El jueves 8 de marzo se cumplió un pequeño sueño. Un pequeño gran sueño. Super Smash Bros. es, probablemente, una de las franquicias que más unen a los jugadores. Da igual cual sea la bandera de cada uno de ellos, roja, azul, verde o negra, si aman los videojuegos, los colores dan igual. Una franquicia que jamás ha decepcionado en ninguna entrega, una franquicia que lleva con nosotros décadas, que no se ha perdido una sola consola de sobremesa de Nintendo desde la clásica Nintendo 64.
SSB no es un juego más. Para mi, se trata de una biblioteca, ya hablé un poco de este tema hace un tiempo, y hoy me gustaría hablaros de mi experiencia personal con esta maravillosa franquicia, cómo he ido creciendo con ella con el paso del tiempo y cómo se ha convertido en una de mis franquicias de videojuegos favoritas de todos los tiempos. Corría el año 2000, año en el que cumpliría 5 años. En mi casa alquilábamos muchísimo un videojuego para Nintendo 64 llamado Super Smash Bros.
Hasta que llegó un día en que mi madre dijo «vaya, ese juego es muy divertido, os lo vamos a comprar». En esos momentos solamente teníamos un juego de N64, el Pokémon Snap. En aquella época no entraban tantos videojuegos en casa. Fuimos al Blockbuster donde siempre alquilábamos los videojuegos y lo compramos. Todavía recuerdo ese día que fui con mi familia, tenía la caja del juego en mis manos mientras iba por la calle, la giré, y dije «vaya, que grande se ha hecho Mario».
Mario estaba haciendo la burla. Recuerdo como explotábamos ese cartucho, como hasta que llegó Mario Party 3 era el rey de las fiestas. Como mi hermano y mis primos nos reuníamos para jugar con un solo mando (hasta que compramos un segundo). Era algo mágico. Cuando terminaba el modo Clásico y de repente salía un enemigo nuevo. Cuando veía que Luigi estaba ahí pero que no se podía jugar con él. Y de muchos personajes que desconocía su existencia: Kirby, Captain Falcon, Ness, Kirby, Fox…
Fue algo mágico. Un cartucho en el que estaban reunidos personajes, escenarios, música, historias… Todo sobre Nintendo. No tenía palabras para expresar lo que sentía. Más adelante, en 2003, por fin pudimos comprar la GameCube, mi consola favorita de todos los tiempos. En esos tiempos, como os he comentado, apenas entraban videojuegos en casa, y ello supone que tenga una colección tan pequeña… Pero, eso sí, pude exprimirlos hasta el final. Unas navidades, mi madre nos regaló Super Smash Bros. Melee, y…
No tengo palabras. Probablemente ese sea el juego que más haya jugado en toda mi vida. Más de 700 horas jugadas, en las que no solo me animé a pasarme por completo el juego, sino que además hacía algo que ya no se hace con los videojuegos y, sinceramente, me da mucha lástima, y se trata de jugar con nuestra imaginación, el juguete más poderoso del mundo. No sois conscientes de lo que supuso para mi esta entrega. Tan solo, por favor, mirad la reacción de los fans al ver la cinemática de inicio:
Y luego llegó el año. Nintendo decidió abrir una web que sería la que visitaría religiosamente día tras día, aprovechando las clases de informática para, cuando la profesora no miraba, entrar en Smash Bros. Dojo!! La web todavía sigue activa, por lo que os animo a visitarla. Esa web fue extremadamente importante para nosotros, quiénes vivíamos cada día una aventura que duraría meses. Todavía recuerdo el grito de alegría que pegamos al ver a Sonic en el juego… U Olimar.
Pero, de entre todo, lo que más me marcó de ese videojuego fue su impresionante modo Aventura, el Emisario Subespacial. Un modo aventura que mi hermano y yo nos ventilamos en un solo día. El vicio fue extremo, desde que volvimos de la tienda hasta que llegó la noche. No podíamos parar, ya no solo por una historia que medio engancha, sino porque era algo que jamás habíamos vivido. Super Smash Bros. Brawl es, sin ninguna duda, el videojuego que más ha influido en mi vida (sin contar Super Paper Mario o Tales of Symphnia).
Es por ello que me duele con toda mi alma no ver un modo similar en ambas entregas de 3DS y WiiU, y me muero de ganas de que Masahiro Sakurai nos escuche y haga un modo Aventura que esté a la altura del de Brawl. Un modo aventura con todos los invitados que nos deje sin aliento. Un modo Aventura… De leyenda. Super Smash Bros. es una parte muy importante en mi vida. He crecido con este juego, con Sakurai, y no puedo esperar para conocer más detalles de la nueva entrega de Nintendo Switch. Gracias Nintendo por haber creado esta maravillosa franquicia. Sin vosotros esto no sería posible.
Gracias.