que nos transportan de inmediato a estas tierras gélidas y ponen los sentimientos a flor de piel.
https://www.youtube.com/watch?v=JbpD7Zn8EPU
Atreus, más que un niño.
Respecto a la nueva jugabilidad es lo que sin duda le da un aire fresco al renacer de esta saga. Lejos de cambiarla por completo y pese a ser mucho más estratégica donde lo que predomina antes que todo es defenderse y esquivar o bloquear los ataques enemigos antes de atacar, no ha perdido del todo la esencia de un hack ‘n slash. Pero mejor vayamos por puntos:
Ya no tenemos en nuestro poder las Espadas del Caos, en su lugar contamos con Leviatán, un hacha que la difunta mujer de Kratos le otorgó a este para defender a su hijo. Esto, pese a que nos hará más lentos a la hora de atacar, no nos impedirá atacar a distancia, pues contamos con diferentes habilidades para lanzarla a los enemigos y con un simple botón hacer que vuelva a nuestra mano tal como si fuera el martillo del mismísimo Thor, solo que en vez de lanzar rayos y hacernos volar podrá congelar y aturdir a los enemigos, así como destruir o bloquear algunos objetos para seguir nuestro camino.
Atreus por supuesto no podía ser menos y, lejos de ser una carga en el viaje, nos ayudará en cada combate con el Arco de Garra, arco que podremos controlar nosotros mismos para disparar y aturdir a los enemigos, entre otras cosas. Además, nos servirá muchas veces de guía, nos avisará de objetos ocultos o de si se acercan enemigos y en qué dirección nos atacan, eso sin hablar de la lectura de las runas, pues como iréis viendo a lo largo del juego, Atreus es más que un niño, es algo fuera de lo normal, su capacidad para entender lenguas desconocidas y escrituras es infinita, así como el poder de sentir lo que otras criaturas sienten, algo que será la clave para poder seguir avanzando así como completar los diferentes puzzles que nos iremos encontrando.
Por cada enemigo que aniquilemos recibiremos experiencia, con la cual podremos comprar nuevas habilidades para ambos en las tres diferentes ramas de ataques que tenemos a nuestra disposición, una centrada en el hacha y sus ataques cuerpo a cuerpo y a distancia, otra en el modo defensivo de Kratos con el escudo y para mejorar la ira espartana, -si, seguiremos contando con la preciada ira espartana- y por último una con los disparos de Atreus y sus poderes mágicos.
Como podréis ver, las variantes de combate son casi infinitas, pudiendo adaptarlas según nuestros gustos y si os preguntáis si se puede matar a los enemigos solo con lanzamientos de hacha si, es posible. También destacar que los ‘golpes finales’ siguen estando, haciendo las delicias de los fans y aportando ese toque brutal a los combates aunque quizás sean un poco menos sanguinarios que los de antes, eso ya es depende del jugador pero eso si, cada lucha es única, algunas haciéndonos sentir adrenalina en cada segundo y otras contra jefes que no nos dan ni un respiro. La diversión está servida.
Sobre estos enemigos como novedad, al igual que en muchos RPG, contaremos con un bestiario, un libro que por cada uno que matemos se irán desbloqueando fichas con información de estos y con consejos de cómo derrotarlos, aunque esto no nos evite el asustarnos cuando increíbles bestias se topen en nuestro viaje.
Por otra parte los enanos serán siempre bienvenidos, pues nos ayudarán a mejorar tanto nuestras armas como nuestras armaduras, fabricar objetos, encantarlos, vender lo que no utilicemos o mandarnos tareas con jugosas recompensas -además de aportar un toque cómico al juego con sus historias-.
Los diferentes tipos de cofres se mantienen, algunos con plata, otros con armadura o encantamientos y otros con los típicos objetos coleccionables que al recolectar X cantidad, por ejemplo, expandirán nuestra barra de salud. Además, la recolección de tesoros sigue estando activa, algo que hace de la exploración otra forma de juego teniendo que buscar en cada rincón del mapa, por no hablar de las cámaras ocultas llenas de sorpresas. Los conocidos puzzles nos aportan nuevos retos, aunque la dificultad de estos no se compare con los de las primeras entregas.
Para terminar, la característica escalada por las montañas no ha desaparecido, como dato curioso Atreus se sube a nuestra espalda y seguimos trepando como de costumbre y los viajes en canoa cogen un importante protagonismo no solo para desplazarnos, si no también para conocer un poco más a nuestros protagonistas.
Mágico en todos los sentidos.
Pese a que nunca describiríamos un God of War con la palabra mágico, pues la saga llega a ser como más ‘salvaje’, ‘bestial’ o cualquier otro sinónimo, este es demasiado diferente para seguir esta cadena y e aquí las razones:
Es mágico porque nunca habíamos indagado tanto en el interior de Kratos, parecía que antes carecía de cualquier sentimiento excepto la ira que lo acompañaba siempre. Aquí, lo vemos sentir añoranza, preocupación, miedo, orgullo… nunca habíamos estado tan cerca de él. Aquí disfrutamos de una historia paternal de superación, ayuda mutua, donde el dios de la guerra se enfrenta a la misión más difícil de su vida: ser padre y evitar que su hijo descubra su duro pasado que le persigue en cada paso que da. Sentimos la magia de cómo florece la relación entre ambos, cómo Atreus va madurando y desarrollando sus habilidades y cómo entre ellos tienen los típicos roces y situaciones de padre e hijo.
Kratos lo tiene claro, quiere que el pequeño sea mejor que él, que esté preparado para vivir en un mundo que nunca es justo, en el que ningún tipo de dios lo va a poder ayudar y si quieres algo debes conseguirlo con tu esfuerzo y dedicación, lo que nuestro héroe no sabe es que Atreus es muy diferente a él y nunca va a ser igual que él.
Santa Monica ha puesto toda la carne en el asador para traernos una aventura donde lo que predomina es la historia pero no se renuncia a una cuidada y extensa jugabilidad además de tenernos muchas sorpresas preparadas y horas y horas de juego. Han querido darle otro enfoque a la saga convirtiéndola en el vivo ejemplo de que algo que ya es bueno se puede cambiar y mejorar. Esperamos que, si hubieran nuevas entregas, mantengan esta visión porque de verdad, el nuevo God of War es una experiencia inolvidable.
Nota:
Historia - 9
Gráficos - 9
Jugabilidad - 10
Duración - 9
Sonido - 9
9.2
Santa Monica ha puesto toda la carne en el asador para traernos una aventura donde lo que predomina es la historia pero no se renuncia a una cuidada y extensa jugabilidad además de tenernos muchas sorpresas preparadas.